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Por ejemplo, hace bastante tiempo me llegó una cosa titulada "Simposio
OVNI 1973", y allí había un artículo firmado por Stanton T. Friedman, un
caballero a quien no conozco personalmente.
El artículo contenía una sección denominada "Ciencia-Ficción versus
Ovnilogía", la cual comienza diciendo "Mucha gente se sorprende cuando
hago notar que dos de los autores más notables de ciencia y de ciencia-
ficción, Isaac Asimov y Arthur Clarke, son igualmente vehementes en sus
sentimientos anti-OVNI".
El hecho que Friedman se encuentra con gente que "se sorprenda" por esto
indica, según supongo, el nivel de los círculos en que se mueve. Al fin
y al cabo, ¿por qué razón habría de suponer la gente, a partir del hecho
de que Arthur y yo somos autores de ciencia-ficción, que deberíamos
perder nuestra inteligencia y creer en cualquier culto místico que
aparente tener algún elemento en común con la ciencia-ficción?
Friedman sigue adelante, citándome y agregando sus propios comentarios
que supongo que están destinados a reducirme al silencio. Así, me cita
diciendo: "La cantidad de energía que es necesaria para hacer un viaje
interestelar es tan grande que me parece inconcebible que ninguna
criatura que pueda guiar sus naves a través de las inmensas profundidades
del espacio lo haga con el único fin de juguetear con nosotros durante
varias décadas. Si quisieran ponerse en contacto con nosotors,
seguramente lo harían; si no fuera así, entonces ahorrarían su energía".
A esto Friedman agrega entre paréntesis: "(Qué ego tenemos los
terrícolas! ¿Acaso merecemos establecer relaciones?)".
Obviamente Friedman me ha citado sin leer la cita. Yo decía: "Si
quisieran ponerse en contacto..." Esoty completamente dispuesto a
adimitir que es posible que no seamos merecedores de establecer ese
contacto, pero en ese caso "ellos se ahorrarían su energía"... y se
irían.
Imaginen el ego de los Friedman que creen que quizá no merecemos que se
pongan en contacto con nosotros pero que, de todos modos, somos tan
encantadores que de alguna manera los platillo voladores se han de pasar
todo el tiempo husmeando nuestros planetas por millares durante varias
décadas, como si fueran holandeses errantes en cohete sentenciados para
siempre a girar alrededor de la Tierra sin poder aterrizar; y además
condenados a exponerse ante nosotros como palomas en época
de celo.
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5) Pero si todo esto es asi, ¿cuáles son sus objeciones al concepto de platillo voladores? ¿Por qué no es posible que haya naves explorando la Tierra con frecuencia y con toda libertad?
Si pasamos por alto la cuestión de las distancias, todavía nos queda la
de los motivos. Si dichos holandeses errantes están zumbando alrededor
de la Tierra deliberadamente y con algún motivo racional, debe ser
porque la Tierra les interesa. Pero, ¿qué puede haber sobre la Tierra
que les puede interesar?
Es natural (si bien algo ególatra) suponer que para cualquier extraño la
cosa más interesante que hay en la Tierra es el hombre y su
civilización. Pero si los platillos voladores nos están investigando, ¿por
qué no bajan y vienen a nuestro encuentro? Deberían ser lo bastante
inteligentes como para darse cuenta de quiénes son nuestros
representantes, dónde están nuestros centros de población y cómo hacer
para establecer contactos con nuestros gobiernos.
Tampoco es concebible que puedan tener miedo de nosotros. Si su
tecnología es tal que pueden recorrer distancias de uchos años luz sin
dificultades, entonces pueden protegerse fácilmente contra cualquiera de
las armas ridículas que podamos apuntar contra ellos. ¿Acaso un buque de
guerra norteamericana no se atrevería a desembarcar un grupo de
exploraión en una isla ocupada por chimpancés?
Si hay algo en nuestra atmósfera o en nuestra superficie que puedan
encontrar mortfero o simplemente desagradable, seguramente son lo
bastante inteligentes como para comunicarse con nosotros empleando
algún medio de transmisión a larga distancia... la radio, aunque más no
sea. No necesariamente usarán palabras ni un idioma, pero siempre podrán
recurrir a alguna señal que delate por sí misma su origen racional.
Por otra parte, si están interesados en nosotros pero NO desean
establecer contacto -si no desean interferir de ninguna manera con una
civilización en desarrollo-, entonces ciertamente son lo bastante
inteligentes y avanzados como para poder estudiarnos con todo el
deteninimiento que quieran, sin permitir que jamás lo notemos. Al
permitirnos notar su presencia, están interfiriendo con nosotros.
¿Y si no es el hombre, sino otra cosa lo que les interesa?...
No, en ese caso bajarían a saludar, o bien se irían. Si no hacen ninguna
de estas dos cosas no se trata de naves guiadas por seres
inteligentes.
6) Pero, ¿cómo puede usted estar seguro de que entiende sus motivos? Tal vez no tengan interés en comunicarse con nosotros pero tampoco les preocupa si los vemos.
Ah, pero si sigue usted acumulando las condiciones que necesita para
mejorar su defensa, muy pronto va a alcanzar el punto en que se vuelve
totalmente inconvincente.
Para deshacerse del problema de la distancia usted debe
suponer que hay
por lo menos una civilización improbablemente cercana a nosotros, y
también debe suponer que han logrado viajar a velocidades mayores que
la de la luz. Para deshacerse del enigma de su comportamiento debe usted
suponer que encuentran a la Tierra lo bastante interesante como para
molestarnos con frecuencia, pero a nosotros nos hallan tan faltos de
interés que ni siquiera nos hablan mientras que, por otra parte, no les
importa si los vemos.
Cuantas más suposiciones de esta clase debe usted hacer, tanto más débil
será su defensa.
En realidad ninguna de estas suposiciones tienen ninguna clase de
respaldo. La única función que cumplen es la de explicar los platillo
voladores. Entonces uno puede emplear a los mismos platillos voladores para
afirmar que las suposiciones deben ser correctas. Esto es razonra en
círculos, que es uno de los deleites de los menos inteligentes.
7) Pero, esperen, no hay duda de que existen claras evidencias de que los platillos voladores son naves espacilaes. Hay numerosos informes de gente que ha visto a las naves espaciales y a sus tripulantes extraterrestres. Algunos llegan a sostener que han estado a bordo de las naves. ¿Ha investigado usted dichos informes? De no ser así, ¿los descarta usted de inmediato como carentes de valor? ¿Qué justificación tiene usted para hacer eso?
No, no he investigado ninguno de esos informes. Ni uno solo.
Mi justificación para descartarlos de inmediato es que el testimonio
ocular producido por un pequeño número de personas y no corroborado por
ningún otro tipo de evidencia carece de valor por completo. No hay
ninguna creencia mística que no esté apoyada por numerosos testimonios
oculares.
Hay testimonios oculares (según informan los fanáticos) acerca de
ángeles, fantasmas, espíritus, levitación, hombres-lobos, clarividencia,
hadas, serpientes de mar, telepatía, abominables hombres de las nieves,
etc., etc., etc.
No me voy a meter en la ciénaga y creer todas esas cosas basándome
solamente en testimonios oculares; y así como no pienso hacerlo, no voy
a creer tampoco en naves espaciales con forma de plato volador. Quiero
algo menos expuesto a la distorsión y al engaño deliberado que un
testimonio ocular.
Quiero algo que sea sustancial y duradero, algo que muchos puedan
estudiar. Quiero una aleación que no haya sido fabricado sobre la
Tierra. Quiero un aparato que haga algo que no entendamos en absoluto. O
mejor, quiero una nave y su tripulación a simple vista, dándose a
conocer a seres humanos que sean competentes para observarlos y
estudiarlos por un período de tiempo razonable. Estas informaciones
sobre apariciones ante granjeros en un pantano o conductores de
automóviles en caminos solitarios, simplemente no me impresionan.
Tampoco me impresionan las descripciones de las naves y de sus
interiores que son lo que yo podía esperar de profanos de la ciencia que
han visto películas de "ciencia-ficción" no menos profanas.
8) Pero, ¿de qué otra manera puede usted explicar todos los informes acerca de platillo voladores, si ha de descartar las naves epaciales?
Allí está el bien conocido aforismo de Sherlock Holmes que dice: "Cuando usted ha eliminado todo lo que es imposible, lo que queda, por improbable que sea, debe ser cierto". Esta es una gran falsedad, pues presupone que después de eliinar lo imposible uno se queda con un solo factor. Pero, ¿cómo puede uno saberlo? Esta interpretación incorrecta ha surgido de las matemáticas. En matemáticas podemos organizar nuestras definiciones y axiomas de manera tal que nos quedamos con un número pequeño de factores y nada más, y conocemos cada uno de esos pocos factores. En ese caso si eliminamos todos menos uno, el restante debe ser verdadero (siempre que demostremos que no es posible que ninguno sea verdadero). Esto no se aplica a las ciencias experimentales u observacionales, donde el número total de factores puede ser indefinido, y donde es posible que no todos sean conocidos. Si los platillos voladores son naves espaciales, ello debe ser demostrado por medio de evidencias inequívocas. Jamás podrá demostrarse clamando: "pero, ¿qué otra cosa pueden ser?".
9) Usted personalmente, ¿qué cree que son los platillo voladores?
Mi impresión personal es que casi todas las observaciones son errores o enganños. Muchas son tan confusas e incompletas que no hay lugar para decidir qué pueden ser en realidad. Me han dicho que hay algunos informes (una minoría muy pequeña del total) que parecen no ser ni errores ni engaños; que han sido verificados por observadores atentos y confiables; y que no se los puede explicar empleando ninguna interpretación corriente.
10) Muy bien, aténgase entonces a esos informes. Si no son naves espaciales, ¿qué son?
No lo sé. No tengo por qué saberlo. El Universo está lleno de misterios para los cuales carezco de respuesta. El hecho de preguntarme a mí y que no pueda contestar no pureba nada. Vean, tal vez ustedes no sepan cómo se llamaba el decimoquinto presidente de los Estados Unidos. Si yo digo que su nombre era Jerome Jameson, el hecho de que ustedes no sepan nada que se oponga a esto no demuestra que yo tenga razón.
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