El concepto de voluntariedad es aplicable también
a los mediadores. Éstos pueden levantar una mediación cuando
consideren que por algún motivo, (por ejemplo mala fe en uno de
los participantes, agresiones, etcétera), no es conveniente continuar
la mediación. Si se diera este caso, dada la confidencialidad del
proceso, los mediadores no deben explicitar el motivo por el cual deciden
dar por terminado el proceso.
Esta posibilidad, que tienen los mediadores, de dar por
finalizada la mediación debe ser explícitamente establecida
en el discurso de apertura.