Primer diario de David
María Herrera
Lunes, 4 de Marzo.
Otra vez me he peleado con Clara. La culpa es suya, siempre se le ocurre jugar a lo mismo que a mí. Lo peor es que mamá la defiende y al final me hizo dejarle mi Ferrari teledirigido. Es una manazas, he tenido que darle un cachete para que se dé cuenta de que así no se juega. Ya se lo advertí: que el coche no hay que tocarlo. Pero como con el mando no sabe, se tiró encima del juguete y le rompió una puerta. Y encima me castigaron a irme a la cama por pegarla tan fuerte.
Mi hermana es un peñazo, cuando se le mete algo en la cabeza no me deja en paz hasta que se lo doy. Y luego un día se le ocurrió llamar estúpido a papá y todos tan contentos con la hazaña, hasta se lo contaron a mis tíos y a todo el mundo. Y a lo mejor ni siquiera dijo estúpido, según mamá tiene media lengua, que no quiere decir que tenga la lengua partida, si no que los que no la conocen mucho no la entienden, por ejemplo dice igual estúpido que escupido. Creo que no es muy lista, yo a su edad ya sabia hablar.
Martes, 5 de Marzo.
Algunos días la peque tiene ideas bastante buenas. Ahora se ha inventado un dragón que vive en el trastero, habla con él tan convencida que a veces yo también lo veo. Sabe muchas cosas sobre él: es verde, alto, tiene zapatos blancos y una boca muy grande. Aunque si le pregunto que si echa fuego por la boca me mira extrañada y luego suelta una carcajada como quien entiende un chiste de repente. Seguramente ella no sabe lo que es un dragón, pero a su manera de ver las cosas, a su monstruo le viene bien ese nombre.
Yo no había descubierto lo bueno que puede ser tener un fantasma en casa hasta esta mañana. Jugando con Clara he tirado al suelo una jarra llena de agua. Antes de que Miriam preguntara que quién había sido, ella ya estaba acusando al Dragón. A Miriam le ha hecho tanta gracia que ya no ha preguntado más. Luego, cuando vino mamá a mediodía, se lo contó y se rieron las dos. ¡Todavía no saben que fui yo!.
Miércoles, 6 de Marzo.
Clara se ha puesto enferma. Lo que faltaba, está todavía más caprichosa. Cuando llegué del cole esta tarde, mamá le había dejado mi coche. ¡Como me lo vuelva a romper se van a enterar todos!. Se queja de que le duele la barriga. A mi también me duele un poco, pero como soy más fuerte y no lloro no me hacen tanto caso.
Lunes, 11 de marzo.
A la enana se la han llevado al hospital. Mamá está allí casi todo el día, y cuando viene está muy seria. Me abraza muy fuerte y me besa, pero no me mira.
Miriam se queda conmigo un rato por la tarde y papá llega antes del trabajo. Ha arreglado mi Ferrari rojo, ahora no se puede abrir una puerta, pero se puede entrar por la otra, además como es descapotable, también se puede saltar.
Le he oído hablar por teléfono con mamá, oí que le decía: "Marisa, no tienes que descuidar a tu hijo David, es también muy pequeño".
Miércoles, 12 de Marzo.
Hoy mamá me ha hablado con una voz distinta, parecido a como habla a veces con papá.
- Hijo, - me ha dicho - tu hermana está bastante enferma, ahora nos necesita a todos, también a ti. Cuando uno de nosotros está más débil, los demás tenemos que ayudarle.
Me ha gustado que me trate así, y también me gustaba lo que me decía, aunque por un lado también me hacía sentir un poco mal.
- ¿Entonces porqué no me dejáis ir a verla? - Protesté.
- Los niños no pueden entrar en el hospital, pero intentaré que te dejen pasar el domingo, ¿Vale?. Mientras, puedes hacer algo por ella. A Clara le encanta dibujar contigo, ¿porqué no haces un dibujo y yo se lo llevo?
Siempre que cojo las pinturas se me ocurre lo mismo: un campo con árboles, una autopista, y en medio mi descapotable rojo, eso fue lo que dibujé y me quedó bastante bien.
Pero mañana, cuando mamá me pida mi pintura le voy a dar una sorpresa. He metido mi coche en su caja y lo he envuelto en papel de envolver que he encontrado en el armario del salón. me ha quedado un poco arrugado el paquete, pero le he puesto mucho plástico para pegar del que usa papá para arreglar cosas, y así no se verá lo que hay dentro. Clara se debe aburrir mucho todo el día en la cama, y yo ya no juego tanto con él.
Espero que no lo rompa, a lo mejor ella también se cansa, y me lo devuelve cuando salga del hospital.
Viernes, 15 de Marzo
¡La Bruji ya está en casa!. Esta mañana, al salir del colegio, me la he encontrado de bruces viniendo hacia mí con esos pasos de muñeco de trapo acelerao que le salen cuando corre, y con cara de juerga. Intenté hacer con ella el molinillo en el aire como hace papá conmigo, pero lo único que conseguí fue tirar al suelo a Ernesto, que estaba a mi lado y no se había enterado de que venia el torbellino. Nunca se entera de nada el pobre. Al final acabamos los tres en el suelo revolcándonos de risa mientras Miriam nos miraba divertida con ganas de revolcarse con nosotros.
Mi coche ya está otra vez en su sitio. Supongo que mamá me lo ha devuelto. Clara ya se ha puesto bien y tiene muchos juguetes. Lo he probado esta tarde y sigue funcionando.
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