Profundizando en el método utilizado
El texto contenido en esta sección es una copia del dossier en el que explica el método en el que me basé para desarrollar la aplicación.
PROGRAMA DE LECTURA DE ASSIDO
Características
El programa de lectura que utilizamos en ASSIDO desde 1984 es una adaptación de varios métodos de lectura. La base fundamental la tomamos de tres métodos que se vienen usando con niños con SD: el Proyecto de la Universidad de Washington (Oelwein, 1975), el Programa MacQuarie (Cairns y Pieterse, 1979) y el Portsmouth Project (Buckley y otros 1986). Además, se recogió valiosa información de otros métodos, como el onomatopéyico, el método Vivencias (González Moreno y otros, 1984) y el de la Escalera (Molina, 1985). Recientemente, se han reportado otras experiencias llevadas a cabo en España sobre la aplicación de métodos de lectura para niños con SD con resultados alentadores (Troncoso y De] Cerro, 1991).
El programa de ASSIDO tiene una serie (le características metodológicas, entre las que destacamos las siguientes:
- Es un método de lenguaje-lectura, es decir, no se propone, como único objetivo la enseñanza de las habilidades lectoras, sino que, mediante estrategias adaptadas a los déficits de los niños con SD, se pretenden desarrollar las habilidades lingüísticas de los niños y, más adelante y si es posible, abordar la enseñanza de la lectura. "Enseñar a leer es enseñar a hablar".
- Es un método en el que se conjuga lo analítico y lo sintético.
- Es flexible, ya que se adapta a la realidad particular de cada niño: se adapta el método al niño y no el niño al método.
- Se trata de desarrollar una estimulación polisensorial, trabajando sobre la mayor cantidad posible de vías aferenciales, sobre todo la visual.
- A la hora de su implantación, no es preciso que el niño tenga unos determinidos niveles de madurez mental o lectora. Es decir, que se puede empezar a aplicar a niños con edades mentales inferiores a 5-6 años, o bien con puntuaciones inferiores a los niveles mínimos, requeridos para iniciar la lectura. Los únicos prerrequisitos son:
- que el niño tenga un mínimo de lenguaje expresivo: nombrar objetos y personas familiares, expresar alguna necesidad básica... ;
- que sea capaz de comprender órdenes verbales sencillas (ven, toma, dame, mira, pon);
- que el niño sea capaz de mantener su atención, aunque sea durante un período corto de tiempo.
- que el niño tenga un cierto hábito de trabajo: que se mantenga sentado ante una mesa, que tenga algún grado de moticivación ante las actividades presentadas, que ejecute actividades manipulativas, etc.
- que tenga habilidad para discriminar y emparejar objetos.
- Es esencial que exista una buena interacción entre el niño y las personas que aplican el método. Igualmente, es imprescindible que haya coordinación entre los profesionales (profesores, educadores, técnicos) y los padres, para que no se produzcan interferencias desagradables o problemas pedagógicos. que suelen perjudicar al niño.
- En el método, se concede mucha importancia a la comprensión y a la funcionalidad de los aprendizajes, con el fin de que éstos tengan una inmediata repercusión en la vida diaria del niño con SD.
- Es fundamental utilzar un método de aprendizaje de error mínimo. Es decir, como el éxito es muy importante, conviene asegurarse de que el niño realiza siempre la tarea correctamente, aunque para ello precise ayuda física de cualquier tipo.
Material
El material para la aplicación del programa es muy importante y juega un papel decisivo en la motivación de los niños con SD. Igualmente, este material ha de ser sugestivo, adecuándolo a los intereses y circunstancias personales y familiares de cada niño, por lo que debe ser individual para adaptarlo a cada caso concreto.
Este material ha de ser variado, huyendo de la monotonía que provocaría habituación en el niño, con la consiguiente pérdida de interés. Además, hemos de procurar diseñarlo de acuerdo con el ritmo de aprendizaje de cada niño.
La mayor parte del material utilizado es de diseño propio, en especial en las primeras fases. Cuando el niño empieza a generalizar la lectura, podemos recurrir a material comercial, adaptado a las características personales de cada uno.
Para la confección de nuetro material, hemos de tener presente algunas normas generales:
- Tamaño: las letras y los dibujos deben ser grandes. A medida que el niño va evolucionando, se reduce progresivamente el tamaño de la letra, a fin de conseguir una mayor generalización. Las tarjetas-fotos pueden tener un tamaño de unos 30 cm. x 21 cm.
Las tarjetas individuales tienen una anchura de unos 6 cm., aproximadamente, variando su longitud según la extensión de la palabra. Una vez que el niño va adquiriendo el mecanismo de la lectura, se disminuye el tamaño de las tarjetas-foto y de las tarjetas individuales. En cualquier caso, hemos de adaptar el tamaño del material a las posibles deficiencias visuales que presentan los niños con SD, así como a sus déficits perceptivos y de generalización.
El tamaño de los cuentos individuales puede ser de 20 cm. x 15 cm., aunque este tamaño es variable.
Respecto a los libros comerciales, deben elegirse aquéllos con dibujos y letras grandes y sugerentes. Progresivamente, se irán utilizando otros con letras y dibujos más pequeños.- Tipo de letra: nosotros al principio utilizamos la letra cursiva o enlazada para las tarjetas. Más adelante, generalizamos la lectura con otros tipos de letra. La letra de los libreos comerciales debe ser, en un principio, enlazada, pasando luego a otro tipo de letra cuando el niño ha adquirido el mecanismo de la lectura. Las letras mayúsculas son introducidas conforme van apareciendo en el desarrollo del programa.
- Color: la cartulina empleada es blanca. Las letras se escriben de color negro y la inicial en rojo. El color de las letras se podrá variar para mejorar las habilidades de discriminación y generalización. A partir de la tercera fase, escribimos palabras en tarjetas, de colores diferentes.