La economía argentina se basa tradicionalmente en la producción agrícola y ganadera, aunque los sectores industrial, minero, pesquero y de servicios han registrado un marcado crecimiento en las últimas décadas. Argentina es una de las principales naciones productoras de carne, cereales y aceite del mundo. En la actividad fabril, las principales empresas son las productoras de alimentos y bebidas, las metalúrgicas, automotrices, de refino de petróleo, textiles y cemento. El producto nacional bruto (PNB) para 1994 fue de 279.400 millones de dólares, con una renta per cápita de aproximadamente 8.146 dólares (cifras de la Secretaría de Programación Económica, con precios de 1994).

Agricultura y ganadería

Argentina cosecha suficientes productos agrícolas no sólo para satisfacer la demanda interna, sino también para exportar los excedentes. Del total de la superficie del país (unos 280 millones de ha), poco más del 50% se utiliza para el pastoreo, menos del 22% para explotación forestal y aproximadamente el 4% para cultivos permanentes. Aproximadamente el 13% de la tierra es cultivable. La Pampa es la principal zona agrícola del país, con una importante producción de trigo y otros cereales. Regiones como Río Negro, Neuquén, Mendoza, San Juan y las provincias del Noroeste son ricas en explotaciones frutícolas y vitivinícolas. En la producción de caña de azúcar destacan Tucumán, Salta y Jujuy.

La producción ganadera es un sector importantísimo en la economía argentina, así como la refrigeración y procesamiento de carne y subproductos. La producción anual supera los 3,4 millones de toneladas. A principios de la década de 1990, el país contaba con unos 50 millones de cabezas de ganado vacuno, 23,7 millones de ganado ovino y 4,8 millones de porcino; además, existían unos 3,3 millones de caballos, que se han ganado fama internacional en el mundo de la hípica y del polo.

A pesar del retroceso sufrido durante la década de 1980, la exportación de ganado sigue jugando un importante papel en el comercio internacional. En 1994 los ingresos en concepto de carne y pieles (véase Cuero) ascendieron a 1.700 millones de dólares, lo que suponía un 11% del total de las exportaciones. Desde hace mucho tiempo, Argentina es líder mundial en la exportación de carne cruda, aunque cada vez es más importante la exportación de la carne procesada y envasada.

El país produce y exporta ingentes cantidades de lana. A principios de la década de 1990 se producían anualmente unas 202.000 t de lana. Aproximadamente el 40% de las ovejas se crían en la Patagonia.

El trigo es el cultivo más importante y Argentina se cuenta entre los principales productores mundiales de este cereal. A principios de la década de 1990, la producción llegaba a los 9,4 millones de toneladas; otros cereales importantes son el maíz, la avena y la cebada.

Otros productos agrícolas de importancia son la soja, el sorgo, el lino, el girasol, el algodón, las patatas (papas), el arroz, la yerba mate, el cacahuete (maní) y el tabaco, así como uvas, manzanas y cítricos.

 

Silvicultura y pesca

 

Situadas fundamentalmente en las áreas montañosas distantes de los centros poblados, la mayoría de las 59.500.000 ha de bosques no son muy aprovechadas. Las maderas más explotadas son las de álamo y sauce para la producción de celulosa, el quebracho blanco para combustible, el quebracho colorado para el tanino (que se utiliza en el curtido del cuero y piel) y el cedro para la fabricación de mobiliario; otras maderas de aprovechadas son las de la araucaria, el pino y el ciprés.

Los caladeros argentinos, potencialmente muy productivos, no se explotan en su totalidad, aunque la productividad se incrementó de forma constante en las décadas de 1960 y 1970. En 1992 las capturas, principalmente de merluza, calamar, langostino y anchoa o boquerón, alcanzaron las 700.000 t anuales.

 

Minería

Aunque el país cuenta con una gran variedad de reservas minerales —sobre todo petróleo, carbón y diversos metales— la minería ha sido relativamente poco importante en la actividad económica. A pesar de ello, en las últimas décadas se ha incrementado significativamente la producción de petróleo y carbón. En términos de valor, el principal producto mineral es el petróleo. En 1994 la producción anual de petróleo crudo alcanzaba los 38,7 millones de m3, suficiente para cubrir la demanda interna y permitir la exportación. Con este fin se ha construido un oleoducto hacia Chile, a través de la cordillera de los Andes. Se espera que, con las licencias otorgadas para la exploración de nuevas zonas del país y de las áreas marítimas, se incremente significativamente la producción.

El país cuenta también con una importante producción de gas natural (véase Combustible gaseoso), que en 1994 alcanzaba los 26.228 millones de m3. Por otra parte, existe una modesta explotación de oro, plata, cobre, plomo, cinc, hierro, estaño, tungsteno, mica, uranio y piedra caliza. Al amparo de la nueva Ley de Minería, los planes de exploración y explotación se incrementaron a base de cuantiosas inversiones extranjeras que potenciarán el surgimiento de la gran minería.

 

Industria

El grueso de la industria argentina se centra en Buenos Aires. Aproximadamente el 20% de la población activa está empleada en las empresas industriales. La industria más importante y antigua del país es el procesamiento y envasado de productos alimenticios, seguida por el sector textil. Otras importantes industrias producen artículos de goma (natural y sintética), cemento, productos químicos, papel, plásticos y derivados del petróleo. La industria siderúrgica (véase Siderurgia) ha alcanzado una gran expansión; en 1994 la producción de hierro primario, acero crudo y laminado llegó —en conjunto— a los 10,4 millones de toneladas. El sector automotriz produjo 408.000 vehículos.

 

Energía

El sistema energético de Argentina está compuesto por las redes de conductos y de energía eléctrica. Entre las redes de conductos se distinguen los gasoductos, los oleoductos y los poliductos, que conectan las áreas productivas de la Patagonia, Cuyo y Noroeste con los grandes centros de consumo o de industrialización derivada. Las redes de energía eléctrica se integran en el sistema interconectado nacional, los sistemas regionales y las estaciones de transformación, y ponen igualmente en contacto las centrales eléctricas con las grandes áreas de consumo. Están compuestas por líneas de transmisión, equipamientos de generación y subestaciones de transformación. Las principales líneas conectan el sistema hidroeléctrico del río Limay (Neuquén-Río Negro) con Buenos Aires, Bahía Blanca y La Plata. También destacan las líneas de Yaciretá (Argentina-Paraguay) y de Salto Grande (Argentina-Uruguay) con Rosario y el Gran Buenos Aires. La energía eléctrica instalada es estimada en 14.000 megavatios.

El país cuenta con abundantes recursos energéticos y sobre todo con una gran diversidad de fuentes, entre las que destacan la hidroeléctrica y el gas, además del petróleo, carbón y uranio. También revisten especial importancia las fuentes no convencionales de energía: geotérmica, eólica, mareomotriz, solar y biomasa. En el contexto del Mercosur se están realizando obras significativas, como los gasoductos a Chile, Uruguay y Brasil, y las interconexiones eléctricas del litoral. Los sistemas energéticos de Argentina han sido privatizados, salvo Yaciretá, Salto Grande y las centrales nucleares que están en proceso de concesión al capital privado.

Las principales cuencas de hidrocarburos son la Austral (golfo de San Jorge), la Neuquina, la Cuyana y la del Noroeste. Existen otras cuencas de exploración como la del Chaco-Paranaense y varias en la plataforma submarina. La cuenca más importante en producción de gas es Loma de la Lata (Neuquén), además de Santa Cruz y Puesto Hernández.

En el campo hidroeléctrico hay que señalar que la mayoría de los ríos y saltos con potencial para producir energía están muy alejados de los centros industriales, aunque, a pesar de estas limitaciones técnicas, los recursos hidroeléctricos se desarrollan a pasos acelerados. Los proyectos más importantes, iniciados en las décadas de 1970 y 1980, están situados en el norte de la Patagonia sobre los ríos Limay (El Chocón, Alicurá, Piedra del Águila y Pichi-Picún-Leufú) y Neuquén (Cerros Colorados), sobre el río Paraná (Yaciretá, explotado en colaboración con la República del Paraguay) y sobre el río Uruguay (Salto Grande, en colaboración con Uruguay). También merecen atención las centrales de Garabí (con Brasil), Corpus (con Paraguay), Los Blancos (Mendoza) y Río Santa Cruz-La Leona.

En 1994 Argentina producía un total de 62.700 millones de kWh, de los cuales el 44% se generaba en instalaciones hidroeléctricas, el 13% mediante energía nuclear y el 43% en centrales termoeléctricas convencionales. Hay que destacar las centrales nucleares de Atucha I y II, localizadas en la provincia de Buenos Aires.

 

Moneda y banca

Originariamente, el sistema monetario argentino se basaba en el peso oro, aunque en realidad no circulaban monedas de ese metal. La moneda en uso era el peso moneda nacional, dividido en 100 centavos. La crisis generada por la Gran Depresión, en la década de 1930, terminó con el régimen monetario oro y en 1935 se fundó el Banco Central de la República Argentina —de sociedad mixta—, responsable de controlar la emisión de moneda, sin perjuicio de otras funciones de supervisión de los bancos. En 1946 el Banco Central quedó bajo el control del gobierno, siendo cabeza del sistema bancario nacional.

En materia monetaria, a principios de la década de 1970 se instauró el peso ley 18.188, equivalente a 100 de los antiguos. En junio se 1985 se creó el austral, equivalente a 1.000 pesos ley. Después de experiencias hiperinflacionarias, a principios de 1992 se implantó el nuevo peso argentino, equivalente a 10.000 australes. A comienzos de 1997, 0,99 pesos argentinos equivalían a 1 dólar estadounidense.

En diciembre de 1994 había 168 bancos, de los cuales 33 eran públicos y 135 privados. El 60% de los depósitos estaba en los bancos privados.

 

Comercio e intercambio

Desde 1992 la balanza comercial es desfavorable para Argentina. En 1994 las exportaciones totalizaron unos 15.800 millones de dólares y las importaciones unos 21.600 millones. El principal socio comercial, tanto en exportaciones como en importaciones, es la República Federal de Alemania; otros socios importantes son: Brasil, Estados Unidos, Bélgica y Países Bajos. Véase Comercio internacional.

El comercio regional con otros países latinoamericanos se enmarca en la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), a la que pertenece Argentina. En 1994 se exportaron a esta asociación 6.907 millones de dólares y se importaron 6.600 millones de dólares, correspondiendo a Brasil el 52% de las exportaciones y el 65% de las importaciones.

En 1991 se firmó el Tratado de Asunción, por el que quedaba creado el Mercosur (Mercado Común del Sur). Este bloque subregional ha dinamizado notablemente el comercio en esta zona y se encuentra en pleno proceso de integración. En 1995 se fijó el arancel externo común a aplicar en el futuro. En 1994 sus exportaciones al Mercosur alcanzaron el valor de unos 4.800 dólares y sus importaciones unos 5.147 dólares. De este movimiento, el 80% correspondió a Brasil.

 

Trabajo

A principios de la década de 1990, la población activa sumaba unos 11,8 millones de trabajadores. La mayoría de los 1.100 sindicatos argentinos están afiliados a la Confederación General del Trabajo (CGT). El derecho de asociación sindical, suspendido en 1976, fue restablecido en 1982. A principios de la década de 1990, el movimiento sindical contaba con unos 3 millones de afiliados; en esa época, los programas de privatización del presidente Carlos Saúl Menem habían provocado la pérdida de varios centenares de miles de puestos de trabajo. En octubre de 1995 la tasa de desempleo llegaba al 18%.

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