LA CONTROVERSIA HISTÓRICA ENTRE LAS CIENCIAS Y LAS HUMANIDADES
 
 Prof. Ladislao Cuéllar
RESUMEN

 Nos ocuparemos de la controversia ciencia-humanidades desde sus raíces históricas. Comenzando desde la decadencia de la cultura helénica, en cuanto fuente originaria de la sabiduría occidental, pero a la vez teniendo en cuenta que ya en la antigua Grecia se dio uno de los primeros indicios de esta controversia cuando en la obra satírica Las Nubes, el escritor Aristófanes (s. iv a.n.e.) se burla de las especulaciones cosmológicas de los filósofos jónicos. Hecho que nos demuestra que la controversia que es motivo de este trabajo, está íntimamente ligada al proceso de aparición y desarrollo de la ciencia.

  1. FACTORES CONDICIONANTES DE LA DECADENCIA DE LA CULTURA HELÉNICA
  2. EL RENACIMIENTO Y LAS HUMANIDADES (ANTECEDENTES)
  3. SOBRE LA TRADICIÓN HUMANÍSTICA
  4. EL RETORNO DE ARISTÓTELES DURANTE LOS SIGLOS XIII, XIV Y XV
  5. SIGNIFICADO DEL SURGIMIENTO DE LA CIENCIA MODERNA
  6. HACIA LA UNIDAD DE LAS CIENCIAS
  7. CONCLUSIONES
  8. NOTAS
  9. ABSTRACT

1. FACTORES CONDICIONANTES DE LA DECADENCIA DE LA CULTURA HELÉNICA

 Sin lugar a dudas que con Aristóteles (384-322 a.n.e.), la filosofía o ciencia griega alcanza su punto ápex de máximo desarrollo, coincidiendo con la plenitud del sistema de la democracia esclavista. Posteriormente, en el siglo iv de n.e., diversos factores histórico sociales, entre ellos, las desastrosas invasiones bárbaras, determinan la declinación política del Imperio romano, a la vez que la cultura greco-romana es definitivamente sumergida, particularmente, en sus contenidos materialistas o en su defecto diversificada en posiciones sincréticas o eclécticas; mientras que nuevas costumbres, nuevas creencias o supersticiones se arraigaban a tal extremo que, en el años 529 d.n.e., el emperador Justiniano prohibió el griego, así como la filosofía o ciencia griega, calificándolos de artes de paganos, y desde entonces ya no hay controversia, sino imposición y castigo. Podemos decir que todas esas causas dan inicio a ese período de letargo, sumido en la oscuridad, el cual duró casi diez siglos, y que nosotros, los que somos de países de ascendencia hispánica, eufemísticamente llamamos "Edad Media", pero que los ingleses, con un sentido más real, llaman Dark Age (Edad Tenebrosa).

 Como en realidad, no hay mal que dure siempre, la misma dialéctica de la historia, es la que condiciona el advenimiento del Renacimiento; ese extraordinario período cenital de la humanidad en el que se gesta toda una tradición humanística, a la vez que se reinicia la controversia entre la ciencia fundamentada en el estudio de la naturaleza, y la teología basada en las escrituras o el dogma.
 


2. EL RENACIMIENTO Y LAS HUMANIDADES (ANTECEDENTES)

 Al final de la Edad Media se había hecho problemática la situación religiosa en la que el hombre había vivido. La teología estaba en profunda crisis controversial en la cual se subrayaba, cada vez más, el aspecto sobrenatural, y por ello se convertía en mística. Estaba también desde luego, en situación igualmente crítica, el sistema medieval.

 Después de la ocupación de Constantinopla por los turcos, en 1453, muchos griegos imigraron a Italia llevando manuscritos antiguos (2) que agregaron mayor interés al estudio de las humanidades, como empezó a denominarse la afición a los estudios clásicos, el retorno a las antiguas fuentes de la cultura griega y muchas universidades incorporaron a sus cursos cátedras de lengua y literatura griega.

 Así deviene el Renacimiento, ese instante de fulgurante fascinación en la historia de la cultura humana. Al respecto, parafraseando lo que dice Gustavo Fabal: "Jamás la historia desde la época gloriosa de la Grecia de Pericles, y de Fideas, había contemplado una constelación de figuras geniales, de rango tan extraordinario. La Edad Media estaba presidida en lo espiritual por el concepto de ultramundo, la vida humana en función del más allá. El Renacimiento subvierte este concepto agónico y glorifica la vida y busca su plena realización en este mundo, es la hora de los geodescubrimientos, la investigación filosófica o científica, los inventos, etc. La confianza en la razón se impone a los postulados del dogma y le abre caminos ignotos al conocimiento" (3). En otras palabras, se crean las condiciones que ulteriormente permitirán inclinar la controversia, a favor de la ciencia.
 


3. SOBRE LA TRADICIÓN HUMANÍSTICA

 Existe toda una tradición humanística, ciertamente, y desde sus orígenes durante el Renacimiento, no estuvo desmembrada o desligada de la ciencia. Los humanistas renacentistas al propiciar una vuelta a las antiguas fuentes de la sabiduría griega, comprobaron que esta sabiduría justamente estaba conformada por la filosofía; aún no diferenciada de la ciencia, además incluía las antiguas artes y oficios, todo lo cual constituía la cultura de la antigüedad.

 En resumen, la afición a la labor recolectora, traductora, comentadora y difusora de los textos antiguos, creó toda una tradición humanística con el consiguiente surgimiento de una constelación de valores humanos, durante el período histórico llamado Renacimiento, entre los cuales cabe mencionar a: Cosme de Medicis, quien en 1445 auspicia la Constitución de la Academia Platónica en Florencia, Italia; a Poggio Bracciolini, Nicolo de Nicoli; Nicolás Copérnico, astrónomo polaco que en 1543, después de 30 años de cautelosa espera, decide finalmente la publicación completa de su formulación heliocéntrica, Revoluciones de los cuerpos celestes, sentando así las bases para la refutación de la teoría del universo inmóvil de Tolomeo, impuesta por la teología; Giordano Bruno (1548-1600) filósofo italiano, que combatió la filosofía escolástica en su obra principal Del infinito universo y mundos, llegó a la conclusión que existe un número infinito de mundos, fue quemado vivo por la Inquisición debido a sus ideas científicas, lo cual lo convierte en un mártir de la ciencia: con él la controversia se tornó en intolerancia cruel; Juan Kepler (1571 - 1630) astrónomo alemán, que adaptando el heliocentrismo y enfrascándose en la simetría geométrica descubre las leyes de las órbitas planetarias, estableciendo an elípticas; Francis Bacon (1561 - 1626) filósofo inglés, fundador del materialismo moderno e introductor del empirismo, en su Novum Organum presenta una nueva lógica inductiva, opuesta a la aristotélica. Galileo Galilei (1564 - 1642) físico italiano, fundador de la física experimental moderna; estuvo reprimido por la Inquisición y se vio obligado a retractarse de sus afirmaciones sobre el movimiento de la tierra. Se le puede considerar también un mártir de la ciencia. Leonardo de Vinci (1452 - 1519) artista, físico, ingeniero, escritor y músico italiano; Erasmo de Rotterdam, humanista holandés y Tomás Moro, autor de la obra Utopía y representante del socialismo utópico.
 


4. EL RETORNO DE ARISTÓTELES DURANTE LOS SIGLOS XIII, XIV Y XV

 La Escolástica representaba la enseñanza filosófica de la Edad Media, y se fundamentaba en la teología. Gran parte de la filosofía medieval ya desde su etapa Patrística (s. iv d.n.e.) se nutría sincréticamente de los escritos platónicos y neoplatónicos, de la filosofía de Plotino caracterizada por ser idealista; incluyendo a un primer Aristóteles sólo conocido por sus trabajos lógicos (Organon) y en sus aspectos idealistas. La verdad es que el Aristóteles de la Escolástica no interesaba mucho, estaba pasado por la teología, pues, en aquel entonces la filosofía estaba en la sumisa condición de sierva de la teología. Cuán diferente resultó el Aristóteles que retorna a partir de los siglos xiii, xiv y xv de n.e., por la vía árabe y sobre todo por la extraordinaria labor de los humanistas. En consecuencia la Escolástica tendrá que enfrentarse nuevamente con la filosofía del gran Estagirita, pero esta vez la controversia es encarada muy sutilmente por la labor de adaptación sistemática que magistralmente es llevada por Santo Tomás.

 Posteriormente a partir del siglo xv hasta el xviii, con el desarrollo del materialismo filosófico, la controversia resurge y se agudiza, pero esta vez entre las posiciones teológicas sostenidas por la Escolástica y las posiciones científicas defendidas por el materialismo francés representado por los filósofos La Mettrie, Diderot, Helvecio, Holbach, etc. Arribándose esta vez la definitiva liberación de la filosofía, en cuanto exponente principal de las humanidades y de la defensa de la libertad de pensamiento. En lo concerniente a la Escolástica y su teología, éstas quedan reducidas en sus argumentos fideístas; mientras que la filosofía del siglo xviii, llamado también Siglo de las luces, se solidariza con las ciencias particulares que se van separando de la filosofía de la naturaleza.
 


5. SIGNIFICADO DEL SURGIMIENTO DE LA CIENCIA MODERNA

 Con el Novum Organum de Francis Bacon (1561 - 1626), y los trabajos teórico-experimentales de Galileo Galilei (1564 - 1642), la ciencia encuentra el nuevo método analítico-experimental que le permitirá alcanzar un extraordinario desarrollo de sus nuevas hipótesis y teorías. Aperturándose así el período de la ciencia moderna, caracterizada por ser cuantitativa, experimental e inductiva en la observación y medición de los fenómenos, a la vez que deja en un segundo plano la búsqueda de los principios de todas las cosas. En cambio con la ayuda de la experimentación trata de descubrir las regularidades en los fenómenos, que al ser interpretadas matemáticamente, permitieron arribar a la noción moderna de Ley Científica. Sin embargo, la nueva física experimental de Galileo no deja de ser determinista, por ello, en rigor no se puede decir que sea el paradigma de la ciencia. Y con respecto al método cabe recordar que, ya en la antigüedad, los filósofos de la especulación cosmológica jónica, se basaban también en la experiencia. De igual manera, Aristóteles aconsejaba la observación o experiencia sensible, señalando que la sensación en acto corresponde al ejercicio de la ciencia, pero consideraba superior la especulación. En sus Últimos Analíticos (4) trata sobre las relaciones de causa y efecto en las demostraciones y las reglas para la inducción, etc., etc.

 Si bien es cierto que el nuevo método permitió a la ciencia moderna alcanzar grandes éxitos en el estudio de la naturaleza; a la vez -como si fuesen un efecto secundario- se inicia un cambio degradante en sus principios, en otras palabras: la ciencia sufre un corte o una ruptura -deshumanizante- que la separa de la entelequia sustentada por Aristóteles y es así como la eticidad interna, o intrínseca de la ciencia, se va extinguiendo, y en la medida que se instrumentaliza, pierde su sentido teleológico, deja de ser una entelequia con aspiraciones apodícticas, se torna imperfecta, al igual que el mismo movimiento según Aristóteles, al no ser un acto acabado, es imperfecto, pues lo perfecto es la entelequia: el movimiento dirigido para sus fines, hacia lo mejor para todo el orden o sistema de cosas (5).

 Y, últimamente, la revolución industrial de los siglos xix y xx, promovió la creciente especialización que determinó la definitiva separación de las ciencias particulares de la filosofía, quedando la ciencia instrumentalizada como si fuera una técnica y en la paradójica situación de ser toda una legalidad deshumanizada y éticamente "neutra", que puede entrar en controversia con las posiciones éticas defendidas por las humanidades o ciencias del hombre. En consecuencia, algunos epistemólogos, entre ellos Mario Bunge (6) defienden la llamada neutralidad ética de la ciencia. Y otros autores hasta tratan de justificarla diciendo: "Una o cien máquinas no pueden ser bondadosas o perversas". Lo cual es comprensible si se tiene en cuenta que delante de la máquina (y en su teoría y diseño), está el hombre que con un simple apretar de botones, da el sentido a las cosas, y puede darnos grandes beneficios u ocasionarnos los peores daños. Desde luego que esta fe en la responsabilidad moral del hombre, es importante y deseable, pero el problema es que por ahora, en los actuales sistemas sociales, predominan los intereses económicos. Es por ello, que a pesar del gran dominio sobre la naturaleza, alcanzado a través del conocimiento científico y tecnológico, aún no es posible que todo ello se plasme o se traduzca en un pleno beneficio para el desarrollo social y bienestar de la humanidad. Al respecto podemos mencionar que últimamente, a raíz de las reuniones presidenciales celebradas en Brasil, el Presidente de los Estados Unidos de N.A. no suscribió plenamente los convenios a favor de los sistemas ecológicos del Amazonas, al ver comprometidos los intereses de las grandes empresas transnacionales.

 Y en otra faceta de la controversia que nos ocupa, vemos que predicadores, literatos y filósofos, a nombre de un humanismo idealista, tratan de echar la culpa a la ciencia y a la tecnología de todos los males del mundo; a la vez que están en contra del dominio de la naturaleza que se traduce en mayores niveles de libertad ganados a través del conocimiento. Pero, inconsecuentemente, por su misma situación económica o status social, son los que más disfrutan de todas las comodidades que facilita la ciencia y la tecnología contemporáneas. A todos ellos les sugerimos tomar conciencia de que el homo sapiens no puede existir separado del homo faber, pues, la producción es una necesidad, aún más, el primer acto histórico mediante el cual se distinguen los hombres de los animales no es que piensan, sino que comienzan a producir sus medios de vida. Y si los antiguos griegos se dieron el "lujo" de hacer ciencia por la ciencia misma fue porque ellos tenían resuelto el problema de las fuerzas productivas sobre la base de la fuerza de trabajo del esclavo en el sistema de la democracia esclavista.No echemos, pues, la culpa al dominio sobre la naturaleza, logrado a través de la ciencia y la tecnología, imputándoles todos los males que nos está ocasionando la fase imperialista del modo de producción capitalista.
 


6. HACIA LA UNIDAD DE LAS CIENCIAS

 Por lo expuesto anteriormente, actualmente ya no hay razones para acrecentar entre nosotros la controversia ciencia-humanidades, puesto que la solución definitiva de ésta sólo sería el resultado de la propia evolución histórica. Más bien debemos tener presente que la dialéctica del mismo desarrollo de las ciencias, por un proceso inverso al de la especialización -que diera nacimiento a las ciencias a partir de la filosofía- se integran aspectos interdisciplinarios colindantes, dando lugar a la formación de nuevas ciencias, por unificación, tal como es el caso de la Cibernética. Y así también como no es posible que un solo hombre pueda abarcar todo el conocimiento científico: la nueva tecnología cibernética puede proporcionar rápidamente la información interdisciplinaria, facilitando así la interrelación multidisciplinaria entre equipos de investigadores. Sin embargo, la verdadera unidad de la ciencia, en primer lugar, está garantizada por una misma entidad de trabajo de práctica que es la materia y que es común en todas las ciencias; en segundo lugar, por el principio de conexión interdisciplinaria, basado en que la unidad del mundo consiste en su materialidad. Se considera a la naturaleza conformada por tres grandes esferas: a) Naturaleza inorgánica, b) Naturaleza viva, c) Naturaleza social o materia socialmente organizada. Concibiendo la sociedad como un producto superior de la evolución de la naturaleza que incluye al hombre y su pensamiento.

 Vemos, pues, que la verdadera unidad de la ciencia no se da en el método ni con el uso del lenguaje como sostienen los neopositivistas lógicos a la vez que niegan a la filosofía como ciencia, reduciéndola a la restringida tarea de análisis del lenguaje. Nosotros consideramos que la filosofía es una ciencia, pero es una ciencia filosófica, ya que no es, precisamente, una ciencia sujeta a algún método científico, como son las ciencias convencionales.  Igualmente, los neokantianos niegan el carácter científico a la historia señalando que la narración de una serie de hechos irrepetibles, no puede estar sujeta al método científico. Pero lo cierto es que el principio materialista que dice: "El ser social condiciona la conciencia social", le devuelve el carácter científico a la historia, así como a otras disciplinas del área de humanidades, como son el Derecho y la Educación. Dicho principio establece relaciones de predictibilidad cualitativa entre el ser social y la conciencia social, en otras palabras, entre la base económica de la sociedad y las ciencias reconocidas o por reconocer que conforman parte de la superestructura. En conclusión: la unidad del conocimiento científico que comprende a las ciencias que estudian la naturaleza inorgánica y la naturaleza viva con el conocimiento humanístico, literario, artístico, social, etc. comprendido dentro de las ciencias del hombre (o humanas) y pertinentes a la naturaleza social, conducen a la disolución de la controversia ciencias-humanidades y, por consiguiente, en su correcta y futura solución: todas serán ciencias.

 Y, por último, finalizamos este capítulo parafraseando unas palabras de Marx: "propiciamos un neohumanismo, en el que las ciencias naturales sean como las ciencias del hombre" (7).
 


7. CONCLUSIONES

 Después de haber hecho un largo recorrido de la historia del desarrollo de la ciencia a partir de la filosofía, como un proceso que ha estado estrechamente vinculado a la controversia: ciencias-humanidades, hemos comprobado que actualmente ya no hay razones para continuar promoviendo una controversia cuya relación de intereses ha cambiado y mucho menos ahora que vamos hacia una unidad de la ciencia en la cual puede estar comprendidas las humanidades o ciencias del hombre.

 Históricamente, la controversia que es motivo de este estudio, solamente ha revestido un carácter muy grave durante la Edad Media, cuando ha tenido lugar entre la ciencia, fundamentada en el estudio de la naturaleza y la Escolástica y su teología basada en las escrituras y el fideísmo dogmático.

 Aunque la controversia que hemos estudiado, en su contenido más profundo, puede ser reducida a la lucha de los intereses entre el materialismo y el idealismo, hemos desistido de hacerlo así por dos importantes razones: en primer lugar porque en el área de las humanidades o las letras se han dado históricamente con diferentes caracteres, tanto las posiciones materialistas como las idealistas; en segundo lugar por el alto grado de generalización que implicaría, al hacer un recuento histórico, lo cual nos hubiera llevado a asumir una marcada actitud mecanicista.

 Pasando ahora a lo particular, en lo pertinente a lo Universidad Nacional Mayor de San Marcos; creemos que el fantasma de privilegiar en lo económico a la investigación universitaria del área de ciencias, no tiene por ahora ningún fundamento de necesidad institucional, mucho menos en nuestra universidad caracterizada por su larga tradición humanística. Y más bien, en lugar de tener esas dudas, se debe ir conformando los equipos de trabajo para la investigación interdisciplinaria.

 No olvidemos que justamente, en su mayor parte, los pensadores del área de humanidades, fueron los primeros en señalar la importancia de la ciencia y la técnica para el desarrollo económico-social, y como un primer ejemplo tenemos a Francis Bacon, el filósofo de la revolución industrial. Por consiguiente la controversia: ciencias-humanidades no debe ser motivo de preocupación. Sin embargo no debemos confundir la propuesta prevocacional (8) de equilibrar el profesionalismo de acuerdo a las necesidades nacionales de profesiones idóneas para el logro del desarrollo socio-económico, con la tesis de propiciar solamente la hegemonía del científico o tekhnites (9).

 Como conclusión final: pensamos que tanto la ciencia como la investigación científica, tecnológica y humanística, debe estar orientada teleológicamente hacia fines que conduzcan al bienestar general, es decir, no sólo del hombre sino también de la preservación de la propia naturaleza. De tal manera que se inicie un proceso de recuperación de la eticidad interna de la ciencia, éste es un ideal científico que se debe cultivar; aunque la conditio sine qua non, no esté dada.
 
 

Prof. Ladislao Cuéllar (Tfo. 5218230)

Departamento de Filosofía,

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Ciudad Universitaria, 15 de Abril de 1994.
 


NOTAS

(1) En el Seminario Taller "Desarrollo de la Investigación en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos" (20.01.1994) se hizo evidente el celo o cuidado de algunos profesores del área de humanidades, quienes hicieron serias observaciones, al comentarse el Documento de Trabajo elaborado por la Oficina General de Investigaciones del Vicerectorado académico de la Universidad. En parte, debido al justificable rol preponderante que en dicho documento se señala a la investigación científica de interés tecnológico, dando la apariencia de un menoscabo a la investigación humanística. Dio así la impresión que en San Marcos se estría también privilegiando la investigación en el área de la ciencia y la tecnología; mientras que el rol de la investigación humanística se vería seriamente disminuido, tanto en su importancia, como en lo concerniente al significativo aspecto económico. Todo lo cual, si bien es cierto no está expreso, se hizo evidente a partir del propio análisis del difundido documento de trabajo, particularmente en lo expuesto como los lineamientos de política de investigación (comisión n. 3). Sin embargo, no se puede negar que en dicho documento se hace, además con mucho acierto, dos postulaciones fundamentales: la primera es referente a lo que es o debe ser la Universidad, la segunda considera que la Universidad puede ser entendida como la totalidad distinguible de su contexto por su relativa independencia en lo académico y administrativo. A la vez que se señala el fin general de la universidad, como el de todas las instituciones, es servir al desarrollo y mejoramiento de la sociedad que la anida (Se comprende que todo ésto es a través del conocimiento).

 A continuación refiriéndose a la problemática de la investigación en la Universidad, el documento con mucha veracidad dice: "Las evaluaciones del desarrollo de las modernas sociedades, reconocen que el factor que explica mejor los altos niveles de producción industrial y de organización social, está constituido por los conocimientos científicos y sus proyecciones tecnológicas". Encarando el problema con una actitud práctica, sostiene lo siguiente: "Si creemos que nuestra universidad tiene como fin fundamental contribuir a través de la ciencia, a la solución de los grandes problemas nacionales, es menester proponer una clasificación básica de los mismos...",  etc.,  etc.  Bueno,  ahora  nosotros  nos  preguntamos:  ¿Es,  o  era  justificable  el  celo  o preocupación mostrada por algunos profesores del área de humanidades? Desde luego a justificable debido a los criterios empleados, no obstante de ser acertados no estaban aún lo suficientemente dilucidados pues, el documento en cuestión no esclarecía ciertos aspectos históricos sobre los orígenes de la controversia: ciencia-humanidades. Y lo cierto es que tampoco tenía porque hacerlo, ya que se trataba de un documento presentado con el carácter de una hipótesis de trabajo, a fin de derivar conclusiones que signifiquen una mejora importante en la actividad de investigación, tal como se señala en su misma presentación.

(2) Este retorno de los antiguos textos dispersos en Oriente fue posible, ulteriormente, gracias a la estrategia del Alejandro, quien fue instruido por Aristóteles; y no fue un conquistador en el sentido vulgar del término, sino un helenizador de los pueblos de Oriente; tras sus ejércitos venían filósofos, médicos, escultores, etc. cuya misión era fundar bibliotecas y difundir la cultura griega.

(3) Mayor información sobre estos aspectos históricos puede ser encontrada en Fabal, Gustavo: Panorámica del pensamiento social desde el Medioevo hasta el siglo xix, Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1970.

(4) Obras completas de Aristóteles, Ed. Anaconda, Buenos Aires, trad. D. Patricio de Azcárate, tomo iii, pags. 71, 252 y 494.

(5) Ibid, tomo ii, p. 310. El término entelequia ha sido utilizado por el idealismo pero puede tener también una interpretación realista.

(6) Véase Bunge, Mario: Etica y ciencia; Ed. Siglo xx, Buenos Aires, 1972.

(7) Véanse Los Manuscritos Económico-Filosóficos de 1844.

(8) Véase Cuéllar, L.: Prevocacionales de ciencias físicas. Una nueva filosofía prevocacional para el desarrollo nacional, Departamento de Impresiones, Gran Unidad Escolar Bartolomé Herrera, Lima, 1963-9.

(9) Bajo este punto de vista, consideramos que en el documento de trabajo no ha habido desvalorización de la importancia de las humanidades.
 


ABSTRACT

 This paper is about the sciences-humanities controversy from a historical perspective. It begins in the decayed Hellenic culture -the fundamental basis of de Western Civilization- with the satirical work The Clouds by Aristophanes (4th Century b.c.e.), where he jokes of the Ionic philosophers' cosmological speculations, a fact that proves that the controversy of this paper is very closely related to the process of appeareance and development of science.

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Nota adicional.- Este artículo también ha sido publicado en la Revista Peruana de Filosofía (RPFA) #7.