Los ángeles como compañeros espirituales.

Hay infinidad de nombres y conceptos con los que se define a los ángeles, por ejemplo mensajeros, seres espirituales, maestro interior, demonio, daimonion, gurú, deva, compañeros espirituales, para citar sólo algunos. Así como una persona amable o buena amiga nos acompaña a veces un tiempo en nuestro camino, podemos experimentar en situaciones especiales la compañía de nuestro ángel. Ellos pueden ser nuestra ayuda cuando estamos solos. Pueden ser compañeros cuando se cierne sobre nosotros un peligro. Pueden socorrernos cuando sufrimos por la infidelidad de una persona. Estas son sólo unas pocas situaciones de la vida en las que puede presentarse nuestro ángel.
A un ángel no se le puede llamar como hacemos con los bomberos o la policía. Ni obligarlo a reclamar su presencia según nuestras necesidades, ya que se aparecerá cuando haya llegado su kairos (el momento oportuno).

 

Un punto de vista psicológico acerca de los ángeles.

Desde el punto de vista de la psicología profunda, resulta que los ángeles son seres que transitan en los límites de nuestro mundo psicológico normal, son considerados como una compañía pero también pueden   ser una gran influencia para ayudarnos a romper esos límites a menudo represivos de nuestra normalidad o lo que nosotros consideramos como tal. Psicológicamente la manifestación mas experimentada de un ángel es  a través de los sueños en los cuales  nos abren nuevos espacios de vida interiores y nuevos espacios de vida en lo exterior, nos inspiran o nos entusiasman para que proyectemos y pongamos manos a la obra en lo que amplía nuestra vida. Según esta concepción, los ángeles son algo así como un símbolo espiritual dentro del yo interior del hombre. De igual manera en que el yo y la conciencia del individuo están comunicados entre sí, los ángeles son las energías organizadoras en el yo interior del hombre. De este modo, hemos hallado cierto modelo para comunicarnos con lo ángeles. Cuando nos preparamos para el encuentro con ellos y encauzamos nuestros pasos "hacia los ángeles", vuelve a crecer nuestra confianza en nosotros mismos y, sobre todo, en la influencia curativa del yo interior, donde residen los ángeles. Estos ángeles no solo pueden inspirarnos , sino también erotizarnos al hacer vibrar en nosotros aspectos afectivos que, en la vida normal, permanecen ocultos. Según un antiguo mito, la energía de Eros es capaz de volver a sanar la naturaleza del hombre.

!Que un ángel robustezca mi esperanza y mi alegría de vivir !

 

 

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