Cuatrocientos cinco años de nunca

Te presentí como cuando llegan los vientos de tormenta
tu senda gris me ha despertado el alma,
y hoy me atormenta.
Llegaste con tu cinta, amarrando tu cabeza
todo el viejo pasado que moría
y tus ojos color de esperanza me dijeron
que sufrías, que ya no esperabas ni un consuelo,
y de pronto el pasado reciente retornó
y no quise llenarme el pecho de ternura.
Porque tengo temor,
porque siento el dolor
que tu amor me causaría.
Yo no quiero sufrir,
yo prefiero morir
a pensar que sufriría.
Te presentí como cuando llegan los vientos de tormenta
tu senda gris me ha despertado el alma,
y hoy me atormenta.