COMPAÑERAS. Las supermodelos Helena Cristensen, Tyra Banks fue tapa de Sport Ilustrated con Valeria Mazza y Rachel Hunter, la esposa de Rod Stewart, compartirán las campañas gráficas con Paula.

Es una verdadera chica de tapa. Y no porque ilustre la portada de una revista. Paula Colombini firmó un contrato millonario que la pone en la cúspide de su carrera de modelo: es la piel de Cover Girl (chica de tapa), una importante marca de cosméticos internacional. Además es la primera top local que logra ser cara de un makeup. Por eso no baja los brazos y sigue viajando por el mundo. La semana pasada estuvo en Buenos Aires por 48 horas ­para realizar las gráficas de una marca de ropa­, y dos horas después de terminado el trabajo, pegó la vuelta a Nueva York.
­Perdón... ¿Puedo acariciar su piel? Porque seguro que debe de valer millones...
­¡Ay!, no digas eso. Lo que pasa es que el contrato exige que me cuide la piel. Así que a partir de ahora voy a tener que preocuparme por la alimentación. Igualmente, hace varios años que no como carne, y la comida frita no me gusta.
­Claro, no vaya a ser que le aparezcan algunos granitos...
­Más vale. Sería gracioso despertarme un día con la cara llena de granos. Mirá si se arrepienten de haberme contratado. ¡Me muero!
­Debe de sentirse orgullosa, porque en un país donde todas son modelos top, usted es de las pocas que consiguió un contrato millonario.
­Es muy importante. Imaginate, soy la primera modelo argentina que consigue esto, y eso me enorgullece. Los dueños de mi agencia en Nueva York (Company Management) no lo podían creer. Tuve que pasar un casting mundial y varias entrevistas personales. Por un año y medio tengo que poner mi piel a la marca. Además voy a trabajar con las supermodelos Niki Taylor, Tyra Banks ­fue tapa de Sport Illustrated con Valeria Mazza­ y con Rachel Hunter, la esposa de Rod Stewart.
­¿Por dónde pasa su atractivo como para resaltar entre miles de mujeres?
­Me dijeron que les atrajo mi estilo de belleza que, sin duda, es producto de la mezcla de razas que hay en la Argentina. En el mundo hay casos increíbles de modelos, como Helena Christensen, cuya madre es peruana, y el de Christy Turlington, cuya mamá es salvadoreña.
­¿Y su madre de qué país es?
­No, mamá es bien porteña. Además, yo entiendo a la belleza como un cuerpo en armonía. Hago mucha gimnasia y me encanta salir a correr con Pato (Colman, su marido). Soy una persona hiperactiva. Lo mío es una opción de vida, no me gustaría ser esquelética como las modelos de ahora. Los movimientos de la moda suelen ser injustos. A Karl Lagerfeld se le ocurrió imponer a Stella Tennant con su look hiperflaco, y lo imitaron en el mundo entero.
­Después de Nueva York, ¿intentará conquistar París?
­No, ahora más que nunca tengo que estar en los Estados Unidos. Igualmente, en septiembre me voy a dar una vuelta por París. El tema no es ir a probar suerte. Lo bueno es gustarles a los clientes y que llamen a la agencia preguntando por mí.
­Imagino que por el mundo se cruza con varias tops argentinas. ¿Cómo es su relación con ellas?
­Sí, me cruzo con Valeria Mazza y María Inés Rivero. Es difícil triunfar y ser una verdadera top. La lucha en este mundo es permanente y los sufrimientos también. No me siento una número uno, pero sé que este contrato me ayuda a crecer. Soy la tercera modelo de habla hispana que representa la marca.
­No hable tanto, Colombini, que va a generar mucha envidia...
­No creo que vaya a pasar eso. La gente que pertenece al mundo de la moda me respeta. Todos saben que lo que conseguí fue por ser una trabajadora.
por: Alberto Funes