ESPACIO CURRICULAR LENGUA Y LITERATURA


Fundamentación
Enseñar Lengua y Literatura implica la reafirmación de una responsabilidad asumida desde comienzos de la escolaridad, inscribiendo las prácticas aúlicas en el marco de un proyecto educativo que, en forma articulada con la EGB, considere cuatro aspectos:

1-. El estadio evolutivo del sujeto de aprendizaje: el adolescente en tránsito hacia la vida adulta en un contexto de cambio e inestabilidad.

2-. Las complejidades del campo científico de las disciplinas involucradas: convergencia entre las diversas teorías que conforman las Ciencias del Lenguaje.

3-. La intencionalidad pedagógica de las acciones didácticas orientadas al desarrollo de un conjunto de competencias generales y específicas de los alumnos y las alumnas.

4-. Las particularidades de los contextos sociales y culturales en los que la lengua se usa y las características propias de los adolescentes como sujetos lingüísticos tanto en su dimensión individual o personal como social o intersubjetiva.

El espacio curricular "Lengua y Literatura" se construye a partir de la reflexión sobre la lengua materna y, fundamentalmente, en torno a un acercamiento cada vez más profundo y sistemático a la Literatura, considerando que tanto una como otra constituyen poderosos artificios de significación mediante las cuales pueden construirse representaciones valoradas de la realidad. En efecto, una lengua es un símbolo, un medio a través del cual expresamos nuestras ideas, sentimientos, creencias, sensaciones, un modo como transmitimos diversos mensajes y, particularmente, una forma de conducta que nos ayuda a intervenir activamente en nuestro entorno. Es un sistema porque la subyace una estructura y tiene, así, sus propios recursos y sus reglas de composición. Es historia, porque está en continua transformación como la realidad misma y está, por eso, sometida a una dinámica y a un conjunto de fuerzas que la determinan. Es actividad mental, porque presupone capacidades y procesos que ponemos en juego para elaborar nuestro pensamiento. Es actividad comunicativa socialmente diferenciada, porque protagoniza nuestros intercambios, está en nuestras instituciones y es ella misma una institución, siendo portadora de un saber específico que, además, nos permite construir otros. Es el instrumento del que se valen las personas para relacionarse entre sí en su vida cotidiana y tiene, también, un rol decisivo en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Pero, y fundamentalmente, es la Literatura que se escribe con ella porque ésta es, sin duda, la herramienta más valiosa que favorece el desarrollo del conjunto de conocimientos, habilidades y estrategias que nos transforman en sus usuarios competentes.

En efecto, la riqueza de los procedimientos verbales amplía la capacidad lingüística ya que permite producir e interpretar expresiones variadas así como también promueve la utilización creativa de dichos recursos, propiciando, de este modo, la originalidad. Incrementa, además, la capacidad epistémica puesto que, por la posibilidad que ofrecen los lenguajes de elaborar universos complejos, se potencian y enriquecen nuestras estructuras conceptuales. En verdad, sin el lenguaje no seríamos capaces de concebir nuestra propia realidad porque la unión del lenguaje y el pensamiento se convierte en un andamiaje fundamental para la actividad cognitiva que regula nuestro lenguaje interior -dirige la conducta, permite hacer planes, resolver problemas- y nos comunica con el mundo exterior -nos relaciona de algún modo con los otros-. Asimismo la experiencia con el lenguaje aumenta nuestra capacidad perceptiva ya que, el contacto con la materialidad de la lengua que la Literatura principalmente pone en escena -sus formas, sus sonidos, sus imágenes, sus texturas-, afina nuestras percepciones y nuestras formas de captar la realidad adoptando nuevas visiones frente a ella, es decir, aprendiendo a focalizar, seleccionar y configurar los datos que ésta nos provee de un modo peculiar, diferente y propio. Por otro lado las diferentes manifestaciones lingüísticas icónicas, cinésicas, proxémicas, escritas u orales se sitúan de manera adyacente y acompañan nuestras acciones. Por último, el uso del lenguaje ayuda a intensificar nuestra capacidad social: la Literatura, por ejemplo, en tanto forma particularísima de interacción que permite establecer diálogos más allá del tiempo y del espacio, desarrolla aptitudes para saber adaptarnos a distintas situaciones, a crear nuevos y ricos lazos con sujetos presentes y ausentes.

Por eso, el diseño curricular que estamos presentando se funda sobre el siguiente conjunto de prescripciones:

1-. Tanto la Lengua como la Literatura se abordan desde un enfoque comunicativo; pero, dadas las complejas relaciones que pueden establecerse entre lenguaje y educación, con una concepción de comunicación más próximo a su sentido etimológico original y enriquecido con dos perspectivas: una perspectiva cognitiva y una perspectiva cultural. Cognitiva, porque el lenguaje verbal es un medio para construir conocimiento pero también es, en sí mismo, un saber específico, por lo que éste debe poseer un tratamiento particular y no ser subsumido por el estudio de otros lenguajes. Y una perspectiva socio-cultural en la medida en que la Lengua, en general, y la Literatura, en especial, son una forma de comportamiento social y un patrimonio cultural. En este sentido la comunicación presupone mucho más que los medios que la actualizan, que los productos por medio de los cuales se manifiesta en el seno de una sociedad, que los contenidos que se trasmiten, puesto que considerar sólo estos aspectos conduciría a trabajar la Lengua en un sentido fuertemente instrumental. Al respecto, creemos que el currículum debe inscribirse en una plano de reflexión diferente: la comprensión y la valoración de las relaciones que existen entre conciencia o pensamiento, lenguaje verbal y contexto socio-cultural; lenguaje, Lengua y Literatura; usos verbales y funciones sociales; usos individuales y sociales, además del desarrollo de un conocimiento metalingüístico mediante el cual los alumnos y las alumnas puedan resignificar su conocimiento -elaborado a través del lenguaje y sobre el lenguaje mismo- al tiempo que les permita controlar la utilización efectiva de la lengua según los requerimientos de la situación. Se trata de resolver la compleja dialéctica sociedad-educación propugnando la generación del pensamiento y el juicio crítico de los alumnos.

2-. Los contenidos de enseñanza están orientados hacia la educación lingüística y literaria en virtud de lo cual se concederá a la Literatura, tanto escrita como oral, un valor trascendental. La Lengua de un grupo social es, entre otras cosas, su tradición literaria, y en la Literatura se encuentran todo tipo de textos y ámbitos del discurso. Por otro lado, en ella se halla encerrado un valor cultural profundo para el imaginario antropológico y para la interpretación de la realidad. El que lee Literatura participa cognitivamente, emotivamente e imaginativamente del discurso de la humanidad ya que los mundos que ésta crea implican siempre un juicio, una reformulación de la realidad y una valoración de la misma -ha puesto en escena la evolución de la ciencia, de la política, de la técnica, de la historia, del derecho, de la educación, de la ética, de la estética-. La Literatura representa el mundo pero también interviene sobre él. Además no sólo se expresa mediante el lenguaje sino que ésta contribuye a generarlo, esto es, a fundarlo y transformarlo. En efecto, se trata de hacer conocer de qué manera la Literatura se convierte en Arte puesto que, más que un conjunto de estructuras gramaticales o combinaciones lingüísticas insospechadas, es una forma de discurso que posee sus propias convenciones, lleva a cabo una función social determinada y posee efectos específicos. Sin embargo, todo esto no puede lograrse si el alumno o la alumna no tiene acceso a ella, especialmente, si se tiene en cuenta que el propio contexto social no facilita dicho acceso: en general, la cultura del adolescente es más visual que letrada y sus escasas lecturas no les permiten formar gusto ni hábito alguno frente al acto de leer, además, claro está, de no vivenciar la lectura como algo placentero.

3-. El lenguaje se trabajará como objeto integral en el marco de una ética individual y colectiva ya que se trata de promover una conciencia cultural, de formación personal, a partir de una reflexión sobre los usos expresivos y comunicativos de todos los lenguajes, en particular, el lenguaje verbal. En este sentido, saber hablar, escribir, escuchar y leer ayuda a formar ciudadanos libres y autónomos que tomen conciencia acerca del lenguaje como instrumento de poder, control, integración o estigmatización social pero también como un modo de proyectar mundos, fabricar utopías que nos haga posible transformar imaginativamente y activamente nuestra propia vida. Dado que el lenguaje es un instrumento de representación y acción, constituye un fuerte mediador que regula no sólo nuestras interacciones cotidianas sino también interviene en todos los procesos de aprendizaje ya que no existe saber humano que, de algún modo u otro, no se halle expresado a través de la palabra. Al respecto, el dominio de la lengua oral y escrita y la experiencia con la Literatura deberá propender al desarrollo integral de las personas atendiendo a su diversidad: capacidades intelectuales, motrices, afectivas, valorativas, relación interpersonal, actuación e inserción social. Deberá propiciar, en consecuencia, un "cambio cognitivo" puesto que, a través de una relación profusa y variada con la Lengua y la Literatura, los alumnos y las alumnas podrán enriquecer su bagaje de conocimientos produciendo incluso otros nuevos tanto en el campo humanístico como en el científico, técnico o artístico.

En efecto, el lenguaje constituye el "elemento generador de estrategias para resolver problemas de comunicación en situaciones diversas" pues permitir usar formas distintas para satisfacer funciones comunicativas diferentes, en múltiples contextos y situaciones; su dominio se va adquiriendo con los otros y su organización obedece a normas sociales. Desde este punto de vista, el significado es siempre indisociable de un contexto de uso, que se compone de la situación social inmediata y de un medio sociocultural más amplio -conocimientos, creencias, valores individuales o grupales-. La significación deberá entenderse, entonces, como un proceso de comprensión mutua que se lleva a cabo en la interacción social producida a través del lenguaje; por esto, la Lengua deberá considerarse un conjunto dinámico, diversificado y jerarquizado de textos y voces en que los hablantes nos sumergimos y con el que dialogamos otorgando sentido a nuestra realidad. Se trata, así, de conducir a los alumnos y a las alumnas para que puedan elaborar pensamiento y modelos personales y sociales de comportamiento, proceso de formación que, en realidad, dura toda la vida. Por esto, la clase de Lengua y Literatura tendrá que ser mucho más que una revisión histórica o lingüística de los textos; debe ayudar a los alumnos y alumnas a apropiarse de los mismos de modo tal de poder incorporarlos en su entorno vital y compartirlos con los demás. En especial, la experiencia con la Literatura debe proporcionar un bagaje cultural e instrumental que permita un crecimiento personal -intelectual y socioafectivo-, el afianzamiento de valores individuales y la participación en la construcción de una nueva sociedad.

Asimismo el comienzo del siglo XXI se caracteriza por sus transformaciones constantes, sus continuos cambios sociales y culturales. Ante tal situación sabemos que la educación es el medio para lograr que los jóvenes puedan integrarse en dicho contexto de cambio. Sabemos también, incluso, que se trata de una época muy complicada para ejercitar un genuino placer de vivir. En este sentido, tenemos que reflexionar que existen ciertas manifestaciones de nuestra cultura -pasada y presente- que permiten contraponerse al valor de lo material, lo trivial o la banalidad. La Literatura, sin duda, se convierte en una fuente inagotable de enseñanza, de transmisión de valores, de sentimientos; representa todos los tiempos y, sobre todo, puede ayudar a comprender nuestro devenir.

En suma, el espacio curricular "Lengua y Literatura" impacta en forma directa sobre los fines propios del Nivel Polimodal y tiene fuerte influencia también en las distintas Modalidades porque constituye un espacio de carácter transversal que integra contenidos básicos de fundamento. En efecto, promueve el desarrollo de un egresado crítico, capaz de interrogarse sobre su propia entorno develando los mecanismos de significación y las intencionalidades que los subyacen; informado, dado que el dominio de la Lengua y la Literatura y del conjunto de saberes que a través de ellas se construyen hará que la sociedad lo considere un sujeto competente y pueda acceder, de este modo, al mundo de los adultos y el trabajo, a la ciencia y a la cultura; y transformadores, esto es, preparados para adaptarse, modificar o innovar en el mundo del que forma parte. Por otro lado, y teniendo en cuenta el carácter propedéutico del Nivel, el trabajo con la Lengua y la Literatura permitirá iniciar el proceso de "alfabetización académica" ya que proveerá a los alumnos y a las alumnas de herramientas básicas para un posible acceso a los estudios superiores.


LENGUA Y LITERATURA
(Primer año)


Objetivos

" Consolidar las habilidades lingüísticas de leer, hablar, escuchar y escribir.
" Apropiarse de los géneros discursivos como elementos organizadores de las diversas formas de comunicación.
" Desarrollar la metarreflexión de la lengua como modo de promover el razonamiento
" Adquirir capacidades, normas, destrezas y estrategias asociadas a la producción de textos orales y escritos coherentes, adecuados y correctos desde el punto de vista idiomático.
" Afianzar la "competencia literaria" y los hábitos de lectura.
" Valorar la experiencia de la Literatura como fuente de creación, conocimiento, enriquecimiento personal y como modo de participar en la cultura.


Contenidos de enseñanza

La complejidad del objeto de enseñanza obliga a una reducción de contenidos y a una cuidada selección, jerarquización y secuenciación de los mismos de modo tal de alcanzar una sistematización adecuada y un abordaje didáctico preciso. A tal efecto, proponemos trabajar los contenidos en dos bloques: Lengua y Literatura y desde dos ejes o dimensiones. Un eje horizontal, de carácter conceptual, que articulará los bloques dentro del espacio curricular propio de cada año así como también entre los diferentes años que conforman el nivel:

- Eje histórico o genético: la reconstrucción de las coordenadas geográficas e históricas y de las determinantes que actúan en los diversos contextos de producción y recepción de los discursos sociales, en general, y los discursos verbales, literarios o no literarios, en particular.
- Eje estético: relación de la Literatura con otras prácticas y con otros lenguajes artísticos; rescate de la especificidad de la Literatura como hecho artístico y del lenguaje literario como espacio de la plurisignificación.
- Eje genérico y tipológico: formas de organización de la información (tipos de textos: narrativos, descriptivos, dialogales, argumentativos y expositivos) y géneros discursivos
- Eje lingüístico -formal-representacional y metalingüístico-: reflexión sobre el lenguaje su estructura, uso y función con el objeto de hacer que los alumnos y las alumnas tomen conciencia, interpreten y valoren el objeto Lengua y el objeto Literatura a partir de un una reflexión sistemática validando, de esta manera, su intuición.
- Eje socio-cultural: cuestiones referidas a la Lengua y la Literatura en tanto prácticas o acontecimientos sociales y culturales con sus elementos constitutivos, su dinámica de regulación y con los aspectos normativos que ambas presuponen, considerando, para ello, la cultura como diálogo -la Literatura y las prácticas sociales; el lenguaje con el lenguaje literario y los lenguajes artísticos-.
- Eje tecnológico -oralidad y escritura-: medios y canales por medio de los cuales se expresan y comprenden los mensajes verbales estudiando las marcas de la subjetividad presentes en ellos, el impacto que dichos medios ejercen sobre la percepción y la comprensión de la realidad, el modo como éstos transmiten y transforman la información y el tipo de conocimiento que ambas tecnologías de la información producen.

Por otro lado, el eje o dimensión vertical ayuda a seleccionar, jerarquizar y secuenciar contenidos en relación con las habilidades lingüísticas, comunicativas y cognitivas que se pretende desarrollar en los alumnos y las alumnas:

- Lecto-comprensión: tipos de lecturas y estrategias utilizadas para la elaboración del sentido de los textos.
- Producción escrita, oral e íconoverbal (texto verbal e imagen): dominio de la lengua como instrumento expresivo y comunicativo.
- Representación de conocimientos: formación de conceptos, integración en estructuras complejas y proyección de conocimientos de un dominio a otro.
- Análisis, valoración e interpretación de la realidad socio-cultural: capacidad para elaborar juicios y desarrollar el pensamiento crítico, particularmente, a partir de la reflexión en torno a los mundos simbólicos creados a través de la Literatura.
- Formación de la cultura general y de la identidad individual y social: considerada en diferentes marcos de integración -local, regional, nacional, global-.
- Actitud investigativa y desarrollo del trabajo intelectual: posición frente al conocimiento, problematización de la realidad, valor de la investigación y el trabajo intelectual, rol de la ciencia, el arte y la tecnología frente al conocimiento, formas de contribuir con la creación o producción de conocimiento.

Ambos ejes, indudablemente, deberán ser integrados cuando, posteriormente, cada docente, de acuerdo con el proyecto institucional y departamental, elabore su propia planificación de clases. Por eso, los contenidos que se detallan a continuación no deben ser confundidos con temas de un posible programa ni deben ser necesariamente abordados en forma secuencial ni con el orden propuesto sino constituyen, por el contrario, saberes que los alumnos deben construir.

Lengua

En este bloque se trabaja el lenguaje en relación con aspectos generales de la Comunicación Lingüística. Por una parte, se aborda la estructura oracional básica y el léxico, tanto desde el punto de vista de su estructura sintáctica -forma- como desde su dimensión semántica -sentido o plano conceptual-, incorporando, además, el plano pragmático a partir de la noción de Acto de Habla a fin de que los alumnos y las alumnas reflexionen sobre la lengua como un esquema u organización. Por otro lado, se trabaja la tipología de textos, focalizando la descripción, el instructivo y el diálogo y los diferentes formatos discursivos, en la dimensión oral o escrita, con géneros propios de ámbitos familiares o informales. Con esto se propone que los alumnos tomen conciencia acerca del lenguaje como práctica social, de las convenciones que los rigen así como también de que sean capaces de producir y comprender tal variedad. Por último, como las prácticas sociales o culturales siempre se inscriben en un marco axiológico y prescriptivo, se destaca la capacidad para asumir posiciones propias y valoradas frente a la realidad y frente al propio lenguaje como, por ejemplo, el respeto a las normas; en este caso, las referidas a los usos correctos de la lengua materna. Además, se trata de desarrollar una actitud investigativa y crítica de los alumnos a fin de que éstos asuman nuevos compromisos frente al conocimiento, a la lengua como instrumento para acceder a otros saberes y como conocimiento en sí misma, reconociendo que la Lengua no sólo permite transaccionar información sino hace posible la interacción, esto es, la relación con los otros.


Contenidos de enseñanza
La comunicación. Modelo de comunicación lingüística. Funciones del lenguaje. Los signos y su clasificación. La comunicación mediática: características. Consideraciones generales sobre la lengua española: marco histórico y geográfico.
Reflexiones sobre el sistema. Categorías léxicas y morfológicas, frases o sintagmas, oración. Funciones sintácticas y funciones semánticas. Reconocimiento y clasificación de esquemas de acción: acciones, procesos, estados. El Léxico: estudio del plano morfosintáctico (relaciones de flexión, derivación y composición) y del plano semántico (relaciones de significado; campos léxicos, rasgos o análisis componencial). Los estereotipos o las frases hechas. Textos: propiedades de los textos. Coherencia referencial y temática: formas de progresión temática, referencias y mecanismos de coherencia (frases nominales, repetición, sustitución, elipsis y relaciones léxico-semánticas) Las formas de organización de la información. Repaso de la tipología de textos: sistematización del texto instructivo y descriptivo.
Actos de Habla: identificación, clasificación y función social. Formas explícitas e implícitas. Microacto y macroacto de habla. Reglas para explicar la adecuación de los actos de habla. Actos de Habla Directos e Indirectos; Actos de Habla más o menos genérico o típicos.
La comunicación escrita. Lectura: tipos de lectura y de lectores. El valor de la formulación de ideas y la planificación: jerarquización de ideas. Búsqueda y sistematización de la información: fichaje, cuadros sinópticos, mapas, escalas, redes, etc. El resumen y la ampliación de textos básicos. Uso de diccionarios. Géneros discursivos escritos informales: ámbito familiar -la carta, la nota, los instructivos, memorias, catálogos comerciales, guías turísticas, descripciones técnicas, reglas de juego-, ámbito publicitario -el cartel, el eslogan-, ámbito normativo -disposiciones legales, resoluciones, circulares-. Composición de textos de diversos géneros y formatos a partir de consignas.
La comunicación oral. Diferencias entre oralidad y escritura. El diálogo: características formales y funcionales. La conversación. La exposición oral. La comprensión auditiva. Repaso de la tipología de textos: sistematización del texto dialogal. Géneros discursivos orales informales: ámbito familiar - la conversación, el relato familiar, chistes, relato oral, relato de sucesos o crónicas, ámbito escolar -lectura en voz alta, opinión-. Composición de textos de diversos géneros y formatos a partir de consignas.
Normativa: ortografía y corrección de las formas. Respeto a las consignas. Claridad en la expresión oral y escrita. Vocabulario de uso. Enriquecimiento del vocabulario de uso. La concordancia. La puntuación.


Literatura

En este bloque se trabaja La literatura como una forma particular de Comunicación poniéndola en vinculación con la Comunicación no Literaria. En todo caso, se procura que los alumnos y las alumnas reconozcan las especificidades de la Comunicación Literaria como una forma de comunicación más rica y plena. Por un lado, se abordan aspectos referidos a dos cuestiones puntuales: en primer lugar, que los alumnos y las alumnas reconozcan los diferentes géneros literarios a fin de apreciar de qué modo éstos constituyen formatos a través de los cuales se reformulan y enriquecen los esquemas propios del lenguaje no literario pero, principalmente, se proyecta la reflexión en una dimensión semántica y pragmática puesto que se pretende ver de qué modo el lenguaje literario produce efectos especialísimos de sentido gracias a los cuales se resignifica y enriquece el lenguaje y la realidad. Del mismo modo se propone que los alumnos y las alumnas tomen conciencia acerca del lenguaje literario y de Literatura como una práctica social, regida por convenciones a fin de desarrollar su "competencia Literaria" y de vivir con plenitud la experiencia con la Literatura acercándose a la Literatura Argentina desde el marco de la Literatura Universal.


Contenidos de enseñanza
La comunicación literaria: diferencias y similitudes con la comunicación lingüística. Autor, autor implícito, locutor; lector y lector implícito. La literatura y el lenguaje: el problema de la significación: juegos de la significación. Estudios de algunos procedimientos: imagen, comparación y metáfora. El problema de la representación. Literatura, verdad y verosimilitud.
La Literatura y los géneros discursivos ficcionales y no-.ficcionales: criterios para su clasificación. Los géneros tradicionales: poesía, narrativa y teatro. La Poesía: la noción de sujeto poético, la tensión entre subjetividad y objetividad. Estructura externa de la poesía. Métrica. Nivel fonológico y gráfico; nivel morfosintáctico y nivel semántico-pragmático. Lírica tradicional y moderna. Subgéneros líricos: reconocimiento y clasificación. La narración. Acción, personas, tiempo, espacio y punto de vista, la tensión entre subjetividad y objetividad. Estructura externa del relato. El cuento y la novela. La literatura maravillosa y fantástica. El relato de aventura. La ciencia ficción. El realismo histórico, social y psicológico. Subgéneros narrativos: reconocimiento y clasificación. El teatro: texto dramático y espectáculo. Espectáculo: signos verbales y no verbales. El texto dramático: la dialogicidad y la narratividad; las acotaciones escénicas. Estructura externa del texto dramático: actos, escenas, cuadros; criterios para su clasificación y su utilización. La acción dramática; los personajes; el tiempo; el espacio. Discurso de los personajes y discurso del autor -acotaciones, prólogos, epílogos-. Subgéneros dramáticos: reconocimiento y clasificación.
Comparación entre los diversos géneros: similitudes y diferencias.
La Literatura Universal y su proyección sobre la Literatura Argentina. El canon literario y el canon escolar. Selección de autores y contextos.

LENGUA Y LITERATURA
(Segundo año)

Objetivos

" Adquirir capacidades, normas, destrezas y estrategias asociadas a la producción de textos orales y escritos coherentes, adecuados y correctos desde el punto de vista idiomático.
" Desarrollar la metarreflexión de la lengua como modo de promover el razonamiento.
" Identificar, comprender y aceptar la diversidad lingüística y cultural como rasgo inherente a toda comunidad.
" Afianzar la "competencia literaria" y los hábitos de lectura.
" Reconstruir el campo de la Literatura Argentina -autores, textos, temáticas, tensiones y convergencias- en el marco de su proyección en la Literatura Latinoamericana y Europea.
" Valorar la experiencia de la Literatura como fuente de creación, conocimiento, enriquecimiento personal y modo de participar en la cultura.


Contenidos de enseñanza

La complejidad del objeto de enseñanza obliga a una reducción de contenidos y a una cuidada selección, jerarquización y secuenciación de los mismos de modo tal de alcanzar una sistematización adecuada y un abordaje didáctico preciso. A tal efecto, proponemos trabajar los contenidos en dos bloques: Lengua y Literatura y desde dos ejes o dimensiones. Un eje horizontal, de carácter conceptual, que articulará los bloques dentro del espacio curricular propio de cada año así como también entre los diferentes años que conforman el nivel:

- Eje histórico o genético: la reconstrucción de las coordenadas geográficas e históricas y de las determinantes que actúan en los diversos contextos de producción y recepción de los discursos sociales, en general, y los discursos verbales, literarios o no literarios, en particular.
- Eje estético: relación de la Literatura con otras prácticas y con otros lenguajes artísticos; rescate de la especificidad de la Literatura como hecho artístico y del lenguaje literario como espacio de la plurisignificación.
- Eje genérico y tipológico: formas de organización de la información (tipos de textos: narrativos, descriptivos, dialogales, argumentativos y expositivos) y géneros discursivos
- Eje lingüístico -formal-representacional y metalingüístico-: reflexión sobre el lenguaje su estructura, uso y función con el objeto de hacer que los alumnos y las alumnas tomen conciencia, interpreten y valoren el objeto Lengua y el objeto Literatura a partir de un una reflexión sistemática validando, de esta manera, su intuición.
- Eje socio-cultural: cuestiones referidas a la Lengua y la Literatura en tanto prácticas o acontecimientos sociales y culturales con sus elementos constitutivos, su dinámica de regulación y con los aspectos normativos que ambas presuponen, considerando, para ello, la cultura como diálogo -la Literatura y las prácticas sociales; el lenguaje con el lenguaje literario y los lenguajes artísticos-.
- Eje tecnológico -oralidad y escritura-: medios y canales por medio de los cuales se expresan y comprenden los mensajes verbales estudiando las marcas de la subjetividad presentes en ellos, el impacto que dichos medios ejercen sobre la percepción y la comprensión de la realidad, el modo como éstos transmiten y transforman la información y el tipo de conocimiento que ambas tecnologías de la información producen.

Por otro lado, el eje o dimensión vertical ayuda a seleccionar, jerarquizar y secuenciar contenidos en relación con las habilidades lingüísticas, comunicativas y cognitivas que se pretende desarrollar en los alumnos y las alumnas:

- Lecto-comprensión: tipos de lecturas y estrategias utilizadas para la elaboración del sentido de los textos.
- Producción escrita, oral e íconoverbal (texto verbal e imagen): dominio de la lengua como instrumento expresivo y comunicativo.
- Representación de conocimientos: formación de conceptos, integración en estructuras complejas y proyección de conocimientos de un dominio a otro.
- Análisis, valoración e interpretación de la realidad socio-cultural: capacidad para elaborar juicios y desarrollar el pensamiento crítico, particularmente, a partir de la reflexión en torno a los mundos simbólicos creados a través de la Literatura.
- Formación de la cultura general y de la identidad individual y social: considerada en diferentes marcos de integración -local, regional, nacional, global-.
- Actitud investigativa y desarrollo del trabajo intelectual: posición frente al conocimiento, problematización de la realidad, valor de la investigación y el trabajo intelectual, rol de la ciencia, el arte y la tecnología frente al conocimiento, formas de contribuir con la creación o producción de conocimiento.

Ambos ejes, indudablemente, deberán ser integrados cuando, posteriormente, cada docente, de acuerdo con el proyecto institucional y departamental, elabore su propia planificación de clase. Por eso, los contenidos que se detallan a continuación no deben ser confundidos con temas de un posible programa ni deben ser necesariamente abordados en forma secuencial ni con el orden propuesto sino constituyen, por el contrario, saberes que los alumnos deben construir.


Lengua

El fenómeno de la diversidad cultural humana ha producido la existencia de sociedades diferenciadas en muchos aspectos, y, de manera clara y ostensible, en el plano lingüístico, fundamentalmente por el valor simbólico del lenguaje. Este bloque, justamente, tiene como propósito que, por una parte, los alumnos y las alumnas reflexionen en torno a la diversidad en el espacio de la lengua y que, por otra, pongan tal diversidad en relación con un conjunto de procedimientos a través de los cuales se produce la "contextualización", es decir, el modo como la lengua se adapta a las coordenadas geográficas, históricas, personales y sociales que determinan todo acto de comunicación. Asimismo se trata de analizar aquellos procedimientos lingüísticos a través de los cuales se marca la "subjetividad" y la "intersubjetividad" de modo tal de comprender las tensiones y conflictos que se generan en todas las lenguas vistas como espacios sociales, con el propósito de contribuir con el desarrollo del pensamiento reflexivo y crítico de los alumnos. Se trabajan nuevos formatos textuales -en especial, la narración- y géneros discursivos de ámbitos más formales para que los alumnos y las alumnas diferencien los usos lingüísticos formales e informales, orales y escritos, distinguiendo entre usos coloquiales, estándar y especializados y sus manifestaciones genéricas y que además logren tanto reconocerlos como producirlos apropiadamente y correctamente.


Contenidos de enseñanza
Estructura, norma y uso de la lengua verbal. La diversidad lingüística: lengua, variedad y registro. Variedad alta y formal: usos estándar y lenguajes profesionales especializados. Variedad baja e informal: usos dialectales subestándar y argots. Prácticas bilingües; diglosia. El prejuicio lingüístico. Los contactos lingüísticos: hibridación, sustitución, préstamo, interferencia. El español europeo, el español de Hispanoamérica: orígenes e influencias.
Reflexiones sobre el sistema. La oración compuesta: subordinadas sustantivas y adjetivas. El lenguaje en contexto. La deixis y la evaluación La dimensión sociolingüística: los tratamientos, las fórmulas. La adecuación lingüística: niveles y registros. El uso de las personas gramaticales: el sistema de pronombres. El lenguaje como diálogo: carácter dialógico y polifónico del lenguaje y del discurso. Discursos primarios y secundarios: la interacción práctica, cotidiana y la comunicación cultural o téorica. Estudio de algunos procedimientos: la cita, la ironía, la parodia; el estilo directo e indirecto.
El verbo: tipos de verbos; morfología verbal: cantidad de argumentos; voz, modo, aspecto, tiempo. El adverbio. Frases o construcciones en posición absoluta: los verboides Coherencia temporal. Tiempo del relato; tiempo de la historia. Formas de organización de la información. Repaso de la tipología de textos: sistematización del texto narrativo. Relación con el diálogo.
Lenguaje, significado e intencionalidad. Actos de habla indirectos: convencionalidad de los actos de habla indirectos. Las inferencias pragmáticas. Principios pragmáticos: la cooperación y la cortesía. Lengua escrita. La composición escrita: tareas de reformulación: sustitución, completamiento, transformación. Trabajo de investigación: búsqueda y sistematización de la información: fichaje, cuadros sinópticos, mapas, escalas, redes, etc. La paráfrasis. Uso de diccionarios especializados. El libro y sus partes; su legislación. Técnicas para citar bibliografía. El informe como trabajo de investigación. Composición de textos de diversos géneros y formatos. Géneros discursivos escritos: relato histórico, cine, historieta, el diario de viaje; el relato histórico; el relato de vida; carta comercial o resolución administrativa.
Lengua oral. Diálogo e interacción: análisis de la conversación. Estructura: enunciado, turno secuencia. Recursos verbales y paraverbales. El acento: características del castellano rioplatense, caribeño, lunfardo, gauchesco, español. Géneros discursivos orales formales: coloquio, entrevista, interrogatorio, encuesta. Composición de textos de diversos géneros y formatos.
Normativa: ortografía y corrección de las formas. Respeto a las consignas. Claridad en la expresión oral y escrita. Vocabulario de uso. Enriquecimiento del vocabulario de uso. La concordancia. La puntuación. La correlación de tiempos. Estudio de usos incorrectos. La hipercorrección. Buena y mala pronunciación.


Literatura

Este bloque aborda la Literatura en un doble sentido: por una parte, como espacio donde se problematiza el sentido y donde el lenguaje logra su más alto grado de expresividad, por lo que se desarrollarán diferentes procedimientos o técnicas específicas del Discurso Literario con el objeto de que los alumnos y las alumnas puedan constatar la riqueza de recursos y la pluralidad en la significación. Por otra parte, se trata de redefinir la Literatura como una forma particular de Comunicación, pero esta vez, a partir de los conceptos de diálogo y sistema, para que los alumnos y las alumnas sepan, desde una mirada sociohistórica, reconocer la Literatura como espacio de conocimiento que se recorta a partir del cruce con otros campos y, que puedan, además relacionar el campo de la Literatura Argentina con el la Literatura Latinoamericana y Europea. Estos les permitirá valorar la experiencia literaria como una forma de construir la identidad y de comprender la realidad. Por último, se pretende un acercamiento a la Literatura más vasto, un abordaje más sistemático, abriendo el canon escolar y reflexionando sobre el propio canon a fin de lograr que los alumnos puedan elaborar o enriquecer su "patrimonio literario" como una forma de incrementar su bagaje cultural.

Contenidos de enseñanza
La Literatura y la reelaboración de los géneros: poema en prosa; estructuras épico-líricas; teatro en verso; diálogo y narrativa. Profundización y complejización en las técnicas de cada género: narración y problematización del punto de vista; niveles enunciativos; juegos temporales: la historia y el discurso. Fusión y contaminación de géneros. La intertextualidad: referencias a sistemas y códigos; tonos, registros y niveles del lenguaje.
La Literatura y los modos de representación: la prescripción, el modelo y la réplica; la "copia fiel"; la alegoría y el artificio; hipérbole y "subjetividad del símbolo"; el signo realista y la transparencia del lenguaje. La problematización en los mecanismos de representación: el montaje, la metonimia y la metáfora vanguardista. La postvanguardia: el pastiche, el collage y la parodia. Literatura y las artes visuales. Relación con movimientos literarios
La Literatura y su dimensión socio-histórica. Conciencia histórica. Identidad y diversidad cultural. La revolución. La frontera. Tipos sociales: el mestizo, el indio, el inmigrante. Pensamiento mágico, religioso, filosófico y político. La conquista, la colonización, la revolución y la lucha de clases. El mito como relato cultural y como relato de orígenes. Cosmopolitismo e internacionalismo. Panamericanismo y latinoamericanismo. Regionalismo y nacionalismo. Imperialismo, colonialismo y neocolonialismo. El europeísmo. Arte popular y folklore; arte culto.
La Literatura Argentina en diálogo con La Literatura Hispanoamericana y su vinculación con la Literatura Española y Europea. Selección de autores y contextos.

LENGUA Y LITERATURA
(Tercer año)

Objetivos

" Ser usuarios competentes de la lengua tanto en el ámbito cotidiano y familiar como en ámbitos propios de la comunicación científica, teórica, académica y literaria, dominando las reglas que se vinculan con los usos socialmente correctos.
" Hacer un uso reflexivo, creativo y crítico de la Lengua y la Literatura reconociendo su papel mediador en los procesos cognitivos, lingüísticos, socio-culturales y comunicativos.
" Valorar la lengua nacional y la Literatura Argentina como forma de representar y fortalecer la identidad individual y colectiva.
" Reconstruir el campo de la Literatura Argentina -autores, textos, temáticas, tensiones y convergencias- en el marco de su proyección en la Literatura Latinoamericana y Europea.
" Poseer una "cultura literaria" como parte del patrimonio cultural, en la que se privilegie la Literatura Argentina y se conozcan sus alcances.


Contenidos

La complejidad del objeto de enseñanza obliga a una reducción de contenidos y a una cuidada selección, jerarquización y secuenciación de los mismos de modo tal de alcanzar una sistematización adecuada y un abordaje didáctico preciso. A tal efecto, proponemos trabajar los contenidos en dos bloques: Lengua y Literatura y desde dos ejes o dimensiones. Un eje horizontal, de carácter conceptual, que articulará los bloques dentro del espacio curricular propio de cada año así como también entre los diferentes años que conforman el nivel:

- Eje histórico o genético: la reconstrucción de las coordenadas geográficas e históricas y de las determinantes que actúan en los diversos contextos de producción y recepción de los discursos sociales, en general, y los discursos verbales, literarios o no literarios, en particular.
- Eje estético: relación de la Literatura con otras prácticas y con otros lenguajes artísticos; rescate de la especificidad de la Literatura como hecho artístico y del lenguaje literario como espacio de la plurisignificación.
- Eje genérico y tipológico: formas de organización de la información (tipos de textos: narrativos, descriptivos, dialogales, argumentativos y expositivos) y géneros discursivos
- Eje lingüístico -formal-representacional y metalingüístico-: reflexión sobre el lenguaje su estructura, uso y función con el objeto de hacer que los alumnos y las alumnas tomen conciencia, interpreten y valoren el objeto Lengua y el objeto Literatura a partir de un una reflexión sistemática validando, de esta manera, su intuición.
- Eje socio-cultural: cuestiones referidas a la Lengua y la Literatura en tanto prácticas o acontecimientos sociales y culturales con sus elementos constitutivos, su dinámica de regulación y con los aspectos normativos que ambas presuponen, considerando, para ello, la cultura como diálogo -la Literatura y las prácticas sociales; el lenguaje con el lenguaje literario y los lenguajes artísticos-.
- Eje tecnológico -oralidad y escritura-: medios y canales por medio de los cuales se expresan y comprenden los mensajes verbales estudiando las marcas de la subjetividad presentes en ellos, el impacto que dichos medios ejercen sobre la percepción y la comprensión de la realidad, el modo como éstos transmiten y transforman la información y el tipo de conocimiento que ambas tecnologías de la información producen.

Por otro lado, el eje o dimensión vertical ayuda a seleccionar, jerarquizar y secuenciar contenidos en relación con las habilidades lingüísticas, comunicativas y cognitivas que se pretende desarrollar en los alumnos y las alumnas:

- Lecto-comprensión: tipos de lecturas y estrategias utilizadas para la elaboración del sentido de los textos.
- Producción escrita, oral e íconoverbal (texto verbal e imagen): dominio de la lengua como instrumento expresivo y comunicativo.
- Representación de conocimientos: formación de conceptos, integración en estructuras complejas y proyección de conocimientos de un dominio a otro.
- Análisis, valoración e interpretación de la realidad socio-cultural: capacidad para elaborar juicios y desarrollar el pensamiento crítico, particularmente, a partir de la reflexión en torno a los mundos simbólicos creados a través de la Literatura.
- Formación de la cultura general y de la identidad individual y social: considerada en diferentes marcos de integración -local, regional, nacional, global-.
- Actitud investigativa y desarrollo del trabajo intelectual: posición frente al conocimiento, problematización de la realidad, valor de la investigación y el trabajo intelectual, rol de la ciencia, el arte y la tecnología frente al conocimiento, formas de contribuir con la creación o producción de conocimiento.

Ambos ejes, indudablemente, deberán ser integrados cuando, posteriormente, cada docente, de acuerdo con el proyecto institucional y departamental, elabore su propia planificación de clase. Por eso, los contenidos que se detallan a continuación no deben ser confundidos con temas de un posible programa ni deben ser necesariamente abordados en forma secuencial ni con el orden propuesto sino constituyen, por el contrario, saberes que los alumnos deben construir.


Lengua

Este bloque está orientado al desarrollo del concepto de "idioma". En efecto, las lenguas son mucho más que códigos de expresión y de comunicación: son símbolos de nuestra identidad y sistemas de símbolos que, además, permiten interpretar el universo entero. Y son conjuntos de signos cuya apropiación permite a las personas ser poseedora de la cultura; por ello, son también afirmaciones de poder. A partir de un trabajo centrado principalmente en torno a la argumentación como forma de expresión del punto de vista opuesto a la exposición, los dispositivos verbales que las caracterizan y de un estudio de los géneros discursivos de carácter formal, se pretende que los alumnos y las alumnas comprendan cómo el hablante puede modificar, esto es, intervenir sobre la lengua misma moldeándola de manera tal de representar lo que desea, según sus creencias o, simplemente, sus intereses o propósitos comunicativos. Sin embargo también deben tomar conciencia de que esto sólo puede hacerse en el marco de un conjunto de normas que regulan los comportamientos verbales. Asimismo, se desea que los alumnos y las alumnas pasen de un saber práctico sobre el lenguaje a un saber teórico, esclarecedor, explicitador del primero dado que este "autorreconocimiento" de la Lengua, sus convenciones y sus relaciones con otros lenguajes estimulará su capacidad crítica para juzgar su modo de vida particular, renovando y modificando sus estrategias de valoración y acción sobre el entorno que lo rodea y, en este sentido, lo preparará para su inscripción plena en la sociedad, la ciencia y la cultura.


Contenidos de Enseñanza
La lengua nacional. Idioma y lengua estándar. Política lingüística: planificación y normalización lingüística. Normalización y normativización. La organización lingüística de la comunicación pública. Instituciones y diccionarios: el rol de las Academias. La lengua nacional. El español europeo, el español de Hispanoamérica. El español de Argentina: debates en torno al idioma pasados y actuales.
Reflexión sobre el sistema lingüístico. La Coherencia relacional: conectores, marcadores u operadores discursivos -conjunciones, coordinantes y subordinantes; adverbios oracionales; expresiones y giros-. Las subordinadas adverbiales.
Formas de organización de la información. Repaso de la tipología de textos: sistematización del texto argumentativo y del texto expositivo. La orientación argumentativa. La argumentación en la lengua; la argumentación en el texto y en el discurso. La argumentación en los lenguajes de la comunicación. Estudio y reconocimiento de diferentes esquemas expositivos.
Lenguaje e intencionalidad. Estudio de la cortesía: cortesía positiva y cortesía negativa. Recursos lingüísticos corteses. Mitigación, atenuación, reparación. -modalizadores, axiológicos y evaluadores-
Lengua escrita. Análisis y composición de textos escritos del ámbito académico, científico, judicial, político, religioso y de textos ficcionales. Elaboración del informe como texto crítico o la monografía como trabajo de investigación. Las ediciones: estudio de distintos tipos de ediciones. Uso de diferentes fuentes de información para el trabajo investigativo: la Biblioteca y los recursos multimedia. Géneros discursivos escritos formales: ensayo, sermón, crítica, nota editorial, anuncio publicitario, ensayo, el currículum vitae, la carta de presentación, la solicitud, la carta de recomendación, el acta, el expediente, notas, declaración, recibos, certificados, folletos explicativos, etc.
Lengua oral. Diálogo e interacción. La oralidad secundaria: Características formales y funcionales. Análisis y composición de textos del ámbito académico, científico, judicial, etc. Género oral formal: exposición académica, debate, mesa redonda, asamblea, etc. Exposición oral y defensa pública de una opinión.
Normativa: ortografía y corrección de las formas. Respeto a las consignas. Claridad en la expresión escrita. Vocabulario de uso. Enriquecimiento del vocabulario de uso. La concordancia. La puntuación. Análisis y reparación del error. Análisis del lenguaje de los medios masivos de comunicación y de sus incorrecciones.

Literatura
En este bloque se propone desarrollar, a partir de la experiencia con la Literatura Argentina, el estudio y la comprensión de las acciones e ideologías del poder político sobre la comunicación lingüística y artística, así como los códigos y las interrelaciones globales de aquéllas con el plano sociocultural de los colectivos humanos. En este sentido, se procura que los alumnos y las alumnas comprendan y valoren la asombrosa máquina de significación que constituye la Literatura, en general, y la Literatura Argentina, en particular, porque las diferentes obras y los procesos comunicativos que las median conforman una parte decisiva del patrimonio nacional a través de los cuales se simbolizan nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestros anhelos; es decir, se cifra nuestra historia, nuestro mundo social, nuestra ciencia y nuestra cultura. Se pretende, por último, trabajar la Literatura también desde la perspectiva de la práctica crítica con el objeto de desarrollar el pensamiento reflexivo, creativo y autónomo que suscita este tipo peculiar de lectura. Por último, se espera que los alumnos y las alumnas no sólo alcancen una educación generalizada como la que demanda hoy nuestra sociedad que tenga en cuenta sus expectativas, competencias y actitudes iniciales y satisfaga sus necesidades sino también, y particularmente, que la educación literaria provoque en éstos nuevas necesidades, por ejemplo, la de leer Literatura en forma espontánea y como una experiencia placentera, como un modo de consolidar e incrementar su "cultura literaria". Esto, sin duda, les permitirá contar durante toda su vida con recursos cada vez más vastos para cuestionar y enriquecer la realidad en tanto sujeto individual y también en su dimensión interpersonal.


Contenidos de Enseñanza
La Literatura argentina como relato cultural. La construcción de la identidad nacional. Los debates político-culturales. Las Poéticas y las políticas de la Literatura. Tradición e invención en la construcción literaria de la identidad nacional: territorios, regiones y fronteras. El papel de los mitos en la construcción literaria y cultural. Reconstrucción del campo literario: tensiones y convergencias. Campo literario y campo intelectual. La literatura y otras prácticas culturales: apropiaciones y resignificaciones. La Literatura Argentina en la historia: orígenes, influencias, cruces. Las generaciones literarias. Las polémicas literarias argentinas. Literatura e instituciones. Literatura y Periodismo -diarios, suplementos literarios, revistas especializadas-. Literaturas y Artes. Literatura y Medios Masivos de Comunicación. La literatura y el Estado. Estado y Nación. La generación del 80. La modernidad. La modernidad y la posmodernidad. La Dictadura y la posdictaudura
Literatura y crítica: concepción del crítico; su función y su práctica. Diferencias entre autor, lector, crítico, editor, traductor, académico. La crítica creadora y la ficción teórica. Apertura del canon literario argentino: multiculturalismo, género, la localización y la globalización. Formas de escritura de la memoria. Literatura y procesos migratorios: el viaje, el exilio.
La Literatura Argentina en diálogo con la Literatura Latinoamericana y con la Literatura Universal. Selección de autores y contextos.


Consideraciones didácticas

La formación lingüística y literaria de los alumnos y las alumnas requiere, en primer lugar, poseer una visión bien fundamentada y actualizada de múltiples cuestiones.

En principio, el campo de las teorías sobre el lenguaje es básicamente complejo porque es, en realidad, complejo el campo de la comunicación humana. De este modo, las denominadas "Ciencias del lenguaje" se relacionan con la enseñanza de la Lengua y la Literatura en un doble sentido: por un lado, proporcionan a los profesores categorías para identificar, describir, analizar y explicar los diferentes fenómenos lingüísticos; por otro lado, proporcionan los contenidos de enseñanza así como también sugerencias metodológicas. En este sentido, el marco o enfoque comunicativo que estamos proponiendo permitirá disponer de categorías psicológicas, socio-culturales y lingüísticas por medio de las cuales lograremos comprender mejor los procesos que se producen durante el desarrollo de la lengua, la gran variedad de comportamientos verbales y los mecanismos formales y funcionales que se ponen en juego.

Además, y particularmente en Primer Año del Nivel Polimodal, la enseñanza de la Lengua y la Literatura está relacionada de un modo muy directo con el Tercer Ciclo de la EGB fundamentalmente en lo concerniente a dos aspectos: a) la relación entre lengua, desarrollo y aprendizaje, y b) la adquisición de la lengua escrita. Esto, sin duda, resulta relevante si se tiene en cuenta que la mayoría de los alumnos y las alumnas de Primer Año no han alcanzado plenamente lo que algunos autores denominan etapa de las operaciones formales o maduración de las funciones psíquicas posteriores. Por tal razón, las relaciones entre desarrollo verbal, intelectual y aprendizaje afectan también las situaciones de enseñanza formal.

Por otra parte, del mismo modo como debe centrarse la atención en torno al lenguaje que el alumno o la alumna posee y al lenguaje que aspiramos que éstos desarrollen, el lenguaje utilizado por el profesor resulta muy significativo en esta etapa de escolarización tanto como lo fue en etapas anteriores la lengua de su entorno familiar. El profesor adoptará el rol de un mediador verbal de los procesos de aprendizaje de sus alumnos y, en consecuencia, deberá trabajar con un 'input' diverso, es decir, con riqueza de datos, a partir de las variedades funcionales y sociales que usan los jóvenes y tender a que éstos logren dominar la lengua estándar dado que esta variedad les permitirá un mejor desempeño social.

No obstante, para llevar a cabo tal mediación, los docentes tendrán que evitar excesos conceptuales y terminológicos a la hora de realizar la transferencia didáctica. En realidad, la "interdisciplinariedad" constituye también, de algún modo, una mediación entre la práctica docente y la científica: el profesor se concibe como un mediador entre los alumnos y el saber organizado culturalmente en disciplinas. Pero su tarea no es transmitir los conocimientos como un especialista ni en actuar como un monitor que supervisa la actividad de los alumnos sino en convertir los conocimientos científicos en contenidos pedagógicos, esto es, contenidos de enseñanza adecuados a las capacidades de sus alumnos y a un conjunto de fines determinados socialmente. Tal situación exige, sin duda, un profesor muy atento a una consideración global de los factores psicológicos, socio-culturales y verbales que intervienen en la interacción comunicativa con una mirada interdisciplinar y humanista: la comunicación se debe concebir como un "punto de vista" integral frente a la enseñanza de la Lengua y la Literatura.

Por esta razón, el enfoque comunicativo que estamos postulando debe tener en cuenta cinco aspectos:

1-. Definición de los elementos y capacidades involucrados en la competencia comunicativa considerando su relación con la denominada "competencia cultural o enciclopédica", o sea, con el conjunto de saberes y creencias que constituyen la cultura de cada hablante y que, a su vez, determinan también la competencia propiamente lingüística. Al respecto, los alumnos deben desarrollar conocimientos que les permitan elaborar categorías para observar, analizar e interpretar las "formas lingüísticas" -la estructura de las oraciones y de los enunciados-, los "textos" -su organización- y el "contexto" -que condiciona las estrategias empleados por los hablantes- de forma cada vez más profunda y compleja en cada uno de los tres años. Se deben redefinir las cuatro habilidades lingüísticas básicas a partir de las competencias y de los comportamientos comunicativos de los alumnos a fin de poder llegar, en tercer año, al uso efectivo del lenguaje en aquellos ámbitos y contextos propios de la vida adulta. Para esto es importante evaluar las actuaciones verbales orales y escritas siendo conscientes de que los alumnos no poseen capacidades para desempeñarse eficazmente en ciertos ámbitos pero sí en otros, de que éstos son miembros de varias comunidades lingüísticas y de que, además, cada comunidad es portadora de una valoración social determinada: por ejemplo, la positiva de pertenencia a un grupo (etario, barrial, profesional) Tal dimensión sociolingüística se deberá trabajar prioritariamente durante el segundo año. En segundo lugar, se deben delimitar cuáles son las competencias que requiere la sociedad de una persona adulta y en qué medida las políticas sociales, culturales y aun educativas inciden sobre la construcción de los modelos; para ello, se pretende reflexionar, en segundo año, en torno a las relaciones que se producen entre ámbitos de uso y tipos de texto y, en tercer año, centrar la discusión en torno a la noción de Lengua como "idioma" y a la Literatura Nacional.

Se debe, también, redefinir el rol de la "gramática" con el propósito de determinar la relación que se establece entre la actividad comunicativa -nivel del uso-, la actividad metalingüística de los hablantes y las explicaciones gramaticales -nivel de reflexión acerca del uso que se irá puntualizando y ampliando durante los tres años del Nivel-. Por eso, resulta conveniente saber diferenciar la denominada gramática implícita -conocimiento que todo hablante tiene de su lengua materna- (que se trabajará fundamentalmente en primer año), de la gramática descriptiva o científica -el estudio del sistema de la lengua en un determinado marco teórico- y de la gramática pedagógica o normativa -adaptación a la enseñanza- (que se irá abordando, gradualmente, entre segundo y tercer año). Se trata, entonces, de enfocar una gramática pedagógica o normativa con una base "funcional" por la cual el estudio del sistema de la lengua se haga inseparable del estudio del uso. Desde este punto de vista la enseñanza gramatical se sustenta en la creación de un metalenguaje entre profesores y alumnos que ayude a éstos últimos a comprender mejor su lengua materna, a revisar los propios textos, a dominar la normativa y a desarrollar y consolidar, en consecuencia, una cultura lingüística y literaria. Así, por ejemplo, en primer año, el trabajo sobre la oración simple estará orientado a una reflexión sobre la construcción del evento o situación; en segundo año, las proposiciones subordinadas estarán orientadas a explicar los diversos modos de evaluar la situación a partir de la subjetividad y, en tercer año, el trabajo sobre proposiciones subordinadas adverbiales podrá verse en función de que los alumnos y alumnas comprendan las relaciones semánticas que se establecen entre los enunciados, en particular, la "causalidad".

Por último, se debe crear conciencia de que la enseñanza de las normas (orales y escritas) o el estándar (con su grado de variación aceptable) constituyen una de las finalidades del Nivel Polimodal porque la corrección también forma parte del uso competente de la lengua. La enseñanza no se debe recortar a una simple oposición correcto/incorrecto sino debe ofrecerse como el derecho a acceder a las formas de la ciencia y la cultura comprendiendo, además, de que el respeto por las normas favorece la comunicación con hispanohablantes que no son del propio grupo geográfico o social. A tal fin, resulta interesante trabajar con el error como dispositivo didáctico con el propósito de que no sea sólo el docente sino también el propio alumno el que reflexione sobre los errores propios y ajenos: reconozca la naturaleza de los mismos (gráfica, ortográfica, morfo-sintáctica, semántica, pragmático-retórica), analice las fuentes o variables que los provocan, proponga una explicación alternativa y sea capaz de repararlos; errores, cuya naturaleza y complejidad, pueden ir pautándose durante los tres años.

2-. Un modelo de comunicación: integrado, dinámico, que no se centre sólo en los procesos de codificación y decodificación sino que, por el contrario, permita tomar en consideración las diferentes competencias de los hablantes, la asimetría entre hablante y oyente y la presencia de componentes situacionales diversos. Es decir, frente a las concepciones "cibernéticas" de la comunicación, se propone la presencia de un modelo más "humano" basado, fundamentalmente, en la interpretación/valoración de los mensajes y en las relaciones intersubjetivas. En este sentido, el profesor deberá trabajar con un modelo más rico que contemple conocimientos del mundo, del lenguaje, de la situación, estrategias, intenciones, creencias, expectativas, percepción del contexto y del interlocutor, valores, restricciones que el propio texto y el contexto imponen, así como también las inferencias necesarias para captar la información implícita. En primer año, se recomienda trabajar la comunicación lingüística en relación con los elementos paralingüísticos y extralingüísticos y en situaciones prototípicas; en segundo año, a partir del concepto de "diálogo", es decir, situaciones comunicativas más específicas y complejas que presupongan otras o que pongan en relación la comunicación lingüística con otros campos; en tercer año, la Comunicación vinculada con las instituciones de modo tal de reinscribirla en una dimensión política, social y cultural más amplia.

Por otro lado, también debe considerarse el hecho de que, si bien los medios de comunicación colaboran, por un lado, con la creación de circuitos audiovisuales que favorecen la trivialidad también son, en muchos casos, el espacio donde se origina, circula y se transforma la cultura. Esta última afirmación nos obliga a replantearnos la forma como utilizamos los medios de comunicación en el aula, incluso para trabajar la Literatura, puesto que los medios de comunicación pueden ser abordados como contenido de enseñanza -en la medida que se los relacione con el lenguaje verbal- pero también como herramienta didáctica.


3-. Organización del texto y del discurso,
Además de trabajar el texto como marco verbal de la comunicación, a través del proceso de textualización se debe tener presente el hecho de que determinadas formas de estructurar el material verbal y no verbal facilitan en mayor o menor grado la asignación de coherencia. En cada año se desarrollarán en profundidad algunos procedimientos específicos vinculados con la coherencia referencial, temporal y relacional aunque, de hecho, se podrán trabajar conjuntamente las tres teniendo en cuenta que todo texto es un todo organizado. La forma espiralada como se tratarán los tipos de coherencia no presupone que éstas sean independientes entre sí.

Por otro lado, el trabajo con la organización de los textos debe apuntar también a las habilidades tanto de comprensión como de producción de los alumnos y alumnas. Respecto de la comprensión, ésta no deberá verse como una simple decodificación del mensaje sino como una reconstrucción semántica de la situación de comunicación. Pueden llevarse a cabo tanto tareas orientadas hacia el desarrollo de capacidades y estrategias necesarios para utilizar los conocimientos previos, para descubrir la información implícita y para autorregular la interpretación como combinar las prácticas de trabajo más particularizado con prácticas de lectura o de escucha integral a fin de no perder la visión de conjunto de la actividad de recepción. Además, la expresión tampoco debe considerarse sin determinaciones contextuales; la tarea de la composición oral y escrita debe concebirse como un proceso de elaboración del conocimiento con un formato verbal destinado a un receptor con un fin social específico. Desde esta concepción resulta fundamental que los alumnos y las alumnas no sientan que las tareas de composición sólo constituyen una "tarea escolar" para "aprender a leer", "aprender a escribir" o que se lee "para comentar un texto" sino deben llevarse a cabo a partir de "situaciones reales de escritura o de expresión oral" por lo que se recomienda la metodología de taller, trabajo por proyectos y lenguaje integrado.

La enseñanza de la lengua escrita puede centrarse en primer año, por ejemplo, en un mayor desarrollo del dominio del código escrito y su funcionalidad; el segundo, puede incorporar más decisivamente el valor instrumental de la misma; en tercero, se pueden integrar las funciones anteriores fortaleciendo en particular la función epistémica. En efecto, en tercer año se pretende lograr una reflexión más abarcativa: una sistematización de la concepción tanto del texto escrito como del texto oral, del carácter formal e informal, primario o secundario -práctico o teórico- viendo cómo, en realidad, tales consideraciones constituyen dimensiones más generales, previas a los géneros o tipos textuales correspondientes a interacciones comunicativas bastante definidas que regulan el funcionamiento social (puede utilizarse, para ello, parámetros como la inmediatez, la distancia comunicativa, la formalidad/informalidad).

Asimismo, sabemos que la tarea de escribir es de carácter procesual y complejo, que se presentan selectivamente problemas en los alumnos, por lo tanto se deben programar y realizar actividades de producción de ideas o conceptualización, de planificación, de redacción y de revisión y que, para esto, resulta también útil promover la corrección e imitación de modelos lingüísticos debidamente planificados. Mientras que en primer año se recomienda que los alumnos y las alumnas operen o intervengan sobre las producciones propias e interpreten las ajenas, por ejemplo, a través de la tarea del resumen, se propone, en un segundo año, que éstos sean capaces de ejercer un control más consciente de los textos a fin de que apropiación pueda ser verbalizada en forma de paráfrasis, reformulación o en forma de explicación, y en el tercer año se pretende, finalmente, que los alumnos logren un desarrollo del control ejecutivo pleno para que puedan ser capaces de reflexionar sobre los textos ya de un modo crítico, por ejemplo, mediante la elaboración de comentarios. Tal actitud presupone, por una parte, la capacidad para elaborar un punto de vista autónomo y valorado y, por otra parte, la utilización de un metalenguaje capaz de traducir sus afirmaciones en fundamentos estructurados a partir de ciertos marcos teóricos determinados.

4-. Los ámbitos del discurso y los tipos de texto.
Mientras existen algunos tipos textuales que a los alumnos les resulta fácil identificar en forma intuitiva, existen muchos otros que seguramente no reconocen, aquellos lejanos a su experiencia social. En primer año, se pretende que los alumnos y las alumnas, como mínimo, reconozcan diferencias entre base de textos como la narrativa, explicativa, descriptiva, dialogal y argumentativa viendo cómo las categorías lingüísticas están en función de las finalidades del acto de la comunicación. A pesar de esto se sugiere que sistematicen las características físicas, formales y funcionales del texto descriptivo, instructivo y dialogal, aunque sin descuidar el trabajo con los otros; mientras que, en segundo año, se recomienda la sistematización del texto narrativo y en tercer año la del texto argumentativo.

Por otra parte, resulta fundamental llevar a cabo una delimitación de "ámbitos" o "dominios" de uso de la lengua materna, teniendo en cuenta especialmente las diferentes Modalidades en que se dicta el espacio curricular Lengua y Literatura. En este caso, se debe considerar también el peso de lo oral y lo escrito en las distintas situaciones; la organización de los géneros literarios y no literarios como codificaciones sociales más o menos rígidas que se utilizan en cada uno de los ámbitos, el significado intencional así como también la necesidad de proporcionar instrumentos para observar, analizar e interpretar la organización semántica y secuencial de los textos. Resulta, entonces, de suma importancia, a la luz de los fines sociales que persigue el lenguaje, ver las relaciones que se producen entre ámbitos del discurso y tipos de texto. La tipología, podría, por ejemplo, servir como base para la estructuración del programa de estudios del primer año. Podría, también, permitirnos relacionar los contenidos textuales con aspectos gramaticales y normativos (por ejemplo, conversación, actos de habla y puntuación; descripción, coherencia referencial, la oración simple; la narración con los tiempos, modos y aspectos verbales y coherencia temporal; la argumentación, conectores y coherencia relacional) y relacionar Lengua y Literatura desde un mismo marco teórico. Se trata, más que de enseñar tipos como contenidos "a priori" enseñar a usarlos metódica y reflexivamente siendo siempre conscientes de las dificultades de una clasificación tipológica en virtud de que la heterogeneidad de los rasgos involucrados. A su vez, en segundo año, la observación y el análisis de las diferentes prácticas deberá permitir que los alumnos y alumnas tomen conciencia de la diversidad reconociendo las variantes en los distintos niveles o componentes de la lengua, las diferentes normas y estilos del discurso en función de las distintas situaciones, o sea, la adecuación y aceptabilidad, y la gran distancia que existe entre los tipos de textos o los modos del discurso y los textos reales.

Asimismo el tratamiento didáctico de los esquemas textuales y discursivos repercute favorablemente en la planificación de la composición escrita y en la redacción, para lo cual resulta de suma utilidad trabajar de qué modo la Literatura realiza una manipulación paródica de los diferentes esquemas textuales.

Por otro lado, si bien la oralidad y la escritura constituyen dos órdenes de la comunicación y, considerando que en nuestra cultura existe un "continuum" entre ambos puesto que existen usos muy próximos (un aviso oral, una nota escrita) o muy alejados, ha de tenerse en claro que es en los usos orales formales, propios de las relaciones públicas y de la vida institucional y en los discursos escritos de todo tipo -informales y formales, literarios o no literarios- donde deben centrarse prioritariamente la planificación didáctica. Las deficiencias individuales en el desempeño oral de los alumnos y alumnas deben ser "atacadas" indirectamente puesto que, a diferencia de la enseñanza de segundas lenguas, el docente no debe enseñar usos cotidianos y espontáneos de su lengua materna; no debe enseñar, por ejemplo, a conversar sino, más bien, a exponer una opinión. Desde este punto de vista, en primer año, lo oral espontáneo puede ser objeto de observación crítica de los alumnos; sin embargo, la atención a la reflexión, a los procesos de planificación, mecanismos de coherencia que garantizan la textualización y la revisión, constituyen piezas claves en la comunicación escrita en la enseñanza del Polimodal. En segundo año, se trabajará lo oral en ámbitos formales y, fundamentalmente, los textos escritos en ámbitos semiformales. En tercer año, la actividad se centrará en textos orales y escritos formales en diferentes ámbitos a fin de diferenciar los discursos primarios, prácticos o cotidianos de los ideológicos o secundarios. En particular, los discursos teóricos o secundarios que se dan en tres dominios de la comunicación cultural: Literatura, Filosofía y Ciencia, cada uno con sus propios rasgos discursivos, formales y de género, con convenciones especiales y, en el caso de la Literatura, con un fuerte intertextualidad. Se trata de ver, además, de qué manera, a menudo, se rompen los límites entre discurso primario y secundario, por ejemplo, en la Literatura, puesto que en ella observamos todo tipo de estructuras textuales y discursivas y todo tipo de registros y variedades del lenguaje, tal como ocurren en otros ámbitos como, por ejemplo, los medios de comunicación, el ámbito político y jurídico-administrativo.

En síntesis, teniendo en cuenta el desarrollo de los tres años, se propone pasar de una reflexión en torno a los problemas del texto -cohesión y coherencia- a problemas de contextos, es decir, a los marcos de comunicación, a la interxtualidad y a los problemas de tipología textual, lo cual lleva a proyectar el trabajo con el objeto Texto a uno con el objeto Discurso.
5-. El lugar de la Literatura
Lugar de conflicto o de relaciones complementarias, debe considerarse, en principio, que una oposición tajante entre textos literarios y no literarios es producto de un enfoque o ideología formalista de la comunicación verbal que ignora la pluralidad de los discursos. Paulatinamente se ha renunciado a identificar la "esencia" literaria con una forma del lenguaje; se ha tendido a conceptualizar la Literatura como una modalidad o tipo de discurso y, como tal, el concepto de Literatura y Competencia Literaria no tendría un significado universal o eterno sino más bien histórico e ideológico. En este sentido, la cuestión de la enseñanza de la Literatura se ha planteado, en la actualidad, en términos históricos y de recepción, esto es, el problema se aborda desde el uso social, la lectura o recepción de los textos como literarios o no literarios. Además, los universos que estos textos representan siempre constituyen "mundos posibles" que enriquecen nuestra realidad porque nos permiten percibirla "de otra manera" y"desde otro lugar": la Literatura, como exploración vital simulada nos recrea, nos reforma, nos conforma, nos humaniza.

Por otro lado reconocemos la existencia de ciertos los textos que se usan como literarios: esto constituye el llamado "canon literario" de una sociedad en un momento determinado. Tal canon, transferido a la enseñanza, debería ser redefinido como el conjunto de obras consideradas valiosas y dignas de ser leídas y comentadas. El establecimiento del canon condiciona la determinación pedagógica de los textos que se deben conocer, lo que encierra implicaciones culturales, éticas e ideológicas, especialmente si se considera este problema desde la perspectiva de la multiculturalidad. Un enfoque comunicativo deberá, entonces, conceder a estos textos un valor trascendental en la educación lingüística y cultural de los alumnos y las alumnas en el marco de una discusión seria y un conjunto de decisiones acerca del mundo para el cual queremos educar y acerca de lo que constituye el "patrimonio cultural y literario". Del mismo modo, debemos considerar, en esta discusión, que la lengua de un grupo social es, entre otras cosas, su tradición literaria, y en la Literatura se encuentran todo tipo de textos y ámbitos del discurso, además de que en ella se encuentra encerrado un valor cultural profundo para el imaginario antropológico y para la interpretación de la realidad.

Asimismo, más allá de la concepción personal que todo docente posea respecto de la Literatura, construida, sin duda, a partir de su propia experiencia como lector y de la práctica que proporciona un saber hacer profesional, lo que constituye una suerte de teoría implícita acerca de su actividad, éste deberá tomar conciencia acerca de la necesidad confrontar esa teoría implícita críticamente con teorías explícitas, científicas y académicas. Deberá construir una visión crítica y valorada de las Teorías de la Literatura y los enfoques que la subyacen pero también tendrá que comprender los alcances y las diferencias entre las prácticas teóricas, crítica y, naturalmente, la producción o creación propiamente dicha. Sin embargo, más allá de la diversidad, el docente deberá integrar ambos enfoques de modo tal de ofrece una visión más amplia y enriquecida de la Literatura entendida tanto como texto literario, como manifestación discursiva o práctica social o como un dominio de conocimiento, con una mirada pluralista en la que la teoría y la crítica se entiendan como algo complementario y enriquecedor del objeto de enseñanza.

Para lograr tales objetivos se deben desarrollar, entonces, estrategias didácticas orientadas a:
1-. Provocar en los alumnos la experiencia de la comunicación literaria para evitar que la Literatura sea vista como algo exclusivamente escolar sino como un fenómeno social compartido que incluye autores, lectores, críticos; editores medios de difusión, mercado, etc.
2-. Seleccionar lecturas adecuadas en complejidad creciente, complejidad referida tanto a la riqueza de los universos representados cuanto al modo como se estructura formalmente ese mundo.
3-. Propiciar una implicación y respuesta de los lectores mediante actividades de obtención de información, de comentario y de difusión de modo tal de transformar la respuesta que provoca la lectura de un texto literario. Asimismo se debe favorecer las diferentes capacidades involucradas en la lectura, en particular la capacidad de elaborar inferencias y de control de la comprensión a fin de arribar a interpretaciones cada vez más complejas,
4-. Construir la significación de manera compartida, socializando el proceso, es decir, articulando una lectura personal con un comentario público. Articular el trabajo individual con el grupal para confrontar ideas, desarrollar actitudes solidarias, estrategias de gestión y organización, construir relaciones intersubjetivas, etc.
5-. Interrelacionar actividad de comprensión y expresión literarias sea en su forma oral o escrita, mediante la elaboración de escritos que, por ejemplo, complementen actividades orales de comentario. Al respecto, si bien nuestro objetivo es fundamentalmente desarrollar la competencia lectora de los alumnos y las alumnas, la competencia como escritores no es un objetivo generalizable. Sin embargo, reformular textos o escribirlos conforme a modelos y restricciones situacionales es una estrategia al servicio de la competencia lectora. En realidad, se trata de lograr que el alumno alcance usos verbales personales tanto expresivos como comunicativos y que reconozca los usos ajenos. Se tenderá a promover el desarrollo de una "conducta creativa" de hacer literatura a través de sus composiciones reconociendo que los procesos de invención y descubrimiento exigen el conocimiento previo de reglas, la utilización de modelos (imitación y diferenciación posterior), la regulación de la fantasía y el dominio de destrezas lingüísticas, textuales y estéticas.
6-. Utilizar el texto literario como dispositivo didáctico dado que constituye una forma de acceso a distintos tipos de aprendizaje referidos a otros dominios de conocimiento, por ejemplo, los que se trabajan en otros espacios curriculares.
7-. Tener en cuenta criterios históricos y genéricos. La estructuración temática permite, muchas veces plantear cuestiones cronológicas, genéricas y formarles pero no desde un simple muestrario de contenidos reunidos en torno a débil reflexión sobre el "argumento". En realidad, se debe atender a la dimensión verbal, histórica, antropológica y filosófica del texto literario que conduzca a los alumnos, a las alumnas y a los docentes a repensar su realidad apropiándose paulatinamente de la literatura nacional e inscribiéndola en el campo cultural y en el campo literario.

Se recomienda en primer año la reorganización por géneros como un lugar de encuentro entre la poética general y la historia literaria dado que éstos constituyen formas codificadas y convencionales por medio de las que un grupo en un contexto determinado selecciona y categoriza actos del lenguaje. En segundo año, se sugiere continuar la reorganización tanto por géneros como por "problemas" que pueden referirse a aspectos temáticos vinculados con las obras literarias, a categorías sociohistóricas o a formas de representación. En tercer año, se recomienda organizar fundamentalmente los programas a partir de "problemas" utilizando categorías de reflexión político-cultural a fin de propiciar una actitud más crítica de los alumnos y las alumnas. Por último, los modos de estructurar los contenidos propuestos para segundo y tercer año obligará al docente a un mayor grado de explicitación; para esto, requerirá, sin duda, de un encuadre o contextualización de la Literatura más amplio por lo que deberá ser complementado con un andamiaje teórico más sólido.