COLEGIO DE PROFESIONALES EN CIENCIAS ECONÓMICAS

DE EL SALVADOR (COLPROCE)

 

FORTALEZCAMOS LA CREACIÓN DE CONDICIONES

PARA APROVECHAR EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO (TLC) CON LOS ESTADOS UNIDOS

 

6 de Abril 2006

 

En el mes de marzo se puso en marcha el Tratado de Libre Comercio con los EEUU, que permite: continuar vendiendo en ese país cientos de productos hechos en El Salvador, sin pagar impuestos, de la misma forma en que se venía haciendo desde hace más de diez años, haciendo uso de su política llamada Iniciativa de la Cuenca del Caribe; ampliar las ventas de algunos productos que se encontraban restringidos por cuotas de importación; vender en El Salvador miles de productos, hechos en EEUU, sin tener que pagar impuestos de aduana o aranceles; así como que vengan inversionistas estadounidenses a gozar de las garantías adicionales que se les ha dado.

 

El inicio de este TLC se da en el marco de nuevas tendencias de la economía internacional: la producción de servicios desde otros países; el desplazamiento de grandes empresas nacionales ante la competencia de empresas transnacionales; las alianzas entre estas empresas; el papel dinámico de la inversión extranjera en el aumento de la productividad de los países; la desconcentración de los procesos productivos en el ámbito mundial; la pérdida de capacidad de gestión nacional; así como la utilización de los tratados de libre comercio (TLC) por los países desarrollados, para proteger temporalmente  sus mercados en el tercer mundo.

 

Todavía no existen condiciones para evitar graves daños de este TLC a los empresarios salvadoreños y para aprovechar las oportunidades que ofrece. Pero podemos utilizar  los próximos diez años para ello, coordinando actividades realizadas por el gobierno, la empresa privada y el resto de la sociedad civil.

 

Algunos de los daños que puede causar ese TLC son los siguientes: competencia desleal, vendiendo en El Salvador productos hechos en los EEUU a precios artificialmente bajos, debido a que el gobierno de ese país entrega dinero a los productores (subsidios) para disminuir los costos de producción, o paga directamente algunos de esos costos; daños a la salud humana, animal y vegetal mediante la venta en El Salvador de productos potencialmente peligrosos, debido a semillas transformadas genéticamente, procesos productivos que dejan residuos químicos y empaques que contaminan el medio ambiente; inversionistas poco responsables que no cumplen con la legislación laboral y dejan cuentas y prestaciones laborales sin pagar; privatización de servicios públicos que se traducen en monopolios privados y aumentos de precios de los servicios; deterioro de la situación fiscal del país debido a la disminución de los impuestos a la importación de bienes y servicios; endeudamiento público como efecto de la ejecución del TLC. Estos daños son significativamente menores a los que tendrán otros países centroamericanos, debido a que El Salvador  ha estado expuesta a la competencia de los productos de los EEUU y el ajuste estructural se profundizó desde hace varios años.

 

Las oportunidades que debemos aprovechar son: que disminuyan los precios de los bienes y servicios a nivel del consumidor, como consecuencia de la eliminación de impuestos a la importación y el mejoramiento de productividad de los empresarios locales; que los empresarios salvadoreños utilicen mejor tecnología para elevar la productividad del capital y de la mano de obra y que esto se refleje en mejores salarios para los trabajadores salvadoreños; desarrollar la capacidad exportadora de los empresarios salvadoreños mediante una mejor organización, asistencia técnica y financiera, así como el mejoramiento de las condiciones sanitarias en las áreas de producción;  incorporar los productos salvadoreños en redes de comercialización importantes en los EEUU o crear redes salvadoreñas para llegar al mayor número de consumidores; el mejoramiento de las condiciones laborales en El Salvador, de tal manera que los salarios reflejen el valor de los bienes y servicios necesarios para reponer la capacidad laboral, evitar la discriminación de las mujeres, erradicar el trabajo infantil y hacer efectivo el derecho a la organización sindical y los contratos colectivos de trabajo; atraer inversión norteamericana que tenga asegurada sus ventas en el mercado en los EEUU y sea responsable en sus obligaciones laborales y ambientales. Es importante recalcar que el aprovechamiento de estas oportunidades puede ser menor que en otros países centroamericanos, debido a la apreciación cambiaria que genera la dolarización de la economía salvadoreña.

 

Se ha avanzado relativamente poco en estos campos. Es seguro que de seguir así, los costos superarán los beneficios que se obtengan y no habra tiempo para corregir esta situación. Es necesario tomar en cuenta que existe poco interés de los empresarios salvadoreños por aprovechar  el mercado de los EEUU produciendo desde El Salvador,  algunos de ellos consideran que otros países centroamericanos son mejores plataformas de exportación.

 

Las actividades más urgentes son: el fortalecimiento presupuestario y técnico de las instancias públicas directamente involucradas, es decir: Ministerio de Economía, Ministerio de Agricultura y Ganadería, Ministerio de Trabajo y Previsión Social, así como el Ministerio de Relaciones Exteriores; fortalecer las líneas de crédito para la exportación; mejorar la capacidad de asistencia técnica en producción y mercadeo; así como el fortalecimiento de la organización de los exportadores para mejorar su poder de negociación.