El Partido Revolucionario de los Trabajadores era unos de los partidos más pequeños en la historia reciente de las agrupaciones políticas en México. El PRT, fue fundado por Pedro Peñaloza en los años 80. El PRT era un partido de la ultraizquierda con la ideología Trotskyista en particular.
Aunque el Partido Revolucionario de los Trabajadores fue muy pequeño, el partido tiene un espacio muy importante en la historia Mexicana. En las elecciones de 1982, el PRT nominó la Señora Rosario Ibarra de la Piedra como candidata a la presidencia de la república. Ella fue la primera candidata a la presidencia en la historia mexicana. Ibarra de la Piedra encabezó varias agrupaciónes politicas y sociales en caso de la desaparición y asesinato de su hijo, Jesus Ibarra, por el gobierno. En su campaña, ella buscó apoyo de femenistas, grupos homosexuales, trabajadores, amas de casa, socialistas y comunistas. Ella apoyó los derechos homosexuales así como el derecho del aborto.
Las elecciones presidenciales de 1982 revalaron que ella recibió solo 500,000 votos, o 2.0% del voto. Dijo que ella fue victima de fraude, y que recibió una cifra más alta.
En caso del terremoto de 1985 y la crísis económica, muchas mujeres entraron el enscenario politíco de México y apoyaron los partidos de la izquierda. En las elecciones legislativas de 1985, el PRT recibió 1.3% del voto, sin embargo, el partido ganó 6 espacios en la cámara baja del congreso. El Partido Revolucionario de los Trabajadores sigió siendo un partido de la mujer, y con eso, los hombres se alejaron del partido al nuevo PRD.
Rosario Ibarra de la Piedra y su partido no apoyaron la candidatura del Ing. Cuauhtémoc Cardenas en las elecciones presidenciales de 1988. Ella aceptó la nominación de su partido otra vez, sin embargo, su partido no pudo ganar muchos votos con la candidatura de Cárdenas. Antes de las elecciones de 1988, el PRT no pudo recuperar el registro del IFE. Muchos socios del PRT se alejaron para el PRD. El PRT todavía existe en varios estados de México. En las elecciones de 1997, la activista femenina, Partria Jimenez, campañó para la cámara baja del congreso federal. Ella perdió la elección, sin embargo, el PRD le consideró para la nominación de conscripción. Ahora, ella es la primera diputada lesbiana en la historía de latinoamerica.