Algunas iniciales
informaciones de interés general sobre las elecciones: Las elecciones
son de carácter general es decir se renovará el poder ejecutivo
(elecciones presidenciales) y el poder legislativo (elecciones para elegir
legisladores al Congreso de la República) y se realizarán
el domingo 9 de abril.
El sistema electoral peruano
establece dos vueltas para las elecciones presidenciales, si es que ninguno
de los candidatos consigue el 50%+1 de los votos válidamente emitidos
en la primera vuelta electoral. Esta segunda vuelta se realizaría
en junio.
Las Listas presidenciales
inscritas son 11 (el candidato presidencial con su respectiva agrupación),
y son las siguientes: Alberto Andrade (Somos Perú), Luis Castañeda
(Solidaridad Nacional), Alejandro Toledo (Perú Posible), Alberto
Fujimori (Perú 2000), Susana Higuchi (FIM), Abel Salinas (Apra),
Máximo San Román (UPP), García Belaunde (AP), Rafael
Rey (Avancemos), Ciro Galvez (Renacimiento Andino) y Ezequiel Ataucusi.
El plazo para la inscripción
de las listas al congreso se cierra posteriormente. Los peruanos residentes
en el extranjero tenemos el derecho a participar en las elecciones, si
es que se ha cumplido con los requisitos establecidos por las autoridades
respectivas. Según estas autoridades en toda Escandinavia son alrededor
de 1000 peruanos y peruanas que tienen derecho al voto. En próximos
números continuaremos informando sobre otros aspectos generales
de las elecciones.
NOTICIAS SOBRE EL PROCESO
ELECTORAL
Leonor y el Honor
Desde Suecia, la ex agente
del SIE cuenta cómo rechazó a tres emisarios del régimen
que intentaron chantajearla.
por: RAMIRO ESCOBAR LA CRUZ
La historia que revelamos
a continuación demuestra cómo ciertas malas costumbres han
cruzado las fronteras. Hacia fines del año pasado, la ex agente
de inteligencia Leonor La Rosa recibió en Suecia, donde vive refugiada,
un "ofrecimiento": ayuda económica sin límites a cambio de
un mensaje grabado agradeciendo al Presidente de la República. ¿Empezó
la campaña de Perú 2000 en el extranjero.
SEGURAMENTE, la tarde del
viernes 17 de diciembre del último año del siglo pasado fue,
para muchos, agitada, cargada de ese laberintoso rumor de fin de milenio
que inundó el planeta. Quizás fue así también
para Leonor La Rosa, la ex agente del SIE (Servicio de Inteligencia del
Ejército), hora residente en la ciudad de Orebro, a 6 horas en auto
de Estocolmo, salvo por una visita nada pascual e inesperada.
Aproximadamente a las 6 de
la tarde, Leonor llegaba a su casa en su silla de ruedas, llevada por el
mayor de sus hijos. Venían de la lavandería cuando, de pronto,
vieron en la entrada de su casa a tres individuos hablando con un muchacho
que trabaja como ayudante de la ex agente. Parecían tener propósitos
limpios: se identificaron como representantes de la embajada peruana en
Suecia. De acuerdo al testimonio de Leonor, uno de ellos, de apellido Bejarano
Jaramillo (sería un comandante del Ejército), incluso le
mostró un carnet de la embajada. Pero aun así ella desconfió
y mantuvo la conversación en las afueras de su casa. Al fin, en
un clima algo tenso, vino la aclaración mayor: "venimos de parte
del Presidente", dijo uno de los emisarios.
Acto seguido, le mostraron
unos papeles casi milagrosos. En ellos, según cuenta, tenía
que firmar y poner la cantidad de dinero que deseara. La que sea, la necesaria,
todo lo pagaba el Gobierno. El único detalle es que esto tenía
un precio: Leonor debía grabar un vídeo de 15 minutos agradeciendo
al mandatario por el gesto y también escribir y firmar unas líneas
en el mismo sentido.
Ella se negó, pero
se trataba de todo o nada. Uno de los emisarios, de acuerdo a su versión,
habría insinuado que podría tener algún accidente,
que se iba a arrepentir de haberse negado. Por último, su hijo mayor
sufrió un empujón, que no por leve era menos indignante.
Leonor mantuvo su decisión y llegó a increparle su descaro
a los tipos. Tras el incidente, pidió protección policial.
Al parecer, lo que vivió esa tarde fue el corolario de una serie
de hechos que comenzaron semanas atrás, el 12 de octubre de 1999.
Ese día, Alberto Bustamante Belaunde asumió el Premierato
y, tiempo después, el 20 de noviembre, en una entrevista televisiva
anunció, casi contrito, que el Gobierno reconocía las torturas
de Leonor La Rosa y que se le daría una indemnización. En
consonancia con este aparente giro humanitario, Alberto Fujimori corroboró
al día siguiente lo dicho por su Premier. Entonces Heriberto Benítez,
abogado de la ex agente del SIE, entusiasmado, le envió una carta
a Bustamante, para solicitarle una reunión. A los 4 días,
le avisaron que podía reunirse con la famosa Comisión de
Alto Nivel, aquella encargada de enfrentrar los desaguisados que tiene
el Gobierno en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Todo esto ocurrió
a comienzos de diciembre. Los encuentros entre Benítez y la Comisión
-una de cuyas cabezas visibles es la abogada Milagros Maraví- se
realizaron en el Estudio Eyzaguirre. Confiado en su contraparte, Benítez
facilitó el nombre y el teléfono del hospital donde estaba
Leonor. Hasta allí todo bien, pues, en efecto, representantes de
nuestra embajada en Suecia se pusieron en contacto con la ex agente.
La primera en hacerlo fue
la secretaria Rosalba Larsson. Luego lo hizo el ministro José Luis
Pérez, con quien Leonor habría hablado por teléfono
el 9 de diciembre, 8 días antes del obsceno ofrecimiento presidencial.
No se puede concluir que nuestro honorable servicio diplomático
estaba al tanto de cómo se manejaba el asunto. Lo ponemos en duda.
Pero si fuese así, el pecado sería doble: ¿para qué
involucrar a nuestros funcionarios en un acto tan oscuro? Benítez,
sin saber que esto había ocurrido, continuó su afanosa tarea
de abogado. Su último encuentro con los miembros de la Comisión
fue el jueves 13 y se programó una próxima reunión
para el lunes 31. Estaba negociando con ellos no sólo la indeminización,
sino, además, la reparación del honor de Leonor La Rosa,
la incorporación de ésta al cuerpo de inválidos del
Ejército y una investigación del caso en el fuero común.
El 21 de enero, CARETAS se
comunicó con la ex agente en Orebro, por vía telefónica,
y recogió los detalles del escandaloso hecho. ¿Sabía
todo esto el premier Bustamante, los miembros de la Comisión o el
propio presidente Fujimori? ¿Se trató de mantener distraído
a Benítez mientras se hacía este montaje, cuyo resultado
final (el vídeo grabado), de ser obtenido, hubiera ido a parar,
prestamente, a las rollizas pantallas de Tv. adictas al régimen?
No tenemos manera de comprobarlo.
Nos gustaría creer que no, que fue un desvarío de algunos
funcionarios ingenuos, que creyeron encontrar en la ex agente del SIE un
espíritu quebrado, como tristemente está su cuerpo. Pero
hay indicios de que dicha estrategia se montó desde este lado del
mundo y, afortunadamente, atravesó los aires y los océanos
para toparse con una voz que no callaba.¿Esta es la forma que se
tiene de arreglar las cosas con una mujer que, según las últimas
pericias médicas, ya no podrá caminar, que ni siquiera puede
sentarse en un ángulo de 90 grados porque puede sufrir hipoxia (falta
de aire) cerebral, que tiene inmovilizada una mano, que deberá ser
operada pronto debido a que se le ha llenado de hongos? ¿Así
empieza el "Año de la Lucha Contra la Violencia Familiar"?
De acuerdo con lo relatado
por la ex agente del SIE desde Suecia, la lesión medular que sufre
ya es irreversible. La están tratando con masoterapia y otras técnicas,
para lo cual tiene que acudir a un hospital 4 veces por semana y permanecer
allí de 9 a 4 de la tarde. La esperanza para ella hoy consiste en
lograr sentarse en un ángulo de 50 grados, en que le abran la mano
que, debido a sus lesiones tiene contraída, pero que de todas maneras
no podrá utilizar.
Con sus hijos Jorge Luis,
de 5 años; Danaysha, de 3 años; y Jonathan, de 15 años,
vive en este alejado rincón del mundo, con la ayuda del gobierno
sueco y de algunas instituciones humanitarias, mientras el gobierno peruano
no tiene mejor ocurrencia que propiciar negociaciones por un lado y lanzar
chantajes por el otro. Algo así como golpearse el pecho con una
mano y seguirla torturando con la otra.
Benítez acudirá
hoy jueves a la Defensoría del Pueblo, para dar cuenta de lo ocurrido
y pedir garantías para la seguridad de Leonor La Rosa ¡en
Suecia! El Gobierno tendrá que responder porque, de lo contrario,
vendrá el informe final de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, en el cual las recomendaciones irán, muy probablemente,
en el mismo sentido de lo reclamado por el incansable Benítez.
Si no se cumple con esas
recomendaciones, el caso pasará a la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, aquella instancia que hemos puesto entre paréntesis gracias
a nuestros novedosos aportes al Derecho Internacional.
Claro que entonces pueden
surgir otros Siuras o Marthas Chávez, para proclamar que Leonor
no puede sentarse porque no le gusta, con lo cual haremos, de seguro, nuestro
primer papelón del milenio.
Caretas Edición Nº
1603, 27 de Enero de 2000
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