El Ministerio de Salud se responsabiliza
de la muerte de seis personas
LIMA, 21 sep (ZENIT).- Después
de seis meses de investigaciones, el portavoz del Ministerio de Salud peruano
se ha responsabilizado de la muerte de seis personas a causa de la esterilización
quirúrgica mal practicada.
Los casos de muerte por este
tipo de intervención habían sido denunciados por la Iglesia
Católica y por otras organizaciones. El Ministerio reconocióque
la consistencia de tales denuncias le ha obligado a suspender en lasúltimas
semanas los controvertidos «festivales» de ligaduras de trompas
y vasectomías. El «mea culpa» del órgano del
ejecutivo del gobierno de Fujimori ha sido hecho público por el
informativo SELAT.
Según recuerda la
publicación quincenal latinoamericana, en los últimos meses,
la prensa del país ha publicado una serie de denuncias de muerte
por complicaciones en intervenciones quirúrgicas como parte de la
agresiva campaña de control de la población lanzada por el
la actual administración
en la que se privilegian
los métodos irreversibles. Los quince casos, registrados en la Defensoría
del Pueblo desde diciembre junto a otras ciendenuncias de esterilización
forzosa, fueron investigados por un equipoespecial que comprobó
la responsabilidad de los agentes sanitarios, pese a la inicial negativa
del Ministro de Salud, Marino Costa Bauer.
Hace algunas semanas, poco
antes de que Costa Bauer reconociera la responsabilidad del Ministerio
en las muertes, funcionarios del sector reconocieron que el programa de
control natal implementado no alcanzará susobjetivos previstos para
1998 pues cada vez es más difícil convencer a las personas
--o engañadas-- para que se sometan a la esterilización.
El Ministerio de Salud registró una disminución de un 68%
en el número de personas que se sometieron a una esterilización
con respecto al añoanterior, así como una significativa reducción
del 50% en la producción deanticonceptivos, con lo que el Ministerio
se vio obligado a suspender la mayoría de las campañas masivas
de esterilización, renunciandosimultáneamente a la meta original
de practicar 78 mil ligaduras de trompas y 22 mil vasectomías a
nivel nacional en 1998.
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