El Granollers, en 1976, abrió la puerta de los triunfos en Viejo Continente con la conquista de la Recopa. La misma senda la siguieron otros equipos españoles como el Calpisa de Alicante, que conquistó tan flamante título al derrotar en doble partido. Después, el FC Barcelona, dirigido desde el banquillo por Valero Ribera, un técnico de la casa, establece una hazaña difícil de emular, al conseguir tres triunfos consecutivos desde 1984 hasta 1986.

El primer título europeo de los azulgranas lo consiguieron ante el Slogan Doboj yugoslavo, en un encuentro único disputado en el Palau Blau Grana que finalizó con victoria catalana por 24-21. El segundo título continental lo obtuvo el Barça ante el TSKA de Moscú. El último entorchado europeo lo logró el Barcelona el vencer a los alemanes del Grosswalstadt.

Una de las alegrías españolas en la aventura europea la vivió el Teka en la temporada 89-90 al conseguir el título de la Recopa. No fue precisamente un camino de rosas para los santanderinos llegar a la final continental, pues antes tuvo que dejar en la cuneta a rivales de la talla del Empor Rostcj (Alemania Oriental), TV Grosswallstadt (Alemania Federal) y Vaev Bramac Veszprem (Hungría). La final ante el Drott Halmstad (Suecia) será de fácil recuerdo para el público santanderino, que, en el partido de vuelta, con su constante apoyo y con su aliento inquebrantable, hizo que el pabellón de la Albericia reventara de júbilo cuando al acabar el encuentro el marcador registraba un elocuente 23-18, superando con creces los dos goles en contra que traía del partido fuera de casa.

Hay que reflejar también que en el año 85 el Atlético de Madrid, en su época más dorada, de la mano de Juan de Dios Román, es el primer equipo español que accede a una final de la Copa de Europa de campeones de Liga, ante otro equipo legendario, la Metaloplástica de Sabac, que se proclamó campeón al vencer en los dos partidos por 19-12 y 30-20, respectivamente.

Al año siguiente, tres equipos nacionales llegaron a las semifinales de las distintas competiciones europeas: Copa de Europa, Recopa y Copa IHF. En esta última competición, el Tecnisán, antiguo Calpisa, llegó hasta la final. Hace seis o siete años se produjo el gran cambio en el balonmano español. Los planteamientos de los clubes de la División de Honor española se transformaron profundamente.

La entrada de patrocinadores en este deporte ha hecho que llegue dinero. Agotado el escaso "mercado" nacional no hubo más remedio que abrir las fronteras de par en par. Los Pirineos fueron un continuo tránsito.

Desde entonces, la legión extranjera se ha potenciado notablemente en España. Fue el Calpisa, un club afincado en Alicante, el que comenzó a ofrecer la vía de profesionalismo a grandes jugadores de aquella época, como Perramón y Goyo, entre otros. Esa situación se ha consolidado plenamente y, en estos momentos, la Liga española es una de las más fuertes, por no decir la mejor, dentro del concierto europeo. En esta vida, con dinero se consigue casi todo y así, las grandes estrellas del balonmano mundial han recalado en España. El alemán Wunderlich es un claro ejemplo, aunque su juego no logró cuajar dentro de los esquemas clásicos del FC Barcelona, equipo en el que militó durante dos temporadas el as germano.

Sin ánimo de dejar a nadie en el tintero, entre otros, el balonmano español ha contado con figuras como los rumanos Vasile Stinga y Maricel Voinea; los yugoslavos Jovan Elezovic, Zoran Puzovic, Veselin Vujovic y Zlatko Pornet; los suecos Mat Olsson y Thomas Svensson; el croata Patrik Cavar; Los islandeses Alfred Gislasson y Kristian Arason; el polaco Bogdan Wenta o el nacionalizado Talant Dujshebaev. Todos ellos, grandes maestros del balonmano que, sin lugar a dudas, han dado un gran realce a este deporte en nuestro país.

En el firmamento nacional, aunque la igualdad se ha repartido en el grupo de gallitos que todos los años se disputaban la hegemonía, el FC Barcelona con 14 ligas en su poder hasta el 95-96, consigue proclamarse consecutivamente campeón de Liga desde la temporada 79-80 hasta la temporada 91-92. En el palmarés del FC Barcelona, incluimos también dos copas de Europa (1991 y 1996), cinco Recopas (84-85-86-94-95), diez Copas del Rey, seis Supercopas y dos Copas Asobal (1995 y 1996).

Cabe destacar otros equipos como el Teka de Santander con un gran palmarés: una Recopa de Europa (89-90), una Copa IHF (92-93), una Copa de Europa (93-94), dos Copas Asobales (90-91 y 91-92), dos Campeonatos de Liga (92-93 y 93-94) y dos Copas del Rey (88-89 y 94-95). O del Elgorriaga Bidasoa: una Copa de Europa (1995), dos Ligas (1987 y 1995), dos copas del Rey (1991 y 1996), una Supercopa (1996) y una Copa Asobal (1993). Así también, equipos como los ya desaparecidos Cajamadrid o Atlético de Madrid y actuales como Academia Octavio (Pontevedra), BM. Granollers, Prosesa Ademar (León), Caja Pontevedra Teucro, BM. Valladolid, San Antonio (Pamplona), Cangas del Morrazo... Estos equipos que como todos los años hacen que la lucha en la División de Honor cada vez sea más apasionante.

Los últimos logros en los Mundiales Junior dan motivos para pensar que el balonmano español mantiene savia suficiente para formar un aguerrido conjunto capaz de todo en los próximos Juegos Olímpicos y demás Campeonatos.

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