HISTORIA DEL BALONMANO
ESPAÑOL
David Rubio Gutierrez (Gijón)

INTRODUCCION
EL BALONMANO EN ESPAÑA
MAYORÍA DE EDAD
EVOLUCIÓN
ESPECIALIZACIÓN
EL ASCENSO DE ESPAÑA
MUNDIAL de Checoslovaquia `90

INTRODUCCION

El balonmano es un deporte de reciente creación, aunque hay expertos que señalan que sus orígenes se remontan a la antigüedad. Así, en la antigua Grecia ya se practicaba un juego de pelota con la mano, conocido como el "Juego de Ucrania", en el que se utilizaba una pelota del tamaño de una manzana y los participantes debían procurar que no tocara el suelo. Este juego lo llega a describir Homero en "La Odisea".

 En la época romana, un médico llamado Claudio Galeno recomendaba a sus enfermos que jugaran al Hapaston, que se practicaba con un balón. Durante la Edad Media, los juegos de pelota con la mano eran practicados principalmente en la corte. Fueron bautizados por los trovadores como los "Primeros Juegos de Verano". En todo caso, eran juegos y prácticas deportivas no estructuradas, sin ningún tipo de reglamento ni de normas.

Sin embargo, los orígenes modernos del balonmano datan de finales del siglo XIX, cuando se utilizaba como complemento para entrenar y preparar a los gimnastas. En 1892, un profesor de Gimnástica, Konrad Koch, creó el "Raffballspied", con características muy parecidas al actual balonmano. En ese tiempo, en Checoslovaquia se practicaba en las escuelas un juego
en el que cada equipo estaba formado por siete jugadores. Se denominaba "Hazena" y su primer reglamento apareció en 1905.

En un Instituto de Enseñanza Media de Dinamarca, un profesor de Gimnasia, Holger Nielsen, en 1898 introducía un juego nuevo con un balón pequeño, al que se le llamó "Haandbold". Se trataba de meter goles en una portería, de una manera semejante al fútbol, pero manejando el balón con las manos. Años más tarde, este juego también era practicado en Suecia, con la ayuda muy importante de G. Wallstrom. Esto ocurría en 1910.

Este juego era una práctica fundamentalmente recreativa, cuya primera publicación técnica y divulgativa, obra del propio Nielsen, apareció en 1907. Pero los pocos historiadores que se han atrevido a profundizar en los orígenes del actual balonmano señalan a un profesor de educación física, afincado en Berlín llamado Max Heiser, como el verdadero y legítimo "padre" de esta modalidad deportiva.

Dicen que Heiser, especializado en gimnasia femenina, a partir de 1907 jugaba con sus alumnas en una de las principales avenidas de Berlín.

El juego que creo de denominó "Torball", basado en otros juegos parecidos como el rajjbold, volkerball y koreball. Dos años más tarde, un compatriota de Heiser, Carl Schelenz, "inventa" un nuevo juego, al que se puso el nombre de "Handball", inspirado principalmente en el fútbol. Las reglas eran idénticas, con la diferencia de que se jugaba con la mano. Cada equipo estaba compuesto por 11 jugadores y se practicaba sobre un terreno de fútbol. Después de la Primera Guerra Mundial se asienta definitivamente este juego.

Al principio este juego es acogido y regulado por la Federación Internacional de Atletismo (I.A.A.F.). Schelenz, entrenador
en Alemania, Austria y Suiza, se encarga de divulgarlo por Europa. En Alemania, prácticamente se convierte en el deporte oficial. A partir de aquí, marcha todo bien rodado. En 1926, la Federación Internacional de Atletismo, en su congreso de La Haya, acomete la idea de crear un reglamento propio.

Sin embargo, a pesar de lo expuesto anteriormente, Uruguay reivindica la paternidad de este deporte, que, como hemos dicho líneas arriba, se ha desarrollado con gran fuerza en el norte, centro y este de Europa. El profesor de Educación Física Antonio Valeta, creador de varios juegos nacionales uruguayos, pretendió hacer una fuerte réplica al fútbol, con el nombre de "balón". Este juego comenzó a ser conocido a finales de 1916, y dos años más tarde se disputaba un partido oficial en el estadio de Montevideo. La tesis uruguaya sostiene que por aquel entonces algunos marineros alemanes, cuyos barcos estuvieron
anclados durante algún tiempo en Montevideo, aprendieron el juego del "Balón" y más tarde lo enseñaron el Alemania, donde posteriormente el mencionado Carl Shelenz reglamentó el "Handboll",

EL BALONMANO EN ESPAÑA

La introducción de este deporte en territorio español ha seguido los mismos caminos y senderos que en otras partes. Primero, se conoció el balonmano a once, como una derivación del fútbol, y, poco a poco, se fue etiquetando en el balonmano a siete, con salas cubiertas con escenario principal.

Según Juan de Dios Román, en un estudio reciente sobre la historia del balonmano en España, fue la Escuela Militar de Toledo el epicentro donde se "cuece" la primera normativa y los primeros trabajos de tipo técnico que se elaboran sobre este deporte.

Bien se pude decir que los orígenes del balonmano español proceden de las esferas militares. En la Escuela Naval de El Ferrol lo llegan a practicar sus cadetes y alumnos. Existen datos oficiales de que en 1928 se presenta el balonmano en el Regimiento Alcántara, en Barcelona. Después de la Guerra Civil, tanto el Frente de Juventudes como la Sección Femenina y el SEU son los únicos organismos oficiales que controlan de alguna manera el deporte en España.

El autor, siguiendo con su estudio histórico, resalta que la primera normativa que se conoce en España está firmada por el capitán Hermosa y data de 1929. Era un primer esbozo de un reglamento, con el título de "balón a mano", documento que se formaliza diez años más tarde por la Escuela Central de Educación Física de Toledo. En este año se celebran las bodas de oro de la Federación Española de Balonmano, cuya reacción se llevó a cabo en 1941, con don Emilio Suárez Marcelo como primer mandatario de este deporte. En la temporada 42-43, según Lluis Miracle en su libro "El handbol a onze catalá", se organiza el Y Campeonato de España. Llegan a la fase final los equipos de: F. Valencia, Hamaca Bata de San Sebastián, F. Murcia y S.E.U. de Valladolid. Este último equipo conseguiría el primer título nacional al vencer al cuadro murciano por 5-3. En ese mismo año, la Federación Española de Balonmano edita oficialmente el reglamento de juego.

El estadio de las Corts, en Barcelona, es el escenario del primer partido internacional del balonmano hispano, modalidad a once en el que España se enfrenta a Francia, venciendo por 3-1. El equipo español está formado por quince jugadores catalanes y uno vasco. Bajo la dirección del señor Figueroa jugaron el 19 de Marzo: Tort, Casado, Cabré, Joan Barbany, Párraga, Cabrera, Luán, Muenen, Peña, Guardia, Villena, Vila, Riba, Rodés, Lluis Miracle, Cañadell, y Compte. Tres años más tarde, el equipo nacional interviene en unos Campeonatos del Mundo, que se disputaron en Suiza. España, dirigida por el entrenador alemán Hans Reiter, pasa la primera eliminatoria por "forfait" de Portugal y luego es derrotada por Austria por 20-10 y también cae ante Suecia por 9-2.

Un año antes, en el 51, despega la Primera División Nacional, a siete, en la que se proclama campeón el Atlético de Madrid, que en la temporada siguiente es relevado por su eterno rival en el fútbol, el Real Madrid. También comienza a disputarse la Liga Nacional Femenina, con triunfo de la Sección Femenina de Madrid. La época moderna del balonmano español a siete se estrena internacionalmente con el enfrentamiento del equipo hispano ante Suecia, con la que pierde por 23-12. Este partido con carácter amistoso se juega en Madrid y participan los siguientes jugadores seleccionados por Alberto San Román: Espinosa, Santos, Romano, Bustamante, Alcántara, Villite I, Acebal Miracle, Franquesa, Prhen y Guardia.

Al año siguiente, España ve cortado su acceso a los campeonatos del Mundo al ser eliminada por Francia, que vence por 23-11, en la localidad gala de Nantes. El balonmano a siete, poco a poco, le quita terreno e interés al balonmano a once, y este termina por extinguirse. El último título nacional en esa modalidad lo consiguió el B.M. Granollers al derrotar en la final al Sabadell por 17-8, en el que sería el último partido oficial del balonmano a once, disputado en el estadio de Las Corts.

Nace en el año 58 la División de Honor de balonmano a siete en lugar de la 1ª División. Participan en esta primera competición: B.M. Granollers, C.D. Sabadell, Atlético de Madrid, Bressel, Obras de Puerto, Estudiantes Elche, Español, F.J. de Valencia, Altos Hornos Sagunto, Iberia y Calvo Sotelo, de Zaragoza. El triunfo final fue para el B.M. Granollers. Este mismo equipo se adjudicó la Copa al vencer al F.C. Barcelona por 12-6.

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