EL TORO BRAVO

Cortesía de nuestro colaborador "El Niño del Carmen"


Existe constancia que ya en la más remota antiguedad pastaba en las praderas de la península ibérica un bóvido muy parecido a nuestro actual toro de lidia.
Diversos naturalistas opinan que el uro es un animal que en el neolítico existió en abundancia en la mayor parte de Europa, extendiéndose desde Inglaterra hasta España y ocupando buena parte de Europa central llegaba hasta Polonia y Rusia y quizás aún más hacia el este. En Polonia viven actualmente unos cientos de bisontes europeos, reconstruidos geneticamente y a los que no hay que confundir con el uro; aunque se pueda discrepar del origen del toro en la península ibérica, no hay que caer en el error de confundir a los bisontes con los bóvidos, pues presentan caracteristicas morfologicas muy diferenciadas. Sirva de ejmplo el que los bisontes posean catorce pares de costillas y los toros trece pares unicamente.

Entre los eruditos del tema existen notables diferencias respecto al antepasado de nuestro toro bravo. Hay quien opina que los actuales toros de lidia conservan, relativamente intactas, todas o la mayor parte de las características de los bóvidos norteños que en su tiempo invadieron los pastos europeos, y que se pueden reconocer con facilidad, tanto en el campo español como en la estepa sur de Rusia y en las llanuras del norte de Alemania. Por el contrario, hay opiniones igualmente respetables respecto que el bóvido andaluz, origen del toro de lidia, proviene de las razas norte-africanas ya aludias en la Biblia. Parace ser que los árabes pudieron difundir en España una raza taurina que se criaba en todo el norte de Africa, y cuyo origen se situaría en unos toros que criaban los Egipcios, muy agresivos y que utilizaban como espectácu lo en peleas. Los caballeros árabes fueron famosos por alancear toros, es decir, correrlos a caballo y tratar de matarlos con lanza. A lo largo de los ocho siglos que duró la reconquista, rivalizaron con los caballeros cristianos en estas lides, en las que probablemente los introdujeron; parece ser que "El Cid" (siglo XI) era un consumado maestro en este arte precursor del toreo a caballo. Asi mismo es más que probable que entrase en España ganado bovino mas o menos domesticado de manos de los celtas y que criaran en toda la Europa que dominaban y al que daban el nombre de auroch, siendo este de gran tamaño; mucho mas grande que el toro de lidia actual.

El famoso cronista del siglo pasado Pascual Millán, afirmaba que el toro se escogia antiguamente entre las reses que, destinadas al matadero, mostraban más bravura. Y no es ilogico pensar que los animales destinados a las representaciones , embrión de l actual corrida, serian toros, e incluso vacas, semi-salvajes que pastaban durante años en casi completa libertad y de las que actualmente, en las postrimerias del siglo XX podemos, afortunadamente, contemplar en algunas de las sierras de las mes etas españolas, y de las que es muy fácil comprobar que verdaderamente se arrancan en cuanto se les da el mas mínimo motivo para ello, aun cuando aparentemente estén pastando con sus terneros de la manera mas pacífica.

No es hasta el siglo XVIII cuando empiezan a seleccionarse las características que darian pie a a las ganaderías de bravo que han llegado a nuestros dias y en las cuales se sigue haciendo la mas estricta selección del ganado.

Es comunmente aceptado que la base de todas las ganaderias de bravo, y por ende del toro bravo actual que vemos en las plazas de España, Francia, Portugal, Hispanoamerica y y todas las que de una u otra manera se montan accidentalmente en otras partes mundo, son las vacadas de Don José Gijón en Villarubia de los Ojos (Ciudad Real), Hermanos Gallardo en El Puerto de Santa María y de D. Rafael Cabrera, Don José Vicente Vázquez y el Conde de Vistahermosa cuyas tres va cadas pastaban en los pastos de Utrera. Estas cinco vacadas son el origen de todas las ganaderias actuales, asi como de las diferentes castas de toros existentes : Gijona, Vazqueña, etc.

En el año 1776, D. José Daza notifica las características de las vacadas de cada región, lo cual ha servido de base a los historiadores taurinos para reconocerlas en la actualidad. Y es curioso constatar como los dos m&eacut e;todos esenciales que se siguieron para llegar al actual toro de lidia, son los mismos que se siguen escrupulosamente en la actualidad, y que no son otros que la selección de los progenitores con un estricto control y la tienta en las placitas de las propias dehesas.

El señor Vázquez consiguió llegar a un animal de características muy particulares, que se van acercando a las actuales, en base a reunir una serie de cualidades que tenian por separado unas reses distintas, en un animal unic o. Para ello compro vacas y toros de las ganaderias de Backer del Marqués de Casa Ulloa, del Conde de Vistahermosa y de D. Jose Cabrera. Es decir que unos ganaderos españoles consiguieron hace unos siglos y sin que sus contemporaneos pudieran apreciarlo, lo que más tarde diversos tecnicos de toda Europa practicaron con diversos animales : gallinas, cerdos, etc, a través de la selección y cruzamiento selecto, fijar unas cualidades y construir un carácter hereditario de un animal único en el mundo por sus cuali dades y características zoo técnicas.

El toro bravo representa a un animal único en su especie por sus características y reacciones asi como por su conducta, pues es un animal que ataca sin tener que hacerlo por alimentarse, puesto que es hervivoro, y sin que se le provoque o amenace; además tiene algo que le hace especial, y es la nobleza. Nunca se esconde o embosca para embestir, como frecuentemente hacen los bufalos cuando se les sigue para darles caza, sino que lo hace siempre de frente y por impulso combativo, y nunca rechaza una pele con ningún animal. A lo largo del siglo XVI y XVII, e incluso posteriormente, se celebraron peleas de toros con otros animales como espectáculo favorito del publico. Se enfrentaron toros a leones, tigres, osos, lobos, etc, y siempre salie ron victoriosos nuestros incomparables bóvidos embistiendo noble y bravamente de frente y sin recurrir a emboscadas. Estas peleas de toros se disputaron en España hasta bien entrado el siglo XIX en el que hay noticias fidedignas de varios enfrentamioentos de rese s bravas con tigres de Bengala, en todos los cuales salió victorioso el toro.

Sirva como broche final a estas lineas un cuadro con la ficha zoológica de nuestro TORO BRAVO



This page hosted by Get your own Free Home Page