RESUMEN HISTORICO

 

Ceuta, 19 Km2 y una antigüedad de más de 2.500 años. Su puerto es el cuarto en importancia de España según las estadísticas, por su constante movimiento de navíos de todas las nacionalidades.

La mítica cultura helénica le dio el valor de ser una de las columnas de Hércules, Abyla, haciendo posible, junto a Calpe (Gibraltar) lo que con el tiempo se llamaría Estrecho de Gibraltar.

Según muchos historiadores y basándose en el Periplo Massaliota, se puede afirmar que Ceuta es una de las ciudades más antigüas del entorno del Freto Hercúleo (hoy Estrecho de Gibraltar). A través del tiempo podemos apreciarla secularmente unida a la Península Ibérica, pues todos los dominadores de aquella basaron su defensa en el bastión de la antiquísima Abyla, conocida también en épocas remotas con los nombres de Exilissa, Heptadelphos y Septem Frates. Por aquí pasaron casi todas las civilizaciones de la antigüedad.

En "La Odisea", Homero pone en boca de Cirse la descripción de "Caribdis", el Monte Hacho, al contar el épico periplo de Ulises. Durante las Guerras Púnicas, 500 años antes de Cristo, fue refugio de las galeras cartaginesas de Hamílcar.

En el siglo I de nuestra Era los romanos la declararon "Civitas Romanorum" dependiendo del Convento Jurídico de Cádiz, en la época del Emperador Otón.

Los Vándalos la arrasaron en el 429 y las tropas de Genserico dominaron ambas orillas del estrecho.

El Emperador Bizantino Justiniano, restaurando el casi aniquilado Imperio Romano, forma una franja de la parte baja de lo que sería Andalucía y Ceuta, allá por el año 534, y nuestra ciudad fue denominada "Vestíbulo del Imperio".

Posteriormente los godos se asientan en España, consolidando el dominio de las dos riberas en la época de Sisebuto en el año 616, incorporándose Ceuta al reinado visigodo y convirtiéndose en la capitalidad de la "Hispania Transfretana".

A principios del 711 los árabes de Oriente llegan a las puertas de la ciudad y Ben Nozair la conquista.

Al comienzo de esta nueve denominación, Ceuta padece los diversos avatares de la zona, sufriendo los enfrentamientos de Abasías, Idrisitas, Fatimies, etc.

Abderramán III constituye Al-Andalus y los omeyas cordobeses toman Ceuta en el 931. Se proclama la soberanía cordobesa sobre Ceuta con plenitud de fuerza como un pedazo más de Al-Andalus, actuando de esta manera por entender que la ciudad había pertenecido siempre a los reinos peninsulares.

Son los mismos árabes quienes proporcionan uno de los más firmes argumentos a favor de la hispanidad de Ceuta, puesto que en la época de la dominación musulmana en España, no pertenece a ninguno de los poderes que se disputan el Norte de Africa, sino que es ciudad española y baluarte del omeyismo español contra cualquier agresión que pudiera nacer en las tierras que más tarde (1.672) serían marroquíes.

Durante la ocupación árabe hubo una importante universidad y en este suelo nacieron entre otros los sabios Al Idrisi, autor del "Libro Rogeriano o recreo de quien desea recorrer el mundo", y de Rabí Yosef Ben Yehuda, discípulo de Maimónides que escribió la "Guia del descarriado". A principios del XI la ciudad tiene rey independiente. En el 1.083 fue tomada por los almorávides.

A mediados del año 1.227, unos frailes franciscanos acamparon cerca de las murallas con intención de predicar la fe católica. El 10 de octubre de ese mismo año fueron inmolados. Una bula del Papa León X de 1.516 les dio el patronazgo con el título de San Daniel y Compañeros Mártires.

En el siglo XIII llegaron comerciantes de todo el Mediterráneo: genoveses, pisanos, marselleses, catalanes... En 1.309, Jaime II de Aragón la ocupó.

Poco después, la casa portuguesa de los Avis reconquista la ciudad para la cristiandad. Esto ocurrió el 14 ó 21 de agosto de 1.415, siendo los protagonistas del importante acontecimiento don Juan I y los infantes Henrique, don Duarte y don Fernando que fueron armados caballeros en la Iglesia de Nuestra Señora del Valle.

Ceuta guarda un imborrable recuerdo de los lusitanos, pues a ellos les debe innumerables realidades como la de contar con el Pendón Real tremolado por el Monarca el día de la reconquista, conservado en su autenticidad con amor y recelo; la veneración a la imagen de Santa María de Africa, Patrona y Alcaldesa Perpetua; la veneración a Santa Beatriz de Silva, nacida en este suelo en 1.424, nieta de la madre del primer Gobernador portugués Pedro de Meneses; ser sede episcopal desde la expedición de la correspondiente Bula de 14 de abril de 1.420 por el Papa Martín V, de la que Amaro fue el primer Obispo.

En septiembre de 1.580 y bajo el mando de Felipe II, Portugal y España se unen y Ceuta abre sus puertas a los españoles de la Baja Andalucía que se asientan en ella. En 1.640, cuando los dos reinos ibéricos vuelven a separarse, retornan a Portugal todos los antiguos enclaves ultramarinos menos Ceuta que por plebiscito popular decide continuar siendo parte inseparable de España. Así que esta ciudad es la única población española que eligió su nacionalidad sin serle impuesta por su posición geográfica.

 Felipe IV, en cédula expedida el 30 de abril de 1.656 le concede a Ceuta el título de "Fidelísima Ciudad" que con los de Siempre Noble y Leal son los que actualmente ostenta.

En los siglos XVI y XVIII hubo de fortificarse muy especialmente, ya que conseguida la unidad marroquí, Musley Ismail tuvo como objetivo principal apoderarse de Ceuta. En 1.694 le impuso un sitio, conocido como el de los treinta años, y cuando más intenso era éste, el 4 de agosto de 1.704, la escuadra anglo-holandesa, defensora de los supuestos derechos al Trono español del Archiduque Carlos en contra del Rey Felipe V, se apropia de Gibraltar en beneficio de Inglaterra. No conformes con ello, en total acuerdo con los vecinos, el 7 del mismo mes y año la citada flota, a cuyo frente se encontraba el Príncipe de Amsterdan, intenta apoderarse de Ceuta. La guarnición ceutí, entre la que se encontraba el célebre "Tercio de Ceuta", después Regimiento Fijo, procedentes de las "Banderas Vieja y Nueva", mandada por el Marqués de Gironella y a la que se unió el total de la población útil, rechazaron totalmente el asedio marítimo. El sitio terrestre sería levantado por el Marqués de Lede el 15 de noviembre de 1.720, terminando así largos años de lucha.

El citado Regimiento Fijo, formado por hijos de esta tierra, intervino heroicamente en diferentes campañas durante los siglos XVIII y XIX. En él se formaría el héroe de los hechos acaecidos el 2 de mayo de 1.808 con motivo de la Guerra de la Independencia, Jacinto Ruiz Mendoza, nacido en esta ciudad el 16 de agosto de 1.779. Perteneciendo honoríficamente a sus filas, aquí murió la heroína de los sitios de Zaragoza, Agustina de Aragón, el 29 de mayo de 1.857 siendo trasladados sus restos a Zaragoza en 1.864.

En febrero de 1.792 llegaron los restos de la compañía de "Moros Mogataces" procedentes de Orán que habían actuado al servicio de España una vez retirado el ejército de aquel enclave africano.

Ceuta tendría su primer Ayuntamiento posesionado en enero de 1.913, siendo su Alcalde don Francisco Cano.

Esta tierra ha visto nacer fuerzas gloriosas que le han dado honra al Ejército de España. Así ocurrió con los Regulares en 1.914 procedentes de la Milicia Voluntaria de Ceuta, al igual que la sacrificada Compañía de Mar. El 20 de septiembre de 1.920 el Teniente Coronel Millán Astray el el Comandante Franco Bahamonde fundaron el Tercio de Extranjeros que se convertiría posteriormente en La Legión.

 

 

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