Los restos de este acueducto, de cronología posiblemente romana o bizantina, se encuentran en el paraje conocido por "Arcos Quebrados", distante de la ciudad unos tres kilómetros en dirección a la frontera del Tarajal.

De todos es conocida la dificultad que Ceuta tiene para el abastecimiento de aguas, por lo que es muy posible que en tiempos de los romanos se resolviese parte del problema con la captación de las aguas del arroyo de las Colmenas, que las llevaría a través de un acueducto, bordeando el litoral de la bahía Sur hasta el centro de la población, tal y como lo describe Al Bakri en el siglo XI.

Hasta hace poco tiempo se conservaba un pilar con el arranque del arco central que salvaba el cauce del arroyo, las bases de otros dos arcos laterales y un tercero que alcanzaba el nivel superior del terreno; pero en fecha no determinada de dos años atrás fue parcialmente destruido y en la actualidad solamente quedan en pie los sólidos paramentos sobre los que se alzaban las estructuras antes citadas.