No
fue sorpresa la decisión de Víctor Merello, quien
decidió no conversar con los medios de comunicación,
hasta próximo aviso. Los detalles dijo que son por todos
conocidos, pero que en el fondo son para esperar que las cosas decanten
y que sus palabras no sirvan para exacerbar los ánimos.
La
decisión pareció haberla tomado hace días.
Incluso una vez que regresó desde Brasil, fueron muy pocos
medios los que lograron rescatarle alguna opinión. Ya en
Calama, estuvo un tanto distante hasta el momento que se le solicitó
entregar alguna entrevista, y dijo que por decisión personal
no volvería a conceder notas. Lo hizo muy caballerosamente.
Está
consciente que en un momento los medios de comunicación necesitarán
la contraparte, respecto a alguna situación, pero, asume
ese riesgo y prefiere dar libertad a los comentarios y publicaciones.
Otro
de los jugadores que optó por el silencio fue Mauricio Pozo,
quien también pidió excusas, pero dijo que este año
"se dedicará más a jugar y no hacer tantas declaraciones".
Las
razones parecen ser validas, pero si todos los jugadores asumen
una posición similar muy poco será lo que harán
los representantes de los distintos medios de comunicación.
Además, se le priva a los socios conocer sus impresiones.
Con ello se pierde un importante nexo y el necesario vínculo
para beneficio de la institución. Algo que no deja de preocupar.
Texto:
Mercurio de Calama.
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