La nueva oficina del Head Coach de Borregos Toluca atestigua una conversación llena de emotividad, reflexiones, memorias y esperanzas.  No hay amargura en Diego, sino deseos de demostrar que su capacidades la suficiente para refrendar lo alcanzado en la década de los 80’s. No hay venganzas, sólo el deseo y la ambición de recuperar lo que algún tiempo le perteneció.

 SCOUTEO: Diego, nos ubicamos en esa semifinal de Tigres en 1998. Con ese logro todo era fiesta y buenos deseos en la UANL. Con ese antecedente, ¿cómo se dan las cosas para que sucediera el problema interno que provocó tu salida? Todo indicaba que 1999 podría ser el gran año de Tigres.

 DIEGO: “Termina 1998 con satisfacciones. Mis condiciones contractuales eran estrictas por la exigencia que me puse. Si Tigres no estaba en play-off, se cancelaba mi contrato. Todo ese año fue bajo presión, no porque la autoridad me cortara la cabeza, sino porque uno mismo debe fijarse metas y alcanzarlas. El compromiso se hizo general. Era muy fácil boicotearme en ese momento porque automáticamente yo me había fijado esa meta. Fue una alegría para nuestra tribuna llegar a la semifinal, las condiciones eran buenas y el nuevo contrato que se firmó ya no tenía esa restricción anterior porque las condiciones eran distintas.”

     “Al entrar en 1999, quizá nuestro trabajo no tenía la misma ambición del año anterior. Eso, aunado a golpes bajos, sobretodo en el reclutamiento, nos afectó. Y luego, algunos jugadores se nos fueron despegando. Tanto les dimos confianza y autoestima, que llegó el punto en que tomaron otra actitud. No me explico cómo pasaron las cosas, ya que en pretemporada había ánimo y apoyo de nuestras autoridades. Le dimos un juego cerrado al Tec de Monterrey durante tres cuartos y nos ganaron por la profundidad que tienen en su banca. Después comenzamos a recuperarnos, y al llegar al juego contra Pumas, lo veíamos como el del equilibrio entre las instituciones públicas. Eran ellos o nosotros. Con esa motivación, el jueves en la noche, sin saber lo que acontecía, los jugadores me impiden asistir al juego, junto con el coach Trejo. Curiosamente dos coaches del D.F., quienes exigimos más para que el equipo creciera, con el objetivo de que no sólo fuera un relleno sino un verdadero protagonista”.

 SCOUTEO: ¿Qué argumentaron; cuál fue el motivo?

DIEGO : “No supe cuál fue el fenómeno. Algunos dicen que fui muy hiriente, exigente y les incomodaba eso. Ellos prefieren a nivel interno, que se les hable con groserías porque eso les motiva; pero yo no lo acostumbro.  Hasta eso, en su momento nombré capitanes, les regalamos su jersey, creamos tradiciones, inventamos canción, les dimos un lugar. Pero bueno, el jueves antes de salir, ya con maletas listas para viajar a Cuernavaca, los capitanes me dicen que había disgusto de los jugadores con el coach Trejo (Coordinador Defensivo) y como sabían que lo iba a respaldar, me dijeron que también no me querían a mí. SI viajábamos nosotros ellos no iban.

 SCOUTEO: ¿Quiénes  te los dijeron?

DIEGO: “Enrique Tiburcio y Carlos Mercado, ambos de quinto año. Lo interesante fue que en la reunión que tuvieron para decidir, no llegaron al 25% de asistencia del equipo.  Yo esperaba que en ese momento la autoridad actuara como tal. Me comunico con el Director General de Actividades Estudiantiles, precisamente para que fuera testigo de cuál era la situación y definitivamente esperaba que como autoridad, convocara a los jugadores en ese instante a dialogar. No sucedió y decidí no viajar porque lo importante para mí es la institución y el resultado del juego era trascendental para el equipo. Ganar significaba seguir rumbo a play off. No iba a perder por “de foul”. El resultado de todo eso fue que Tigres perdió con Pumas. Dos juegos estuvimos vetados y luego regresamos”.

 SCOUTEO: ¿Consideras que fue un acierto haber regresado a entrenarlos bajo las condiciones imperantes o fue un error?

 DIEGO: “No debí haber aceptado por dignidad, por respeto. Fue solamente por instancias de la autoridad máxima de la Autónoma de Nuevo León, que me pidió por profesionalismo que metiera en orden a los jugadores y a los coaches. El Rector me pidió que no me fuera porque iba a poner orden, pero se tardó ocho días en ponerlo, lo que significó no estar en el juego contra Tec Toluca. Se trataba de convocar al diálogo, pero al pasar el tiempo creció el rumor de que yo me iba. Y cómo me iba a ir si había un contrato firmado”.

    “El caso fue que regresamos y en los tres últimos juegos tuvimos buenos inicios,  pero con un equipo sin coherencia entre jugadores y coaches, pues no resulta. A pesar de que mi contrato era por dos años más, ya no tenía interés por todas las circunstancias que pasaron. Tenía el apoyo de la máxima autoridad, pero no de los mandos medios y de las Facultades. Cuando tienes 18 intermedias, y sólo una o dos te proporcionan jugadores porque eres el Chilango, el capitalino que está en un campus adverso, pues no se puede, y máxime si los jugadores fueron tentados, como me sucedió en Cóndores. Cuando los jugadores son vulnerables ante la grilla externa, entonces de qué los proteges. Yo los protejo como si fueran mis hijos; en Cóndores así lo hice durante 18 años ante cualquier situación adversa. Cuando esos que cuidaste te patean, entonces ya no tiene sentido. Para qué criar cuervos que te sacarán los ojos.”

 SCOUTEO: Los norteamericanos le llaman “Lost Touch”. ¿Dónde pierdes el contacto, la cercanía con el equipo para no darte cuenta o prevenir ese descontento interno? ¿No percibiste algún tipo de manifestación previa?

 DIEGO: “Yo aprendí de mis coaches, Manuel Neri, Revueltas, Bernal, Alfonso García, que siempre se marca una línea de conducta entre coaches y jugadores. Claro que debes escucharlos y ayudarlos en sus problemas pero es difícil compenetrar en ellos. No le puedes preguntar qué opina de ti porque su opinión siempre estará condicionada porque tú eres el coach. Siempre busqué el diálogo y explicaba el por qué de la exigencia”.

    “Déjame decirte algo. En un equipo hay jugadores de primer nivel y la banca. En Cóndores me sacó la banca. Los de primer nivel siempre serán así, objetivos, claros y tendrán la seguridad de externar una opinión crítica. Pero cuando a la banca en Cóndores -a esa generación que termina- le sale el ardor de haber estado en la banca durante cuatro años y te empiezan a decir estupideces como ‘es que usted se dedica a velar por los niños, se dedica demasiado a las instalaciones y ya no le dedica a Liga Mayor lo suficiente’, entonces ya no se puede. Nada de eso era cierto y además, no entendían que si procurábamos por las instalaciones era para ofrecerles estatus a nuestros jugadores. Y si atendíamos a la infantil era para crear una estructura que nos alimentara de jugadores y no dependiéramos del reclutamiento, ya que no podíamos reclutar como las instituciones privadas. Yo consideró que siempre trabajé para ellos, sacrificando incluso a mi familia. Y crecimos, ahí están los resultados.”

    “Si yo perdí ese hilo con los jugadores, tanto en Cóndores como en Tigres, fue porque no soy grillo, por no meterme en donde no tengo que estar. Yo hablo claro y soy contundente, pero no voy a poner grabadoras escondidas para saber dicen algunos”.

 SCOUTEO: ¿Por qué nunca hubo acercamiento y reuniones con los entrenadores de las Facultades, con Mike Cervantes, con Brandy? ¿No tuviste la disposición, ellos se negaron? Quizá ese era el camino del entendimiento

 DIEGO: “En primera instancia el Football de la Autónoma de Nuevo León se llama Cayetano Garza, fuimos contemporáneos como jugadores.  En 1970, dos coaches de la UNAM se hacen cargo de Tigres, Gilberto Chávez y Miguel Silva Al segundo juego que pierden les arman una situación similar, los sacan y Cayetano Garza se queda al frente. Tuvo palizas terribles, hasta que metió jugadores Pochos. En 1974 pierden con Borregos por paliza y se nombran co-campeones porque no quisieron jugar la final. En 1977 son campeones en aquella final contra Aguilas, la de los incidentes. Nada más que yo te puedo garantizar por roster, por historia que casi el 60% eran jugadores del Valle de Texas, hechos, traídos y pagados para jugar Football. Eso fue todo lo que hicieron. Se retiran de la Liga en 1979, no quieren jugar la final con los Cóndores y regresan en 1991. Hasta ahí supe de Cayetano, luego llega Brandy, luego Vela, luego Alamar, todos pierden 3 juegos y ganan 6”.

    “Esto lo comento porque lo primero que hago al entrar a Tigres es buscar a Cayetano. Lo busqué por respeto ya que él hizo de los Tigres unos Auténticos, bajo las condiciones que sean. Y entonces, fui impedido por la autoridad, hasta con los teléfonos intervenidos, para que no tuviera ningún contacto con una persona no grata para la Autónoma de Nuevo León, bajo la administración del Rector en ese entonces. Lamento no haberlo hecho porque se hubieran evitado muchas incomodidades”.

   “Sale ese Rector y entra el Rector Reyes Tamez, y entonces ahora soy el malo porque nunca le hablé a Cayetano. Entonces, aquellos que le debían un favor a Cayetano, pues de alguna manera me consideran enemigo. Lo primero que hago al entrar a Tigres es reunirme con los coaches de Intermedia, incluyendo a Mike Cervantes, una gente buena, bondadosa. Me presento ante ellos, doy a conocer mi proyecto y hubo palabras de bienvenida de algunos. El problema es que son tantos coaches y la mayoría contemporáneos o ex jugadores de Cayetano, que cuando armo mi staff, son 8 plazas de las cuales 5 ya estaban dadas antes de que yo llegara. No me dieron la oportunidad de escoger a los que yo quería. Pude rescatar tres para el coach Trejo, Carlos Baroccio y Leopoldo Vázquez,(ahora H.C. de Pumas) y comenzamos a trabajar con el estilo de la Universidad Nacional. No podía dar lugar a todos. Pasa el tiempo y me doy cuenta del trabajo de las intermedias y veo que es una repetición, usan el mismo sistema, intentan el cachirulismo y te das cuenta que hay coaches burócratas y coaches profesionales. Yo quería profesionales y no tuve el deseo de involucrarme con entrenadores que no eran entusiastas. Ese fue mi problema”.

    “A lo mejor si les doy la intermedia u otro equipo, hubiera sido diferente. Pero yo me hice responsable de la intermedia. Tuve que crear mi propia intermedia porque los equipos nunca me mandaron jugadores, nunca me ayudaron. Las juveniles la manejaban un grupo adverso. Creo mi juvenil, pero me nombran a los coaches. Mi único suministro fue la Intermedia. Los demás semilleros trabajan solos, los coaches hacen y deshacen, no reportan a nadie; hay jugadores de Borregos que se hacen cargo de la intermedia. Es el caos total. Llega un momento en que te van estrangulando. Es difícil. De ahí que el play off de 1998 tiene mucho mérito. Algo si te digo, no tengo ningún rencor para nadie”.

 DIEGO: “Al coach González  y a sus dos Coordinadores los tuve en el campo de Cóndores cuando los Borregos se integraban de nuevo a la ONEFA, por ahí de 1986. Para mí fue motivo de orgullo que con las oportunidades de capacitación que tiene en EE.UU., también haya elegido a los Cóndores. Cuando llego a Tigres, Frank es el primero en darme la bienvenida. Sin embargo, al siguiente día me entero que ya nos había quitado jugadores. Como yo me estaba en Italia, varios jugadores del coach Pete Alamar quedaron sueltos y Frank los invitó. Esa situación ya no me gustó y me envisto de competencia, y me convierto en un rival, siempre frontal. Llegamos a decirnos nuestras cosas, la Prensa sensacionalista iba y le decía a Frank y luego yo le contestaba, y creábamos expectación a la hora de los juegos. La relación entre nosotros fue la mínima indispensable. Déjame te comento que al salir de Tigres le mandé una carta de agradecimiento porque en una entrevista de alguna manera respaldó mi trabajo con un comentario”.

 SCOUTEO: Vale la pena interrumpirte para preguntarte si la rivalidad entre Tigres-Tec se puede compararse en algún sentido  a la del IPN -UNAM

 DIEGO: “Sí llega el momento en que la expectativa responde. Cada semana que jugamos contra el Tec en cualquier categoría, es un clásico, es una pasión similar de lo que se vive entre Poli-UNAM. La diferencia es que en el D.F. son más años de rivalidad y el tamaño de las ciudades y de los espectadores es mayor. Es lo mismo, guardando las proporciones.

SCOUTEO: Ahora que te integras al sistema Tec, ¿cómo será esta relación? ¿Frank lleva la línea de todos los Tec’s?

 DIEGO: “No, fíjate que yo tenía esa impresión pero me dicen que tiene un voto de calidad, pero no es definitivo. Lo más importante es el voto de cada campus. Si Frank voto a favor de mi llegada al Tec Toluca, pues bien. Si no, ¡qué a todo dar porque de todas maneras aquí estoy!”.

 DIEGO: “El Tec me busca. A las dos horas de hacer el anuncio de la renuncia, el Tec Toluca se presenta con boleto de avión para conocer sus instalaciones y dialogar con sus autoridades”.

SCOUTEO: ¿Fue tú único ofrecimiento, hubo otras opciones?

DIEGO:  “Qué tanto afectó, lo pudiera responder al final de la temporada. Obviamente influye porque el Head Coach es la cabeza, pero tenía gente que trabajó con Liga Mayor en la preparación física. Para reponer ese tiempo he programado dobles prácticas al día en lo que llamamos una mini pretemporada de cuatro semanas. Después nos quedan 7 semanas para prepara el primer juego contra Pumas”.

 SCOUTEO: ¿pero no quedas un tanto atrás en materia de reclutamiento? Los demás equipos ya se sirvieron con la “cuchara grande” en la pasada intermedia?

DIEGO: “Sí, hay algo de eso. Tenemos un programa que no es estrictamente para Mayor, sino para Intermedia. Nuestro reclutamiento va a llevar dos años. Yo no quiero quitarle jugadores a nadie. Ahorita tengo tres muchachos de Aguilas Blancas y son del conocimiento de su ex coach. Cada que me lleguen muchachos de otro equipo le avisaré a su ex entrenador. Tampoco mandaré a mis entrenadores a la ‘rebatinga’ de Intermedia. México es muy grande: Mexicali, Tijuana, Baja California, Chiapas, Jalapa. Me voy a enfocar a reclutar jóvenes para intermedia y formarlos a Liga Mayor”.

SCOUTEO: Imagino que ya tuviste oportunidad de revisar los videos de tu equipo. ¿Qué opinabas de Toluca como coach rival y cuál es tu opinión ahora que los conoces más? ¿Confirmas tus opiniones o las  desmientes?

DIEGO: “Los conozco porque competí con ellos en diferentes categorías. Borregos es un equipo de respeto en Liga Mayor. Les falta ese grado de madurez, ese estirón, porque hay jugadores de talento, tanto o más de los que había en Tigres, sobre todo a la ofensiva”.

 SCOUTEO: Te conozco bastante bien desde hace años para pensar en que tú no  llegas a salvar a Toluca del descenso, sino para llevarlos al play off. Te pregunto, ¿en realidad tienes el material humano para quitarle el sueño a la UDLA o el CEM; para que Frank vea de nuevo al “Tigre que le rugió más fuerte, pero ahora disfrazado de Borrego? 

 DIEGO: “A mi llegada, el Sr. Rector me preguntó si mi meta era no descender. Yo le dije que era una meta muy pequeña porque Borregos tiene capacidad para más. El año pasado, las circunstancias internas les impidieron llegar más lejos por la división de liderazgo entre ofensiva y defensiva, y la falta de un líder que conjuntara esos esfuerzos. Pienso que este año tendremos un equipo justo, igual que Tigres, con un primer equipo competitivo y de respeto, y una banca en desarrollo. Nos falta reclutar jugadores que tengan ese peso que se demanda para la temporada de  los ’10 Grandes’, y poder decir ‘UDLA te veo al mismo nivel, Tec de Monterrey te veo a mi nivel’. Nos estamos comparando con programas que tienen más años y más continuidad. Soy un optimista, un soñador. Creo en los muchachos. En Tigres lloramos por falta de jugadores. Aquí, los tengo, y pudo traer los que necesite con el respaldo de la autoridad. La otra parte es mí trabajo, nuestra filosofía y carácter”.

DIEGO: Lo estamos armando. Rafael Suárez es Coordinador Ofensivo. José Treviño, Coordinador Defensivo, me lo traje de Monterrey donde era mi coach de línea ofensiva. Luis Téllez en la línea ofensiva, Guillermo García, ex coach de UIC, con los receptores. Están por llegar dos coaches de la Autónoma de Nuevo León, Francisco Estrada y Laureano Romero”.

 SCOUTEO: ¿Ya tienes pensado el sistema de juego?

DIEGO: “Estamos practicando los fundamentos del sistema. Tengo QB’s para jugar optativas, lo que me gusta mucho. Tengo un QB que sube de intermedia con excelente brazo, incluso lo invité al ‘Global Jr.’, y con él, nuestro resultado hubiera sido diferente en Orlando. Tengo también una excelente línea ofensiva, tanto el primero y como el segundo equipo; quizá es la mejor unidad. En los Corredores tengo de todo; un rápido, un fuerte, un chaparrito elusivo. Está por llegar un receptor de España, muy rápido y efectivo. En la defensiva tenemos dos o tres elementos de primer nivel, pero necesito once. Ahí estoy trabajando muy duro”.

 SCOUTEO: ¿Qué sigue en la preparación de Borregos, tienes programado scrimages?

DIEGO: “El 6 y el 7 de julio tendremos un encuentro deportivo contra el Tec CEM. Competencias de gimnasio y pista... ¿Anteriormente ya los habías hecho? Sí, una vez con los Cheyennes, otra con Pieles Rojas, alguna vez con los equipos de la UNAM y el último fue con Pumas del Soccer. Después de estas competencias quiero vincularme con los Potros del Estado de México para fortalecer relaciones, sin el menor deseo de perjudicarlos en ningún sentido.  Nuestros scrimages son contra Tec Ciudad de México el 11 o 12 de agosto y frente a Centinelas la siguiente semana, aquí en nuestro campo”.

SCOUTEO: Por ahí sé que hay un proyecto para mejorar instalaciones e incluso construir un estadio.

DIEGO: “Nuestras instalaciones son provisionales. Se está mejorando el drenaje del campo para que no tenga problemas. He platicado con la autoridad, porque aquí no hay restricciones, hay limitaciones en presupuesto, pero si al terminar la temporada le damos la satisfacción al campus de que su inversión  está produciendo y que nos quedó chica la instalación, el proyecto es que para dentro de dos años se construya un estadio de 10 mil espectadores con pasto sintético. Debemos crecer para pedir, y no al revés, pedir instalaciones si tenemos un equipo enano. Tenemos que estar a la altura del nivel académico del campus, que es excelente. El porcentaje de graduados es del 98%. Lo anterior me da gusto y pienso que el nivel deportivo debe estar  a la misma altura”.

SCOUTEO:  El año pasado cuando una cadena de T.V. entrevistaba a Lou Holtz, recién contratado por Carolina del Sur, equipo que perdió todos sus juegos en 1998, le preguntaron que si a pesar de su trayectoria implacable, su campeonato nacional con Notre Dame, su historia ganadora, no ponía en riesgo su carrera al aceptar entrenar a un equipo perdedor. La pregunta concreta fue, “¿está seguro de que se encuentra en el equipo correcto y en la circunstancia adecuada?

   Yo le pregunto a Diego García: después de 9 campeonatos nacionales, la tradición ganadora que te acompaña, tus incursiones exitosas en Europa, ¿estás seguro de que te encuentras en el equipo correcto y en la circunstancia adecuada?

DIEGO: (con una amplia sonrisa y un profundo respiro):  “Es una excelente pregunta. Yo creo que como dijo un ex jugador mío, ahora coach de un equipo de los “10 Grandes”. No importa donde esté, Diego García se ha hecho de un nombre. Que alguna vez levantó polémicas, que era el enemigo, el prepotente, que sigue siendo el quisquilloso, el burlón, lo que quieras. Mira Roberto, recuerdo la frase de Sancho  a Don Quijote:  ‘Señor, están ladrando los perros. Déjalos Sancho porque quiere decir que nos ven’. Mientras un servidor pueda seguir creciendo y desarrollándose en Italia, Monterrey, Toluca o Venezuela, seguiré haciendo Football. Lo hice en Italia, en España, ¿por qué no seguir haciéndolo en mi país?. Lo que soy y tengo, se lo debo al Football; mientras pueda, voy a seguir aquí. Si el Tec Toluca me permite el espacio para desarrollarme, yo creo que estoy en el lugar y en el tiempo correcto. Estoy seguro, éste es mi tiempo”.

               **Con esta contratación, usted qué piensa señor aficionado: ¿gana Tigres y pierde Diego?; ¿gana Diego y pierde Tigres?; ¿gana Tec Toluca y pierde la UANL?; ¿gana Toluca, UANL y el Football?  Yo sólo sé que el SCOUTEO reinicia con el periodo de entrevistas profundas con los H.C. de Liga Mayor. Sí, aquellas que levantaron tanta expectación, polémica e interés durante los años del ESTO. Así que avísele a toda la familia y amigos, y por su puesto, espero sus correos con sugerencias para decidir quién es el siguiente coach que invitamos al estadio “SCOUTEO” para entrevistarlo.