Señor Jesucristo

Rey de Reyes

Santísimo Padre nuestro, alabado seas por siempre, tu eres el Alfa y la Omega, el principio y el fin, te amamos te veneramos eres el único porqué de nuestra existencia, te rogamos por nosotros pecadores y por la humanidad entera, llega a nuestros corazones que están abiertos hacia ti para que se haga tu voluntad y no la nuestra ya que solo tu eres perfecto y amoroso sin pecado alguno y tu solo nos brindas tu eterno e inmerecido amor.

Te pedimos fuerzas para seguir en este mundo hasta que tu quieras, mándanos tu espíritu para que siempre esté con nosotros en las malas y en las buenas. Tu que estas vivo y vivirás por los siglos de los siglos amén, ten misericordia de nosotros, envíanos a tu bendita e inmaculada madre María para que interceda con nosotros y nos proteja de la tentaciones y te pido muy especialmente por mi familia y nuestra adorada nieta Paola para que la cuides y la bendigas por siempre.

Señor Jesucristo me encuentro sumamente triste, temeroso y no encuentro salida a lo que yo veo como muchos problemas, soledad e injusticias, te pido por mi alma, te entrego mi corazón, mente y cuerpo para que tu tomes las decisiones por mi ya que no encuentro como hacerlo yo, ayúdame a no hacerle daño a nadie me encuentro sumamente desmoralizado y con muy baja autoestima.

Por supuesto yo tengo totalmente la culpa de lo que me sucede fue mi libre albedrío el que decidió mi vida actual, pero aún así tengo fe en tu perdón y misericordia, ya que para ti nada es imposible y tu puedes mover montañas, te pido que intercedas por mi.

«Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
 Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
 Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
 Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
 Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
 Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan
 y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
 Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos;
pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.
 «Vosotros sois la sal de la tierra.
Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará?
Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres.
 «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una
ciudad situada en la cima de un monte.... MT 5

Desde Cholula, Puebla, México, Enero del 2004  Eduardo Muñoz Moya

edymunoz2004@hotmail.com