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Historia Se ignora la fecha exacta de su
constitución. Ocurre así con otras cofradías y
hermandades, cuyo origen popular las hace constituirse,
de hecho, con anterioridad a su regulación jurídica.
En la primera Regla aparece con
el nombre de Cofradía de Nuestra Señora de
La Quinta Angustia y Angustias y Soledad de Nuestra
Señora de los Desamparados.
Aún así, en el archivo de la
cofradía se conserva una Bula del Papa Paulo III fechada
en el año 1536, lo que nos indica que ya existía en
esos años. En 1569 es aprobada la Regla de la Cofradía
por el Abad de Valladolid, pues aún no había sido
creada la Diócesis. De sus diferentes Reglas y
particularmente el lenguaje utilizado en ellas, deducen
los estudiosos que culmina un proceso de regulación
interna de la Cofradía iniciado bastante antes.
En 1776 y 1804 son aprobadas,
por el Real Consejo de Castilla, las nuevas Reglas y
Estatutos.
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Durante los
siglos XVI y, fundamentalmente,XVII, la Cofradía
experimenta una gran pujanza. Este hecho lo demuestra su
vinculación con la Real Chancillería y, sobre todo, por
la formación de su Patrimonio Artístico del que
actualmente es titular. En
gran medida, y sin olvidarnos del Señor Martín Sánchez
de Aranzamendi y su esposa Luisa de Ribera, cuyo
patronazgo hizo posible la construcción del actual
templo propiedad de la Cofradía, la acaparación de
imaginería y otros enseres fué debido a cofrades
insignes de esta Cofradía como: Juan de Juni, Gregorio
Fernández, y otros. Estos cofrades, imagineros de
renombre, pertenecían a la extinta comisaría de San
José (Patrono de los carpinteros),que procesionaban un
día fuera de la Semana Santa, con gran devoción.
Los siglos XVIII , XIX y parte
del XX llevan a las Cofradías vallisoletanas a una
decadencia, quiza a causa de los cambios sociales desde
la Revolución Francesa y de los abusos habidos en etapas
anteriores. A pesar de ello la Cofradía de las Angustias
consiguió mantenerse viva dentro del ambiente apático
de esos años.
En la actualidad , la
Cofradía, con más de cuatrocientos años, aparece como
una realidad viva, que se inspira en el marco de la
participación del laicado en el seno de la Iglesia,
activada por el Concilio Vaticano II, y manifestada por
su nueva Regla y Estatutos de 1988que de una forma
expresa manifiesta que "la cofradía reconoce el
especial valor que, como expresión de su primigenio
espíritu, tienen los capítulos de su Regla de 1569,
para inspirar su comportamiento en el presente, y
formalmente los declara... como dignos de respeto por
todos los Cofrades y de aplicación en cuanto pudiere
ello ser posible".
Tiene como Procesión de Regla
la celebrada el Viernes Santo. Aunque debido a los nuevos
cambios producidos en los últimos años dentro de la
Semana Santa de Valladolid no le es concedido su
encabezamiento.
También celebra la Fiesta de
la Alegría, en honor a la Virgen de la Encarnación.
Esta celebración, actualmente realizada el último
domingo del mes de mayo, tiene su fundamento, asimismo,
en la Regla de 1569.
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