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Usted ha oído decir muchas veces que los niños esperan infinitas cosas de sus padres, y por ello tal vez se figure que éstos nacen sólo para fastidiarles. Nada de eso. El niño tiene, al nacer, cuanto necesita para convertirse en un ser razonable y afectuoso, y nunca se creerá un ser superior porque se le trata con cariño. Por eso no debes cohibirte y procura satisfacer los deseos del hijo.

 

Los niños necesitan de sonrisas, buenas palabras, juegos y caricias, tanto como de calorías y vitaminas, y el que no recibe pruebas de afecto se vuelve huraño y no sabrá corresponder a ningún sentimiento afectuoso.

 

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Si llora, puede ser porque tenga algún motivo para ello; acaso esté mojado, sienta apetito, o haya algo que le moleste, y necesita de algunos mimos y atenciones para sosegarse. La inquietud que experimentas al oírle llorar y el sentimiento que le impulsa a mimarle son naturales.

 

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Así como todos los niños tienen distintas facciones, también difieren en su desarrollo. Uno puede desarrollarse más de prisa, ser fuerte, sentarse, levantarse y andar pronto; en suma, ser una especie de niño atleta. Pero ello no quiere decir que aprenda con más facilidad cuando se trate de hablar, o de emplear hábilmente sus deditos, pues incluso una criatura atlética que se mueva, se incorpore y gatee muy temprano, puede aprender a andar con retraso. Un niño físicamente adelantado puede retrasarse en la dentición, o viceversa; otro que demuestre mucha inteligencia en la escuela puede haber tardado tanto en hablar que sus padres ya se sintieron alarmados, en tanto que otro que comenzó a hablar precozmente, es de una inteligencia sencillamente normal. Citamos estos ejemplos poruqe nos demuestran hasta qué punto los diversos elementos que componen la personalidad humana pueden desarrollarse a distinto ritmo.

Nandi44.GIF (29847 bytes) Quiera y aprecie a su hijo tal como es y no piense en las cualidades que carezca. No damos este consejo por puro sentimentalismo, sino porque afecta a un factor importantísimo para el desarrollo de su hijo. El niño que se sienta apreciado por sus padres, por ser como es, aunque sea muy feo, aunque esté mal constituído, aunque carezca de inteligencia notable, crecerá confiado en sí mismo y será feliz; su mente se desarrollará de tal modo que podrá sacar el máximo provecho de su capacidad, aprovechará cuantas oportunidades se le presenten en la vida y hasta superará las inperfecciones que la Naturaleza le ha deparado.