BREVE HISTORIA

 

La Casa Hogar "El Niño Feliz" no se fundó para ser una casa más en la que se reciben niños/as maltratados, abandonados o huérfanos para someterlos a una serie de normas que pongan límites a su forma de actuar.

Se ha fundado para que vivan en familia y para que los niños/as se sientan queridos, respetados, valorados y llenos de amor.

San Antonio de Padua decía: "Nada hay tan atractivo para el hombre como el encanto de un niño. No es imponente ni inspira temor. Es tierno y dulce, tiene un encanto espontáneo e inspira confianza"

La Casa Hogar "El Niño Feliz" comenzó a funcionar el año 1990 en la calle de Aluminio nº 186 Col. Popular Rastro, Mexico D.F., después de haber colocado un anuncio en el periódico Excensior animando a la gente a prestar o regalar un lugar donde rescatar algunos niños de la postración y el abandono.

El Padre José Luis cuenta:

Caminando por las inmediaciones de dicha calle encontré en una banqueta una casita con el techo de cartón y las paredes hechas de colchones viejos, allí vivían unos niños, completamente solos, esperaban una oportunidad para iniciar una vida con futuro. De aquí salió el primer niño que ingresó en la Casa Hogar y que ya terminó a los 15 años la Secundaria y comenzó la Preparatoria.

Poco a poco en la casa se fueron recibiendo niños/as de escasos recursos, hijos de madres solteras, y niños abandanados en la calle por sus padres. Fué entonces cuando me dediqué a tocar puertas y pedir ayuda para los niños, me encontré con mucha gente que nos brindó apoyo, y mucha también que no, y así ha sido un largo caminar para poder seguir ayudando a los seres más indefensos de la tierra "LOS NIÑOS"

Cuantos conformamos la familia "El Niño Feliz" estamos comprometidos como cristianos a inculcar unos valores interiores que están al alcance de todos y no dependen de la cultura ni de la educación, como la lealtad, veracidad, laboriosidad, comprensión, honradez, justicia, fortaleza, amistad, amor...

Cuando conocemos a Dios y lo tratamos como es como Padre y amigo, tendemos a poner una piedra en la construcción de esta sociedad que todos deseamos, donde reine la justicia, la igualdad, donde cada uno luche por ser feliz y hacer feliz al otro.

Todos llevamos tesoros ocultos en nuestras vidas y basta un esfuerzo para sacarlos a flote, para poner en marcha resortes de bondad y generosidad que están dormidos en la profundidad de nuestra alma, para amar a los seres queridos y a los que no lo son, para poner semillas de serenidad y de paz allá donde vivimos, para aumentar las atenciones hacia los enfermos, ancianos y personas solas, para leer el Evangelio con la misma frecuencia que los periódicos. En fin las posibilidades de hacer el bien son ilimitadas y nosotros hemos querido centrarlas en atención al niño abandonado, maltratado, huérfano, de escasos recursos o no querido.

Hoy día estamos ubicados en un hermoso pueblo llamado San Joaquín a 5 Km. de Texcoco, por la carretera a Veracruz, donde los niños cuentan con más espacio, donde pueden respirar aire más puro y se sienten libres y también para mantener contacto costante con una naturaleza más viva que los acerca más a Dios y hacerlos comprender su grandeza.

Los niños/as que recibimos son menores de 6 años y de veras necesitados, ya sea material o moralmente y no tienen edad para irse. Ya contamos con chicos y chicas que están terminando la preparatoria y una ya ha comienza la Universidad y esperamos llegue bien lejos pues promete bastante y es muy responsable en el estudio con nota media 9,5

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