Lunes 4 de Octubre de 1999

"Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos." Apocalipsis 21:4

Sí, esto sucedrá con nosotros si somos verdaderos creyentes. El dolor cesará y nuestras lágrimas serán enjugadas. Este mundo es un valle de lágrimas, pero éstas cesarán de brotar de nuestros ojos. Habrña un cielo nuevo y una nueva tierra, así dice el versículo 2, y considera como habla de la esposa y de su boda. Las bodas del Cordero serán motivo de regocijo infinito y en ellas no tienen cabida las lágrimas. El versículo 3 añade que el mismo Dios morará con los hombres y seguramente hay deleites a su diestra para siempre, y las lágrimas no caerán jamás.

¿Qué tal será nuestgro estado cuando ya no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor? Esto será más glorioso de lo que ahora podemos imaginarnos. ¡Ojos enrojecidos de tanto llorar, dejad  vuestro llanto abrasador; dentro de poco tgiemo no sabréis qué cosa sean las lágrimas; para eso ha venido. "Por la tarde durará el lloro y a la mañana vendrá la alegría". ¡Ven, Señor, y no tardes, porque ahora todos tenemos que llorar!  

 

Anterior   Siguiente

home