Nos ponemos lo más cómodos posible y centramos la atención en la respiración, en como el aire entra y sale por la nariz, despacito vamos a ir sintiendo como pasa por la garganta y como llega al corazón, ahora vamos a imaginar que el sol esta encima de nosotros iluminándonos. Vamos a respirar la luz del sol, con la entrada y salida del aire vamos a ir sintiendo que esa luz llega al corazón, al Yo Real donde se potencia y comienza a iluminar todo nuestro cuerpo físico por dentro, cada órgano, célula y átomo se transforma en una luz que a su vez irradia luz. Cuando todo por dentro se vuelve luz, vamos a sentir que sale hacia fuera formando un aura de luz sin límites. Vamos a crecer como luz, en ese crecer sentimos que perdemos el contacto con el peso, con el cuerpo, con los límites. Crecemos hacia arriba, crecemos hacia abajo, hacia los costados, adelante y atrás. La luz que crece hacia abajo llega al centro de la tierra donde se potencia y vuelve a nosotros iluminando todo nuestro ser, la luz que crece hacia arriba llega al sol y desde el sol vuelve en forma de lluvia. Esta lluvia de luz comienza a lavarnos, comienza a limpiarnos, por dentro y por fuera. Vamos a imaginar que junto con esta lluvia de luz comienzan a bajar del sol miles de ángeles azules los que empiezan a limpiar cada célula de nuestro cuerpo físico, es como si tuvieran escobillas de energía azul con las que limpian todo nuestro cuerpo físico. Vamos a verlos limpiar especialmente en los lugares donde podríamos tener dolores molestias o enfermedades y los imaginamos limpiando cada átomo de nuestra casa, el piso, el techo, las paredes, muebles, espacios, etc. Vamos a imaginar nuestro cuerpo físico fuerte, limpio, con vitalidad y vamos a sentirnos fuertes, limpios, con vitalidad. Ahora vamos a limpiar el cuerpo emocional, esto es como si tuviéramos otro cuerpo donde están nuestras emociones, en este limpiar el emocional vamos a disolver todas las sensaciones negativas, es como desintegrar manchas obscuras que son las emociones negativas, disolvemos las sensaciones de debilidad, inseguridad, desvalorización y nos sentimos cada vez más fuertes y seguros. Mientras esto sigue trabajando vemos bajar ángeles amarillos que nos aportan las virtudes de equilibrio emocional, alegría, sabiduría, y nos sentimos cada ve mas equilibrados, serenos, alegres. Vamos a disfrutar de esta paz por un momento y luego vamos a ir con ellos hacia nuestra casa con todos los ángeles, azules y amarillos llenando toda nuestra casa de luz. Y con esta sensación vamos regresando al lugar de donde habíamos salido y cuando queremos volvemos y abrimos los ojos.

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