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Bolsas de Aire

Salvan Vidas Pero no Acepan Descuidos:

La bolsa de aire es un elemento de seguridad pasiva que se ofrece en la gran mayoría de los automóviles modernos. Se inventó con el propósito de reducir la probabilidad de que un conductor y/o pasajeros sufran lesiones graves en un accidente. La bolsa de aire trabaja en conjunto con el cinturón de seguridad, es decir, no sustituye el uso del cinturón.


Un sistema típico de bolsas de aire o Sistema Suplementario de Protección, (Suplemental Restraint System, SRS) se compone de una o varias bolsas, los infladores pirotécnicos necesarios para inflarlas y una serie de sensores en diferentes partes del auto para activarlas. 

Cuando ocurre un accidente, los sensores mandan una señal a los infladores pirotécnicos, los cuales mediante una pequeñísima explosión inflan las bolsas y detienen el movimiento del conductor y pasajero. El sensor tarda de 0.010 a 0.015 segundos para detectar el golpe, mientras que una bolsa tarda solamente de 0.03 a 0.04 segundos para inflarse. En otras palabras, las bolsas se inflan a velocidades altísimas, por arriba de los 200 Km/h.

No cabe duda que las bolsas representan un gran adelanto en cuestión de seguridad, pues han salvado a más de mil 900 personas y han evitado miles de lesiones graves. Debido al descuido de varios conductores, sin embargo, la gran fuerza con que se inflan las bolsas ha causado muertes en los Estados Unidos, lo que ha desatado una fuerte polémica alrededor del asunto.

La verdad es que las bolsas de aire están principalmente diseñadas para adultos, y esto ha traído como consecuencia la muerte de varios niños que han sido golpeados por la bolsa al momento de inflarse.
Curiosamente, todos estos niños eran demasiado pequeños para viajar en el asiento delantero (algunos incluso en portabebé) y todos se acercaron demasiado al compartimiento de la bolsa al momento del impacto. En otras palabras, ninguno de ellos pudo evitar acercarse a la bolsa, y fue la cercanía a la misma lo que provocó la muerte. Desde entonces se ha comprobado que cualquier persona, sin importar edad, está en peligro si se encuentra muy cerca de la bolsa. De aquí se deduce que cualquier persona sin cinturón de seguridad no pudo evitar acercarse a la bolsa en los primeros milisegundos de un impacto, lo que puede ocasionar graves lesiones.
La diferencia es que un adulto sin cinturón puede sobrevivir con suerte el golpe de una bolsa, mientras que un niño no tiene la misma oportunidad.

La bolsa de aire, por lo tanto, es un elemento de seguridad que funciona correctamente si se respeta una serie de instrucciones lógicas y sencillas, como muchas otras cosas a nuestro alrededor. Y, estas reglas no aplican exclusivamente a los niños, como se hace ver algunas líneas atrás. Todos debemos cumplirlas y tenerlas en mente si queremos salvarnos de un fuerte accidente.
Estas indicaciones también pueden leerse en las dramáticas calcomanías que todas las armadoras incluyen en sus autos nuevos equipados con bolsas de aire. En estas calcomanías se explica el peligro que representa una bolsa inflándose a más de 200 Km/h. y las indicaciones que deben seguirse para maximizar la seguridad de todos los pasajeros.


 

Neumáticos

 

La Importancia de las Llantas:

El contenido energético total del un neumático de 10 kg. representa unos 34 litros equivalentes de petróleo.

En la composición de un neumático intervienen más de doscientos materiales distintos. La energía que estos últimos contienen "suma de la energía de sus materiales constituyentes de base y de la energía necesaria para su transformación (pasar del látex al caucho, por ejemplo)" supone las tres cuartas partes del contenido energético total del neumático. La cuarta parte restante representa la energía para su fabricación.

Partiendo de esta base, reducir el peso del neumático, o simplificar sustancialmente su proceso de fabricación, implica un ahorro directo de energía. Ya en 1946, la invención por parte de Michelín del neumático radial, permitió un ahorro del 30% de materias primas en relación con un neumático convencional.

Por otra parte, el neumático posee una resistencia al rodamiento intrínseca, por lo que interviene directamente en el consumo de combustible del vehículo. Para reducirlo y limitar así las emisiones contaminantes de los motores, Michelín ha explorado nuevos caminos, tanto en el campo de la estructura de los neumáticos como en el de los materiales. El resultado ha sido la tecnología Green X, la que permite disminuir la resistencia al rodamiento del neumático en más de un 20% y reducir así el consumo de combustible de los vehículos.

Michelín ha ideado un proceso de fabricación conocido con el nombre C3M. En dicho proceso "integrado y flexible" no interviene más que un solo fluido: la electricidad.
El balance energético final es extraordinario ya que el proceso permite un ahorro de energía del 60% frente al consumo en los procesos de fabricación tradicionales, en un área reducida.

A las velocidades normales de utilización, el neumático es el responsable de una parte importante -alrededor del 20%- del consumo de combustible. Cuando rueda, y especialmente en la frenada, la banda de rodamiento se deforma en un rango de frecuencia elevado que corresponde a su deformación sobre las rugosidades del suelo. Esta deformación genera una pérdida de energía "útil", puesto que sirve para procurar adherencia a la calzada, garantizando la seguridad del usuario.

Sin embargo, cada vuelta de rueda, el neumático se deforma al entrar en la zona de contacto. A 100 km/h, este fenómeno se repite unas 15 veces por segundo. Entramos en el campo de las "bajas" frecuencias. El consumo de energía resultante, que origina la resistencia al rodamiento de los neumáticos, genera una producción de calor inútil.
La puesta a punto de mezclas a base de sílice ha hecho posible que Michelín reduzca la disipación inútil de la energía de baja frecuencia, disminuyendo así el consumo de combustible, pero manteniendo al mismo tiempo la capacidad del neumático de gastar energía útil de alta frecuencia para no perder, sino incluso ganar, adherencia.

Concretamente, la tecnología "Baja Resistencia al Rodamiento" desarrollada por Michelín permite ahorrar combustible, manteniendo intactas las cualidades fundamentales del neumático.