HIPNOSIS: EL PODER DE LA MENTE |
|
|
Luego de un largo período de desprestigio científico, la Hipnosis ha vuelto a resurgir en el ámbito académico con mucha fuerza, debido a la enorme potencialidad que encierra. Hoy se enseña y se investiga en Hipnosis en las principales universidades del mundo y se publican varios Journals de prestigio internacional, como The International Journal of Clinical and Experimental Hypnosis (editado por la Society for Clinical and Experimental Hypnosis).
La Hipnosis es un estado de focalización de la atención que todos experimentamos cotidianamente, por ejemplo cuando quedamos absortos en una película que nos interesa, y perdemos la noción del tiempo (distorsión del tiempo), olvidamos que nos dolía la cabeza (analgesia), y cuando aparece el asesino en la pantalla nos sobrsaltamos como si el asesino fuera a matarnos a nosotros. En realidad toda Hipnosis es Auto Hipnosis, y el poder está en la mente de la persona hipnotizada. Por lo tanto el hipnoterapeuta es más un guía que facilita los procesos hipnóticos.
La Hipnosis tiene amplias aplicaciones en el tratamiento del dolor crónico y agudo, los trastornos psicosomáticos, fobias, ansiedad, stress, problemas del rendimiento (en el estudio por ejemplo), en secuelas de hechos traumáticos (PTSD), pacientes con enfermedades orgánicas (como cáncer, HIV, etc.), programas para dejar de fumar, trastornos del sueño, parto sin dolor, y muchos otros campos.
Muchos son los mitos e ideas falsas acerca de la Hipnosis, tales como que el hipnotizado pierde la conciencia, pierde el control, se duerme, puede hacer cosas en contra de su voluntad, etc. Nada de esto es cierto, y a modo de ejemplo, transcribiré a continuación fragmentos del relato de Nancy, una paciente a la que entrené en autohipnosis, para que fuera sometida a una operación quirúrgica (retirode prótesis de columna) en estado de anestesia hipnótica:
"Sabes que tu problema de columna no es fácil -dijo el traumatólogo- Tienes una sifoescoliosos grave de aproximadamente 115* de desviación. Esto ha producido una obstrucción pulmonar y tienes una capacidad vital de un 25 %, lo cual hace imposible aplicar anestesia general, que es necesaria para una cirugía de este tipo."
Tenía tres cirugías anteriores de columna, donde se fijó la columna dorsal con injertos óseos extraídos de las costillas y cadera. Con estos injertos se fijó la columna dorsal y se colocó una prótesis. El traumatólogo me dijo que no operó la cervical por la grave desviación y el alto riesgo de una cuadriplejia. Las tres veces que se me aplicó anestesia general fue necesaria mi recuperación en terapia intensiva. Para evitar riesgos, en la última cirugía se había aplicado anestesia local.
Como mi columna dorsal está fijada y la cervical está en movimiento, se ha seguido desviando y provoca disminución grave en mi capacidad respiratoria, y una obstrucción en la médula cervical, con síntomas de pérdida de sensibilidad en miembros superiores e inferiores, y cefaleas...
El traumatólogo me explica que la anestesia que se va a utilizar es local (Xilocaína). Los pasos de la cirugía serían cortar los alambres y quitar la barra colocada en la columna dorsal, después, según mi estado, y si yo soporto, se tratará de fijar la cervical con injertos entre las vértebras.
Mi psicólogo me conectó con un colega suyo en Buenos Aires, que tenía entendido se dedicaba a la asistencia de sus pacientes mediante hipnosis. Este profesional, en la primera consulta, me explica en qué consiste realmente la hipnosis, y procedimos a la práctica de este ejercicio.
Me coloqué en posición cómoda, realizando una respiración relajatoria suave, profunda. Logrando una relajación física y mental. Tratando mentalmente que mi cuerpo sintiera que no siente, realizando así una especie de anestesia general. Si bien uno está conciente, escuchando la voz de mi guía y todo lo que sucede a mi alrededor, inconcientemente me pide que me traslade a un lugar conocido para mí, donde yo perciba sensación de paz y bienestar. El profesional me dice que concientemente no sienta este mi cuerpo dolorido, sino que inconcientemente sienta las sensaciones de mi cuerpo en aquel lugar donde yo me había trasladado, que sienta el aire, el sol, la textura del lugar, que mire detalladamente a mi alrededor. Me dice que busque una palabra clave que me haga volver cuando quiera a aquel lugar y situación.
Me llevaron directamente al quirófano. Me esperaban las chicas anestesistas e instrumentistas. La anestesista me colocó la vía para el suero y comenzaron a llegar los cirujanos, los cuales ya conocía; me charlaban y decían bromas para tratar de que me sintiera bien mientras llegaba el traumatólogo que me iba a operar.(...) Me sentía insegura, pues no sabía cuánto podía resistir...
Me alcanzaron una madera para que sostuviera entre mis manos y que la presionara cuando sientiera dolor. Me dijo "igual que en las películas de Comando".
Empezaron a pinchar mi espalda y colocar Xilocaína. Sentí el bisturí correr por mi espalda desde el cuello hasta casi la cintura. Mi doctor me dijo
-¿Sabés qué hice?
- Sí, cortaste.
Pidió la pinza para cortar los alambres. Cuando comenzó a cortar los alambres apreté con fuerza la madera que tenía entre las manos y no pude evitar gritar; cuando cortó el tercer alambre mi cuerpo saltó de dolor y mi doctor dijo
- "No vamos a poder seguir".
Entonces tomé conciencia de que ya se había comenzado a hacer gran parte del trabajo. La prótesis no iba a tener estabilidad con los alambres que había quitado. Y como respuesta a las palabras de mi doctor "No se puede", dije
-"Sí se va a poder".
Aspiré profundo, cerré los ojos y solté la madera que tenía entre mis manos y relajé mi cuerpo, recordé las palabras del psicólogo que me había estado preparando para la hipnosis. Una de las frases que utilizaba el día anterior eran "siento como si una anestesia general corriera por mi cuerpo." Y mi mente empezó a profundizar en mi inconciente, mientras repetía una y otra vez la palabra clave que yo eligiera para trasladarme a aquel lugar de bienestar y sin dolor. Y mientras repetía esa palabra, las voces de los doctores empezaron a sentirse lejanas. Y ese lugar al que yo siempre iba me pareció más maravilloso que nunca, hasta diferente, porque las montañas parecían multicolores y esa camilla de quirófano se convitió en un colectivo que recorría los lugares más hermosos que jamás vi.Y mi contemplación era tan profunda que ya no sentía dolor. Sólo respondía concientemente cuando los doctores me hablaban y me preguntaban cómo estaba. Y los comentarios con respecto a mi comportamiento en ese momento. "Es fantástica esta chica", decía una de las anestesistas. Y seguían los comentarios y bromas al respecto. Les dije:
- "Bueno, ya terminaste, ya me cosiste". -
- "Sí" respondió.
Me quitaron las sábanas que me cubrían y me pasaron a otra camilla para trasladarme a la sala de recuperación. Pudieron sacar totalmente la prótesis y hacer parte de los injertos. En sala de recuperación, mientras me tomaban los controles, medio confusa, no podía creer lo que acababa de experimentar en mi mente y en mi cuerpo.
Comprendí que aunque mi psicólogo no estuvo presente en mi cirugía, sus enseñanzas, a pesar de mi poca práctica, me habían servido para superar ese momento que tanto había temido.
Nancy F.
Nancy F. (31 años) fue operada en el Hospital de Clínicas Gral. San Martín (dependiente de la Universidad de Buenos Aires) el 4 de Octubre de 1995, luego de que yo la entrenara en autohipnosis a lo largo de 5 sesiones.
Bibliografía
Joseph Barber: Hypnosis and Suggestion in the treatment of Pain. A clinical Guide
D. Corydon Hammond: Handbook of Hypnotic Suggestions and Metaphors
Ernest Hilgard and Josephine Hilgard: Hypnosis in the Relief of Pain
This page hosted by Get your own Free Home Page