Hablar de la religión yoruba es una tarea difícil, en estos momentos, cuando existe una masificación de la misma, la tarea que nos corresponde a nosotros, los “santeros” es tratar de sanearla, impidiendo que se sigan cometiendo exabruptos en su nombre.

Hay que aclarar que solo por unos pocos que se han dedicado a comerciar, robar, y hacer charlatanerías, nos vemos afectados aquellos que creemos en nuestra religión como una filosofía de vida, en donde los orisas nos guían hacia el bien propio para luego compartirlo con las personas que nos buscan como asidero o apoyo espiritual.

Debemos tener en cuenta que la religión yoruba nos crea un vinculo, es una gran familia extendida, donde tenemos madrinas, ahijados, sobrinos, nietos, porque eso son, nuestra gran familia y como tal debemos amarlos, proveerlos de cuidados con las finalidad de que su crecimiento sea integral, es decir, deben crecer de  espiritual, moral, físico y material.

En los últimos tiempos, la religión yoruba se ha puesto de moda a lo largo del mundo y esto ha hecho que se pierda la esencia de la misma. Nos hemos dado cuenta de que por ganarse un dinero hacen cualquier cosa, le “coronan” santo a cualquier persona. y no solo eso, los ahijados se desprenden de sus padrinos lo que hace que no aprendan las reglas de sus casas, como se trabaja en ellas, por lo tanto, al ellos hacer o dirigir alguna ceremonia de envergadura, lo hacen mal, pues ignoran casi por completo lo que se debe usar y como.

La idea es poner la religión yoruba en su justa ubicación, volver a las raíces, aclarar conceptos para que las generaciones posteriores sepan realmente como es y como se fue desenvolviendo a través del tiempo, los cambios que ha generado y sobre todo cuanto ha ganado desde  esa época cuando los esclavos llegaron a la América.

Hablar de los orisas es tema manido en el sentido de que ya muchos saben quienes son, como trabajan, que hacen cuales son sus virtudes y cualidades, la situación aquí es tratar de esclarecer puntos sobre la religión en si, sobre su filosofía, los tabúes que se han creado  alrededor de ella, de las criticas de personas que por ignorancia se han formado un concepto erróneo emitiendo opiniones totalmente falsas, a veces hasta con razón porque nosotros los practicantes de la religión hemos querido mantenerla tan en secreto que esto ha permitido que vean las ceremonias o ritos como algo satánico, nada mas lejos de la verdad.

Venimos de una tribu en la cual todos tenemos una misión que cumplir, cada quien tiene sus tareas muy especificas, los que nos falta a algunos otros la tienen y nos complementamos. Es una gran comunidad donde todo es para todos, y así debiera seguir siendo, pero el problema es que cada quien tira para su lado y no nos ponemos de acuerdo, solo vemos el beneficio que podemos conseguir de las personas que vienen de buena fe a consultar nuestro oráculo.

Debemos responsabilizarnos todos por limpiar el nombre de la mal llamada “santería” nombre que debiéramos eliminar, puesto que debiera ser religión yoruba o nago o lukumi, ya no tenemos la necesidad de sincretizar en santos católicos nuestra religión, en nuestros países existe la libertad de cultos, por lo tanto, debemos llamarla por su nombre propio y así darle el justo lugar que tiene merecido desde hace mas de 5.000 años, ya que nuestra religión es anterior al judaísmo y por ende del cristianismo, quizás haya sido la religión primigenia de la humanidad, pero el hecho de que haya venido de África, la hace ver como culto o secta  de atraso o poco conocimiento o de gente bruta. o como he oído decir, no tiene un libro que la sustente, como la Biblia o el Corán, pero en eso también están equivocados.

Dentro de la religión tradicional yoruba existe un cuerpo codificado de escritura y símbolos que se llaman odu. Son 16 capítulos principales que se multiplican por 16 dando así los 256 sub capítulos codificados por orunmila que contienen los versos (ese) que tocan cada aspecto posible de la vida.

A pesar de venir de la rama cubana de la santería no deja de llamarme la  atención el hecho de que los cubanos se sienten dueños absolutos de la religión y al mismo tiempo son quienes la han minimizado al permitir la comercialización indiscriminada. Tampoco dejo de reconocer que  por ellos la tenemos y es por este motivo que se resiente  que los llamados santeros permitan que la religión se tome, por un lado, como un juego, y por otro entregando fundamentos a personas que no los necesitan, o bien a quienes buscando un asidero espiritual, se les hacen ceremonias que no necesitan, solo con el fin de sacarles dinero. Esto ocurre mucho con los extranjeros que visitan cuba y lo ven de manera folklórica.

Ya no existe el compromiso religioso y poco a poco se esta perdiendo la esencia de una religión que tienes miles de años de existencia.

La pregunta es ¿qué vamos a hacer para preservarla? ¿Nos vamos a quedar con los brazos cruzados?

Tenemos el deber de hacer algo para sanear los mallos actos de los malos santeros. Pienso que una de las formas más idóneas es la capacitación de los mismos en lo que respecta a la filosofía y la ética religiosa.

Siempre he pensado que la pregunta que nos debiéramos hacer todos  es la siguiente ¿por qué queremos ser santeros? o ¿para que  somos santeros? ambas preguntas tenemos que contestarlas con la mano en el corazón, con sinceridad, y una vez hecho esto entonces procedamos as trabajarla y a respetarla como se debe.

Debemos tener en cuenta que nuestra religión es comunitaria, basada en la naturaleza y es por esto que también debemos respetar a la madre tierra y todo lo que ella nos ofrece.

Debemos cuidar tanto a las plantas como a los animales. aquí la palabra clave es respeto, digo esto por las siguientes razones: he notado que las personas encargadas de buscar las hierbas para las ceremonias se les olvida pagar el debido tributo a una deidad llamada ozain, solo van y cortan y arrancan las hojas sin el menor miramiento.

En lo que concierne a los animales, el temas es mucho más delicado, pues los mantienen en forma deplorable, amarrados, sin agua desde el día anterior. Estas son las ofrendas que se le van a dar a los orisas, animales maltratados.

El sacrificio de animales tiene dos propósitos fundamentales, el primero es ofrecer a los orisas la sangre que es la vida, y el segundo es compartir la carne de esos animales con las personas participantes en las ceremonias, es por esto que no deben maltratarse, deben estar limpios, sanos, completos. Si nosotros no comemos carne podrida, entonces ¿por que tenemos que ofrecerle a los orisas sangre de animales maltratados?

Otro punto que ha llamado la atención es la falta de conocimiento de ciertos padrinos con respecto a la manera de guiar a sus ahijados, he visto iyawos (novicios) que antes de los tres meses ya andan con la cabeza descubierta, los nombres con manga corta y vestidos de color, y no se diga de las mujeres, sin chal, con pelucas, todas maquilladas, en pantalones  y mucho antes de cumplir los tres meses ya están peleados con sus padrinos (volvemos al planteamiento inicial de por y para que queremos ser santeros).

Los padrinos se excusan de que tienen ahijados rebeldes y los ahijados de que los padrinos no los enseñan, es un caos total.

También he sabido de primera mano que hay santeros que al coronarle santo a alguna persona, no les entregan los fundamentos completos como por ejemplo obatala y oke, esenciales en la ceremonia de coronación. o bien no hacen ita completo porque los signos en elegba son demasiado fuertes como para terminar con algo tan importante en la vida de los santeros, pues el ita es la guía, el libro de vida que nos va a enseñar a vivir nuestra vida luego de pasar por la ceremonia de kari osa o iniciación.

Por estas razones nos ven como entes raros dentro de la sociedad, nosotros mismos hemos propiciado esta situación con nuestra conducta, nos ven como seres satánicos, como niños.

Esta de nuestro lado tratar de enmendar estos errores, primeramente corrigiendo nuestra conducta y luego capacitándonos, estudiando, investigando, tratando de explicar con propiedad la filosofía hermosa que contiene la religión tradicional yoruba.

Debemos tratar de volver a nuestras bellas raíces africanas sin que nos de vergüenza y además con mucho orgullo.