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La forma de las ventanas y de la punta se debe fundamentalmente a los
cartílagos alares y al borde inferior del cartílago septal. La piel y
el tejido conectivo recubren toda esta estructura.
Las enfermedades más frecuentes son los
traumatismos, junto con los problemas alérgicos, infecciosos, tumorales
y cuerpos extraños.
La fosa nasal es una doble cámara de paredes
rígidas, y en gran parte anfractuosas, revestidas por mucosas muy
vascularizadas, que tiene como función esencial el acondicionamiento
del aire inhalado. Además proporciona una resistencia apropiada para el
recambio normal de oxígeno en los pulmones y aloja, en su porción
superior, el epitelio receptor del sentido del olfato.
La cavidad nasal está dividida por el tabique
nasal.
Este tabique está constituido por la lámina perpendicular del etmoides
y el vómer, como elementos óseos. La parte anterior de este último se
completa mediante el cartílago septal.
En ambos lados de la fosa nasal (fosas nasales) desembocan los
conductos provenientes de los Senos Paranasales: seno frontal, senos
etmoidales, senos maxilares, seno esfenoidal; además el conducto
nasolacrimal. Esto forma parte de otro capítulo.