NOTISEX

A través de este informativo semanal les iremos contando las noticias que, a nuestro juicio, consideremos mas relevantes, aparecidas en diferentes medios de publicación (nacionales e internacionales). Los Notisex anteriores los encontrará en el salón de lectura.


Notisex. N° 44 , 27 de julio de 2001

Bullet1.gif (898 bytes)  Todos quieren saber sobre sexualidad

Según un primer estudio a nivel nacional encargado por el Instituto Social de la Mujer la mayoría de los argentinos está a favor de la educación sexual y defiende los derechos reproductivos de la mujer.

Considerados temas tabú, los hábitos, deseos y prejuicios sexuales se mantuvieron durante generaciones detrás de los visillos de la alcoba o reservados a las conversaciones entre amigos del mismo sexo. Incluso en aquellos temas en que la desinformación se traduce en un embarazo no deseado o incrementa las cifras de muertes por el SIDA. Para comenzar a transitar este territorio inexplorado esta semana se dará a conocer el primer estudio a nivel nacional sobre derechos sexuales y reproductivos encargado por el Instituto Social y Político de la Mujer a la consultora MORI. Es curioso que en tiempos en que tres de cada diez muertes maternas se deben a abortos mal hechos, y se ha elevado el porcentaje de embarazos adolescentes la primera encuesta de opinión sobre anticoncepción y educación sexual no se haya originado en el ámbito oficial, sino en el Instituto, que es una ONG, dice María José Lubertino, directora de la institución.

El relevamiento recogió los testimonios de 2000 argentinos mayores de 18 años, de Capital y 16 ciudades del interior y se realizó entre el 15 de mayo y el 7 de junio. Los resultados reflejan un notable consenso a favor de la educación sexual y el libre acceso a la anticoncepción brindada por el Estado, a través de los hospitales públicos y las obras sociales. Las conclusiones serán presentadas el 17 de julio en el salón de lectura del Senado, donde espera tratamiento el proyecto de ley de salud sexual y procreación responsable que cuenta con media sanción de Diputados.

En los interrogantes destinados a hacer una valoración del libre albedrío femenino en materia sexual, el 62 por ciento de los 2000 entrevistados reconoció el derecho de las mujeres a decidir cuándo y con quién tener relaciones sexuales. Sin embargo, un 14 por ciento convalidó la potestad del varón de exigir el cumplimiento de los deberes conyugales. Estos manifestaron que no consideraban violencia sexual que el marido obligue a su esposa a mantener relaciones aunque ella no tenga ganas.

En el mismo sentido el sondeo da cuenta de que la mitad de los entrevistados comparte la idea de que muchas veces las mujeres son víctimas de la agresión sexual porque tienen una actitud provocativa. Los niveles de este prejuicio son más altos en el interior del país y entre los niveles socioeconómicos y educativos más bajos. Pero la diferencia más significativa en relación a este tema está dada por la edad de los entrevistados ya que la idea de convertir en instigadora y aun culpable a la víctima se da con mayor frecuencia en los de mayor edad.

Respecto de la regulación de la fertilidad, si bien existe un 28 por ciento que opina que la responsabilidad en la prevención de embarazo es fundamentalmente femenina, un 91 por ciento de los hombres y las mujeres encuestados coincidieron en la necesidad de que los hospitales entreguen anticonceptivos en forma gratuita y las obras sociales los brinden a sus afiliados. Este tema no sólo tiene consenso social, tuvo en su momento consenso político, ya que la reforma constitucional de 1994 incorporó la declaración de derechos humanos a la Constitución nacional con todos sus puntos, incluido el derecho a la salud reproductiva y sexual que implica la posibilidad de ejercer un control sobre la fertilidad y la planificación familiar, asegura Alicia Figueroa, miembro del CELSAM (Centro Latinoamericano Salud y Mujer). Para la especialista es función del Estado proveer las herramientas para que todas las mujeres puedan gozar de este derecho, como ya sucede en la ciudad de Buenos Aires y en algunas provincias como Chaco, Neuquén y Mendoza.

En los tiempos del SIDA casi unánimemente (un 98 por ciento) adhiere a una educación sexual que incluya la prevención del SIDA y el uso de métodos anticonceptivos. En términos de estadística esta cifra indica un consenso, con lo cual carecen de validez los argumentos que detienen la ley de salud sexual porque supone que algunos sectores están en contra de la educación sexual y la intervención del estado en la administración gratuita de anticonceptivos, señala Lubertino. Menos consenso (sólo un 56 por ciento) genera la educación en el placer sexual. Quizás por eso un tercio de la población encuestada, con una incidencia mayor entre los entrevistados de mayor edad, cree que la mayor información sobre sexo con que cuentan los adolescentes en la actualidad es la responsable de que la iniciación sexual se produzca más precozmente. Circula el mito de que la educación sexual "liberaliza" las relaciones adolescentes pero existen muchos estudios serios en contrario, analiza la doctora Diana Galimberti, presidenta de la Asociación Argentina por la Salud Sexual y Reproductiva. Galimberti cita un proyecto de instrucción sexual realizado por el chileno Ramón Molina en algunos colegios de Santiago: Los resultados medidos al año, a los dos años y a los tres, de las clases detectaron que las relaciones se pospusieron entre ocho meses y un año, que hubo una menor cantidad de embarazos no deseados y de abortos, menos incidencia de venéreas y una mejor relación de los chicos con sus padres.

Sin embargo, enfrentados con una situación hipotética en la cual una adolescente concurre a consultar a un ginecólogo sobre anticoncepción, un 36 por ciento considero que el profesional debía contar con la autorización paterna y sólo un 63 por ciento reafirmó el derecho de la joven a ejercer su sexualidad. Sólo los sectores más acomodados y los de menor edad se mostraron comprensivos con las ansias de amor juveniles. 


Bullet1.gif (898 bytes) La ONU organiza la lucha mundial contra el sida

Fuente: CNN en español, 26/06/01

NACIONES UNIDAS (CNN) -- Más de 3.000 personas, incluidos jefes de estado, líderes empresariales, activistas políticos y expertos en salud, iniciaron el lunes en la sede de la ONU una asamblea general especial de tres días dedicada a analizar cómo combatir la creciente amenaza del sida, al cumplirse veinte años del descubrimiento del virus que causa la enfermedad.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se dirigió a la asamblea en la mañana del lunes para subrayar la necesidad de que todas las naciones del mundo se unan en la lucha contra el virus mortal

"Es necesario que los países en desarrollo multipliquen por cinco su presupuesto en la batalla contra el sida", dijo Annan. "Y están dispuestos a hacerlo, pero no pueden lograrlo solos, necesitan ayuda".

Respondiendo al llamamiento de Annan, las delegaciones presentes debatirán estrategias para detener la enfermedad, que ha matado a unos 22 millones de personas, según la ONU.

Al convocar a una sesión especial como ésta, la primera vez en la historia que lo hace la Asamblea General para analizar monográficamente un tema sanitario, la ONU confía en impulsar el compromiso político del mundo entero en la guerra contra el sida.

Más de 36 millones de personas en todo el mundo están infectadas con el VIH, el virus que causa el sida. El Africa subsahariana es la región más afectada y las estimaciones indican que 25,3 millones de africanos sufren la enfermedad, según el programa especial de la ONU contra la enfermedad, el UNAIDS.

Las tasas de la infección están disparándose en Europa del este y Asia central, impulsadas por el uso creciente de drogas intravenosas y el aumento de contactos sexuales.

El sida también ha tenido un profundo impacto sobre el crecimiento económico. Para el año 2010, la ONU estima que el producto interior bruto de algunos de los países más afectados puede caer en un 8 por ciento, e incluso puede ser mayor el descenso en la renta per cápita.

La mayor parte de los 24 jefes de estado que acudirán a la sesión proceden de Africa, y entre ellos figuran los líderes de los seis países más afectados: Kenia, Etiopía, Nigeria, Botswana, Lesotho y Swazilandia.

"El liderazgo mundial en la batalla lo están ejerciendo los países del sur de Africa", declaró a CNN un miembro de la delegación de Estados Unidos.

Las asociaciones contra el sida dijeron que la prioridad durante la cumbre debe ser el aumento de las donaciones al fondo global creado para financiar la lucha contra la enfermedad, y exigen que las organizaciones no gubernamentales tengan acceso a esta financiación.

"Se ha hablado demasiado de que la prevención debe gozar de la máxima prioridad, pero se ha hablado poco del tratamiento de la enfermedad, y estamos en este tema ante un desastre que afecta a los derechos humanos", declaró Sharonann Lynch, de la Health Gap Coalition.

Desde que anunciaron su "iniciativa de acceso" el pasado mayo, las principales empresas farmacéuticas redujeron el precio de sus medicamentos anti-retrovirales, desde aproximadamente 10.000 dólares anuales por paciente hasta unos 350-600 en algunos países en desarrollo.


Bullet1.gif (898 bytes) Apoyo a distribución de anticonceptivos en las escuelas

Fuente: Tertulia* No. 28 [30-VI-2001]

Arlington, 29 de junio del 2001 (Feminist Daily News Wire/Tertulia). El director general de Salud de Estados Unidos, David Satcher, lanzó ayer un informe en el que hace un llamado a la acción para promover la salud sexual y la conducta sexual responsable. Exhortó a progenitores y docentes a brindar a la niñez un programa integral de educación sexual que permita la distribución de anticonceptivos en las escuelas y promueva la tolerancia hacia la homosexualidad.

La administración Bush ha intentado distanciarse del informe dejando que su vocero, Ari Fleischer, enfatice que éste fue “encargado por el gobierno anterior”.

Dos años de exhaustiva investigación de literatura científica, conferencias y aportes de una amplia gama de fuentes llevaron a Satcher a abogar por un programa integral de educación sexual que distribuya anticonceptivos y enseñe tolerancia hacia las personas con orientaciones sexuales diferentes. La oficina del director general busca disminuir los graves problemas de salud relacionados con el sexo, tales como los embarazos no planificados, la violencia homofóbica y la diseminación de infecciones de transmisión sexual.  


Bullet1.gif (898 bytes) A pesar de su fama, en la cama, los franceses no son nada del otro mundo

Fuente: Clarín, 31/05/01

The New York Times, 2.001.- 
Olvide las fantasías construídas alrededor de las noches parisinas. Descarte el cholulismo hollywoodense por el famoso Moulin Rouge. Tampoco tenga en cuenta los relatos de alto voltaje de los veteranos de la Gran Guerra. Y ni se le ocurra abrir sus oídos a la jactancia de los mismos franceses. A pesar de su vociferado desprecio por la mojigatería estadounidense, en la cama, son bastante parecidos a ellos.

La verdad es que, aunque las canciones de amor suenan mejor en francés que en ningún otro idioma, en la intimidad de las alcobas, pasan las mismas cosas en Cherbourg y en Cincinnati. O al menos eso es lo que descubrió el grupo de investigadores que comparó el comportamiento sexual de los franceses y los estadounidenses. "La imagen que tenemos es que nuestros amigos europeos son muy sensuales, que los hombres casados tienen amantes y que, como son muy libres, está todo bien... Pero las ideas que la gente tiene sobre el sexo y su verdadero comportamiento casi nunca van de la mano", dice el doctor John H. Gagnon, autor del informe y profesor emérito de sociología de la Universidad de Nueva York, EE.UU.. El científico extrajo esta (tal vez, previsible) conclusión y otras más sorprendentes tras analizar varios cientos de relaciones heterosexuales contenidas en dos megaencuestas sobre sexualidad realizadas a ambos lados del Atlántico.

En la Encuesta Nacional sobre Salud y Vida Social participaron 3.432 estadounidenses de entre 18 y 59 años. En el Análisis del Comportamiento Sexual en Francia, se evaluaron los hábitos de 4.580 adultos del mismo rango etario. Y aunque ambas encuestas se realizaron en 1992, según los científicos, el comportamiento sexual no cambia demasiado en tan poco tiempo. La segunda conclusión general del estudio es contundente y desmitifica la fama que los franceses ostentan a la hora de hablar de sexo. Si bien al enfrentarlos con sus pares estadounidenses se detectaron algunas diferencias curiosas, según los investigadores, en la mayoría de las áreas relacionadas a la sexualidad "se podría decir que, en términos generales, el comportamiento sexual de los franceses y los estadounidenses es muy parecido". En ambos países, por ejemplo, la monogamia es la regla: más del 90% de los hombres y mujeres en pareja dijeron haber tenido un solo compañero sexual en el último año. Y mientras que los estadounidenses de más de 30 años manifestaron una tendencia levemente mayor hacia la monogamia, los franceses de entre 18 y 29 años resultaron más monógamos que los americanos.

Si bien el estudio no se detectó ninguna diferencia en cuanto a la duración de los matrimonios en ambos países, sí consignó que los hombres y las mujeres franceses tienden a permanecer más tiempo en parejas monogámicas que sus pares de los EE.UU.. El doctor Michel Bozon, sociólogo experto en sexualidad del Instituto Nacional de Estudios Demográficos de París, Francia, sostiene que la idea de una relación monogámica estable entre dos personas que no conviven está más establecida en Francia que en los Estados Unidos. El doctor Gagnon también estableció que, "a lo largo de la vida, los estadounidenses tienen más compañeros sexuales que los franceses". De hecho, en los EE.UU., los hombres declararon haber tenido un promedio de 16 parejas, frente a las 13 confesadas por los franceses. Entre las mujeres, la diferencia fue de 6 a 4, también a favor de las estadounidenses.

En otro tramo del estudio se evaluaron las frecuencias sexuales en ambos países. Y mientras que más de la mitad de los hombres franceses (55%) y casi la mitad de las mujeres (49%) dijeron tener sexo dos o tres veces por semana, en los EE.UU., sólo el 33% de los hombres y el 31% de las mujeres declararon frecuencias similares. "Existe una ventaja sexual obvia a favor de los franceses por el sólo hecho de estar en pareja", dice el doctor Pepper Schwartz, sociólogo de la Universidad de Washington que analiza el comportamiento sexual. Sin embargo, las mayores diferencias aparecieron entre los encuestados que no vivían en pareja y, sobre todo, entre las mujeres. Según el estudio, entre las jóvenes francesas es más común no haber tenido ningún compañero sexual en el último año que entre las estadounidenses. Y en el caso de las que sí lo tuvieron, las americanas superaron a las europeas si de compañeros múltiples se trata. "Los patrones de selección parecen ser diferentes: en Francia, las mujeres jóvenes se toman más tiempo pero sus relaciones son más estables que las de sus pares de los EE.UU."

Las distancias fueron más asombrosas entre las mujeres de más edad: si bien en amb culturas, la frecuencia de la actividad sexual declina con la edad, las mujeres estadounidenses de más de 50 años tienen muchas más probabilidades de ser sexualmente inactivas. "Las francesas de edad avanzada son, sin dudas, más activas", dice Gagnon, y sostiene que, al menos en parte, esto se debe a que los hombres franceses siguen considerando atractivas a las mujeres mientras envejecen, a diferencia de los estadounidenses, que emparentan directamente la sexualidad y la juventud. Otros investigadores apuntan otros datos: el doctor Bozon, por ejemplo, dice que otra encuesta realizada en Francia indicó que, en las últimas tres décadas, la actividad sexual entre las mujeres de más de 50 años había aumentado considerablemente; y asegura que una tendencia similar, aunque más lenta, podría estar experimentándose en los Estados Unidos.

Pero además de socavar la famosa reputación de los franceses respecto a las libertades sexuales, los resultados del estudio también ponen en tela de juicio la creatividad sexual de los nacidos en la tierra del "ménage à trois". Gagnon y sus colegas descubrieron que también hay pocas diferencias entre las prácticas sexuales favoritas de los dos países. A ambos lados del Océano, el 95% de los entrevistados dijo haber tenido relaciones vaginales durante su último encuentro sexual. Y si bien los hombres y mujeres francesas declararon practicar más a menudo el sexo oral que sus colegas estadounidenses (40% contra el 35%), las diferencias no son significativas. Para Gagnon, "los datos que arroja el estudio coinciden con la irrevocable tendencia que los expertos en sexualidad fueron descubriendo a lo largo de las últimas décadas: aunque parezca que los demás se divierten más en la cama, el comportamiento sexual de la mayoría de las personas sigue siendo muy conservador. Para ser más claro, Gagnon le echa agua: "Las palabras, casi nunca no condicen con la acción".


Bullet1.gif (898 bytes) Corte niega petición de aborto pese a que feto sufre anencefalia

Fuente: Tertulia* No. 28 [30-VI-2001]

 

Buenos Aires, 23 de junio del 2001 (EFE/Caracol Radio/Tertulia). La Corte Suprema de Justicia de la provincia de Buenos Aires negó a una mujer la autorización para que se le practique la inducción del parto del niño que gesta, pese a que los médicos diagnosticaron que el feto padece anencefalia y, por lo tanto, no sobrevivirá al nacer.

En un extenso fallo, la Corte provincial revocó la sentencia dictada por un Tribunal de Familia que había autorizado un aborto al considerar la advertencia de los médicos de que la salud psíquica y física de la mujer podría correr peligro a medida que avance el embarazo.

La anencefalia es la ausencia de hemisferios cerebrales y de la estructura ósea del cráneo, lo que significa que el feto se desarrolla en el vientre de la madre en un virtual estado de muerte cerebral.

Los jueces Eduardo Pettigiani, Eduardo De Lázzari, Héctor Negri, Guillermo San Martín, Ernesto Ghione y Elías Laborde coincidieron en que la llamada muerte cerebral no significa ausencia de vida. "De lo contrario y para ser coherentes, deberíamos sostener que todo feto que sufre de anencefalia no es un ser humano sino un cadáver, un cuerpo muerto, una cosa", afirmaron en el fallo de rechazo a la petición de la mujer.

También fundamentaron su posición en la protección a la vida que contempla la Constitución Nacional, los tratados internacionales suscritos por Argentina y, en especial, la Convención de los Derechos del Niño, que entiende como ser humano a todo feto desde el momento de la concepción.

La Corte provincial consideró que el derecho del niño por nacer "es superior al deseo de la madre de alterar un proceso natural" y que habiendo transcurrido más de 28 semanas de embarazo "el riesgo para la madre es mayor si se interrumpe que si se espera el parto natural".

Los jueces Alberto Pisano, Juan Manuel Salas y Juan Carlos Hitters votaron en disidencia y basaron sus fundamentos en la sentencia de la Corte Suprema de la Nación, el máximo tribunal del país, que había autorizado en enero pasado la interrupción de un embarazo en un caso similar.

 


Bullet1.gif (898 bytes) Descubierta la diosa más antigua de la historia

 

Madrid, 18 de julio del 2001 (prensamujer.com/Tertulia). Durante miles de años, la humanidad vivió sin un Dios y cuando lo tuvo la representación divina fue una mujer, la Diosa-Madre-Tierra. En Chauvet, Francia, un equipo arqueológico acaba de descubrir la Venus/Diosa más antigua que se conoce, que se estima fue pintada hace 32.000 años.

En la cueva de Chauvet, Yannick Le Guillou y su equipo se desplazan con sumo cuidado por pasarelas escrupulosamente instaladas para no dañar las galerías que albergan las más de 420 pinturas de animales y la recién descubierta Venus. Como en otras representaciones de la divinidad que se conocen, la figura femenina tiene un pubis marcado y caderas muy anchas como señal de fecundidad. No muy lejos del hallazgo, se encuentra una galería donde mujeres y hombres prehistóricos preparaban el carbón para sus trazos negros o rojos.

Pese a los estereotipos negativos que se nos ha ofrecido de nuestros ancestros (hasta les situamos fuera de la historia con el prefijo "pre"), los antropólogos afirman que las bandas nómadas eran mucho más igualitarias que nuestra sociedad y tenían una relación más íntima y respetuosa con el entorno. Tanto mujeres como hombres reconocían a la tierra como creadora de vida, la misma vida que surgía del cuerpo de las mujeres: la fecundidad; por eso sus representaciones de las divinidades eran femeninas. Hay incluso una común tendencia en culturas muy lejanas tanto geográfica como culturalmente hacia la tradición de una Triple Diosa, que es el origen del que proviene el concepto de "Trinidad". La Triple Diosa está referida a las fases en la vida de una mujer como "Doncella-Madre-Vieja Sabia".

La llegada de la agricultura fue el comienzo del fin de la igualdad, sobre todo al perder su importancia la recolección de alimentos, trabajo desempeñado por las mujeres. El hombre fue consiguiendo más poder en las sociedades sedentarias y desbancó el prestigio femenino en la organización social y en la representación simbólica. Fue el nacimiento de Dios-Padre entre el IV y III milenio antes de Cristo.

Los hallazgos arqueológicos del siglo XX han permitido desentrañar algunas claves de lo que constituye el pasado de la humanidad, y nos han desvelado a través de la Venus de Willendorf, de Menton, las sacerdotisas pájaro de Mesopotamia o Egipto, etc. el peso social de las mujeres en la Prehistoria.


Bullet1.gif (898 bytes) Mutilar a las mujeres

Fuente: El País, España, 18/07/01

La mutilación de los órganos genitales femeninos, en sus diversas modalidades, se practica en 28 países africanos. En el caso de Somalia, Djibuti y Sudán, la infibulación (excisión total o parcial de los genitales externos y costura de los dos labios mayores, dejando un pequeñísimo orificio) afecta a la casi totalidad de la población femenina. Esta misma práctica se extiende al Egipto meridional, la Costa etíope del mar Rojo, Kenia septentrional, la zona norte de Nigeria y algunas zonas de Malí.

Fuera del continente africano, la excisión (extirpación del prepucio del clítoris y de los labios internos) se practica en Omán, Yemen, los Emiratos Árabes Unidos y en algunas localidades de Indonesia y de Malaisia.

El número de mujeres y niñas mutiladas en el mundo gira en torno a los 100 o 130 millones: cada año, cerca de 2 millones de niñas y jóvenes corren el riesgo de ser mutiladas. Recientemente se ha descubierto que la mutilación de los genitales femeninos se viene practicando también en algunas comunidades de inmigrantes africanos en Europa, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos.

La mutilación sexual femenina constituye un grave atentado contra los derechos humanos y es, además, un brutal acto de violencia que afecta directamente a la integridad física y psicológica de las mujeres. Sin duda, tal como establece el artículo 3 de la Convención Europea de Derechos Humanos, la mutilación de los órganos genitales de las niñas y las jóvenes constituye un trato 'inhumano y degradante'.

La costumbre de extirpar total o parcialmente los órganos sexuales femeninos hunde sus raíces en una concepción totalmente desfasada y radicalmente injusta del lugar que corresponde a las mujeres en una comunidad. En estas estructuras sociales que se fundan en desequilibradas relaciones de poder y en la desigualdad entre los sexos, las mujeres ocupan una posición de inferioridad mientras que los hombres ejercen una función de dominio sobre la sexualidad, la autonomía y la vida de éstas. La mujer, según un arcaico concepto patriarcal, sería la depositaria del honor familiar, lo que explicaría los prejuicios sobre su promiscuidad y la necesidad de control sobre sus cuerpos. La presión social y familiar que sufren las niñas es de tal magnitud que la mayoría ni siquiera concibe poder negarse a sufrir la mutilación. Las que lo intentan son marginadas, rechazadas y aisladas de su grupo. En la mayoría de los casos, la escasa o nula formación e información acerca de su sexualidad hace a las víctimas completamente ignorantes de la verdadera magnitud del trauma que van a padecer. Tan sólo conocen las consecuencias físicas de la mutilación y semejante vejación 'siempre ha existido para las mujeres'.

Cuando no produce la muerte por hemorragia o por infecciones derivadas -por ejemplo, la transmisión del VIH o el contagio de la hepatitis C provocados por la utilización del mismo instrumental para múltiples operaciones sin la debida esterilización-, la mutilación de los genitales femeninos deja secuelas irreversibles tales como esterilidad, lesiones de los tejidos adyacentes, lesiones renales, quistes, cálculos, frigidez, depresión, ansiedad, psicosis... y graves problemas durante las menstruaciones, las micciones, el coito, el embarazo y el parto.

El hecho de que las mutilaciones sexuales sean una práctica tradicional en algunos países de los que son originarios los inmigrantes en los países de la Unión Europea no puede, en ningún caso, servir de justificación para no prevenir, perseguir y castigar semejante brutalidad.

¿Acaso aceptaríamos la amputación de la mano del ladrón o la lapidación de las mujeres en caso de adulterio en la Unión Europea? No todas las costumbres y tradiciones han de merecer nuestro 'respeto'. Es fundamental distinguir entre la tolerancia o la defensa de las tradiciones y culturas y la ceguera ante actitudes y costumbres próximas a la tortura que vulneran la integridad y dignidad de las personas. Una difusa 'mala conciencia' occidental y el temor a manifestar una opinión negativa hacia una práctica propia de algunos grupos de inmigrantes de países antiguamente colonizados suscitan en nuestros países una actitud demasiado pasiva ante un hecho a todas luces condenable. Esa pasividad contribuye a legitimar la mutilación sexual y deja en la indefensión a las víctimas. La defensa de la tradición debe encontrar su límite en el respeto a los derechos fundamentales.

El silencio es el mejor aliado de esta terrible práctica que produce millones de víctimas en todo el mundo. Por eso hay que romperlo y empezar a escuchar la voz de muchas víctimas que tanto en Europa como en los países en los que se practica están denunciando las mutilaciones sexuales. Desde el Parlamento Europeo podemos y debemos contribuir a esa tarea dando la palabra a las mujeres que luchan por su libertad y dignidad.

Resulta alentador que en muchos países africanos se hayan organizado grupos, ONG y asociaciones que luchan por la abolición de esta costumbre. Muchos gobiernos (Etiopía, Djibuti, Ghana, Guinea, Uganda, Senegal, Tanzania, Togo, Burkina Faso, República Centroafricana, Costa de Marfil, Egipto) han legislado contra las mutilaciones genitales femeninas e intentan erradicarlas. En Guinea Conakry, un año después de la aprobación de la ley contra las mutilaciones genitales femeninas, el 10 de mayo de 2001, las 'excisoras' han abandonado, en el curso de una ceremonia pública y muy simbólica, sus cuchillos. También en los países de la Unión Europea existen redes y organizaciones que trabajan con las comunidades en las que se realizan estas prácticas para informar, mediar y tratar de prevenir el riesgo que corren, sobre todo las niñas, de sufrir algún tipo de mutilación genital. Sin duda, es necesario apoyar y financiar estos esfuerzos.

Es obligación del Estado de derecho velar por el respeto a los derechos individuales y perseguir aquellas actitudes que los vulneren. Para ello será necesario no sólo legislar para colmar las lagunas en la materia y perseguir adecuadamente el delito (adoptando un tipo penal específico y contemplando su extraterritorialidad), sino, también y en paralelo, desplegar una estrategia integral de educac+ión, formación, apoyo sociosanitario, desarrollo de los mecanismos jurídicos y administrativos y movilización de recursos que permitan ir erradicando la práctica de la mutilación genital femenina.

La Unión Europea y los Estados miembros han de comprometerse firmemente en la defensa de las potenciales víctimas de este delito, amparándolas y protegiéndolas. Las mujeres y niñas son perseguidas para ser mutiladas por razón de su sexo. Y ello ha de ser una de las causas más claras para ser acogidas en nuestros países. Para lograr algún avance en la tarea de erradicar las mutilaciones genitales femeninas es necesario que el mensaje llegue de forma clara a las comunidades de inmigrantes en las que se practica. Los países de acogida deben informar a la población inmigrante para que conozca cuáles son las 'reglas' que nuestros ordenamientos jurídicos legítimamente exigen cumplir a todos los ciudadanos. La cooperación con las personas integrantes de esos grupos y que están dispuestas a transmitir en positivo la prohibición de las mutilaciones sexuales es una garantía de éxito.

Muchas mujeres serán mutiladas en los próximos años y algunas de ellas lo serán dentro de nuestras fronteras. Debemos impedirlo. Pero también será necesario movilizar esfuerzos políticos, diplomáticos y económicos para trabajar en los países de origen, donde se producen la mayor parte de las mutilaciones.

En nombre de la universalidad e indivisibilidad de los derechos humanos, es urgente defender a las mujeres de los ataques del relativismo cultural más radical, que considera la tradición y la cultura como única fuente legitimadora del derecho. Esa tradición y 'cultura' que ha mantenido siempre a las mujeres sometidas, subordinadas e indefensas en prácticamente todas las civilizaciones, ha evolucionado y deberá seguir haciéndolo en aras de la igualdad, la libertad y la dignidad a la que todo ser humano tiene derecho.La mutilación de los órganos genitales femeninos, en sus diversas modalidades, se practica en 28 países africanos. En el caso de Somalia, Djibuti y Sudán, la infibulación (excisión total o parcial de los genitales externos y costura de los dos labios mayores, dejando un pequeñísimo orificio) afecta a la casi totalidad de la población femenina. Esta misma práctica se extiende al Egipto meridional, la Costa etíope del mar Rojo, Kenia septentrional, la zona norte de Nigeria y algunas zonas de Malí.

Fuera del continente africano, la excisión (extirpación del prepucio del clítoris y de los labios internos) se practica en Omán, Yemen, los Emiratos Árabes Unidos y en algunas localidades de Indonesia y de Malaisia.

El número de mujeres y niñas mutiladas en el mundo gira en torno a los 100 o 130 millones: cada año, cerca de 2 millones de niñas y jóvenes corren el riesgo de ser mutiladas. Recientemente se ha descubierto que la mutilación de los genitales femeninos se viene practicando también en algunas comunidades de inmigrantes africanos en Europa, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos.

La mutilación sexual femenina constituye un grave atentado contra los derechos humanos y es, además, un brutal acto de violencia que afecta directamente a la integridad física y psicológica de las mujeres. Sin duda, tal como establece el artículo 3 de la Convención Europea de Derechos Humanos, la mutilación de los órganos genitales de las niñas y las jóvenes constituye un trato 'inhumano y degradante'.

La costumbre de extirpar total o parcialmente los órganos sexuales femeninos hunde sus raíces en una concepción totalmente desfasada y radicalmente injusta del lugar que corresponde a las mujeres en una comunidad. En estas estructuras sociales que se fundan en desequilibradas relaciones de poder y en la desigualdad entre los sexos, las mujeres ocupan una posición de inferioridad mientras que los hombres ejercen una función de dominio sobre la sexualidad, la autonomía y la vida de éstas. La mujer, según un arcaico concepto patriarcal, sería la depositaria del honor familiar, lo que explicaría los prejuicios sobre su promiscuidad y la necesidad de control sobre sus cuerpos. La presión social y familiar que sufren las niñas es de tal magnitud que la mayoría ni siquiera concibe poder negarse a sufrir la mutilación. Las que lo intentan son marginadas, rechazadas y aisladas de su grupo. En la mayoría de los casos, la escasa o nula formación e información acerca de su sexualidad hace a las víctimas completamente ignorantes de la verdadera magnitud del trauma que van a padecer. Tan sólo conocen las consecuencias físicas de la mutilación y semejante vejación 'siempre ha existido para las mujeres'.

Cuando no produce la muerte por hemorragia o por infecciones derivadas -por ejemplo, la transmisión del VIH o el contagio de la hepatitis C provocados por la utilización del mismo instrumental para múltiples operaciones sin la debida esterilización-, la mutilación de los genitales femeninos deja secuelas irreversibles tales como esterilidad, lesiones de los tejidos adyacentes, lesiones renales, quistes, cálculos, frigidez, depresión, ansiedad, psicosis... y graves problemas durante las menstruaciones, las micciones, el coito, el embarazo y el parto.

El hecho de que las mutilaciones sexuales sean una práctica tradicional en algunos países de los que son originarios los inmigrantes en los países de la Unión Europea no puede, en ningún caso, servir de justificación para no prevenir, perseguir y castigar semejante brutalidad.

¿Acaso aceptaríamos la amputación de la mano del ladrón o la lapidación de las mujeres en caso de adulterio en la Unión Europea? No todas las costumbres y tradiciones han de merecer nuestro 'respeto'. Es fundamental distinguir entre la tolerancia o la defensa de las tradiciones y culturas y la ceguera ante actitudes y costumbres próximas a la tortura que vulneran la integridad y dignidad de las personas. Una difusa 'mala conciencia' occidental y el temor a manifestar una opinión negativa hacia una práctica propia de algunos grupos de inmigrantes de países antiguamente colonizados suscitan en nuestros países una actitud demasiado pasiva ante un hecho a todas luces condenable. Esa pasividad contribuye a legitimar la mutilación sexual y deja en la indefensión a las víctimas. La defensa de la tradición debe encontrar su límite en el respeto a los derechos fundamentales.

El silencio es el mejor aliado de esta terrible práctica que produce millones de víctimas en todo el mundo. Por eso hay que romperlo y empezar a escuchar la voz de muchas víctimas que tanto en Europa como en los países en los que se practica están denunciando las mutilaciones sexuales. Desde el Parlamento Europeo podemos y debemos contribuir a esa tarea dando la palabra a las mujeres que luchan por su libertad y dignidad.

Resulta alentador que en muchos países africanos se hayan organizado grupos, ONG y asociaciones que luchan por la abolición de esta costumbre. Muchos gobiernos (Etiopía, Djibuti, Ghana, Guinea, Uganda, Senegal, Tanzania, Togo, Burkina Faso, República Centroafricana, Costa de Marfil, Egipto) han legislado contra las mutilaciones genitales femeninas e intentan erradicarlas. En Guinea Conakry, un año después de la aprobación de la ley contra las mutilaciones genitales femeninas, el 10 de mayo de 2001, las 'excisoras' han abandonado, en el curso de una ceremonia pública y muy simbólica, sus cuchillos. También en los países de la Unión Europea existen redes y organizaciones que trabajan con las comunidades en las que se realizan estas prácticas para informar, mediar y tratar de prevenir el riesgo que corren, sobre todo las niñas, de sufrir algún tipo de mutilación genital. Sin duda, es necesario apoyar y financiar estos esfuerzos.

Es obligación del Estado de derecho velar por el respeto a los derechos individuales y perseguir aquellas actitudes que los vulneren. Para ello será necesario no sólo legislar para colmar las lagunas en la materia y perseguir adecuadamente el delito (adoptando un tipo penal específico y contemplando su extraterritorialidad), sino, también y en paralelo, desplegar una estrategia integral de educac+ión, formación, apoyo sociosanitario, desarrollo de los mecanismos jurídicos y administrativos y movilización de recursos que permitan ir erradicando la práctica de la mutilación genital femenina.

La Unión Europea y los Estados miembros han de comprometerse firmemente en la defensa de las potenciales víctimas de este delito, amparándolas y protegiéndolas. Las mujeres y niñas son perseguidas para ser mutiladas por razón de su sexo. Y ello ha de ser una de las causas más claras para ser acogidas en nuestros países. Para lograr algún avance en la tarea de erradicar las mutilaciones genitales femeninas es necesario que el mensaje llegue de forma clara a las comunidades de inmigrantes en las que se practica. Los países de acogida deben informar a la población inmigrante para que conozca cuáles son las 'reglas' que nuestros ordenamientos jurídicos legítimamente exigen cumplir a todos los ciudadanos. La cooperación con las personas integrantes de esos grupos y que están dispuestas a transmitir en positivo la prohibición de las mutilaciones sexuales es una garantía de éxito.

Muchas mujeres serán mutiladas en los próximos años y algunas de ellas lo serán dentro de nuestras fronteras. Debemos impedirlo. Pero también será necesario movilizar esfuerzos políticos, diplomáticos y económicos para trabajar en los países de origen, donde se producen la mayor parte de las mutilaciones.

En nombre de la universalidad e indivisibilidad de los derechos humanos, es urgente defender a las mujeres de los ataques del relativismo cultural más radical, que considera la tradición y la cultura como única fuente legitimadora del derecho. Esa tradición y 'cultura' que ha mantenido siempre a las mujeres sometidas, subordinadas e indefensas en prácticamente todas las civilizaciones, ha evolucionado y deberá seguir haciéndolo en aras de la igualdad, la libertad y la dignidad a la que todo ser humano tiene derecho. 


Bullet1.gif (898 bytes) Imponen prueba de virginidad a enfermeras turcas

Fuente: *Tertulia* No. 31 [21-VII-2001]

 Las que hayan mantenido relaciones sexuales serán expulsadas

 Madrid, 19 de julio de 2001 (prensamujer.com/Tertulia). Un grupo de representantes de las enfermeras turcas ha asegurado que éstas lucharán sin descanso para conseguir que se anule una nueva medida que exige la realización de pruebas de virginidad a las estudiantes de las facultades de Medicina.

En enero de 1999, el Ministerio de Justicia de Turquía emitió un decreto dirigido a los fiscales en el que prohibía la realización de pruebas de virginidad a las mujeres. Hasta entonces esta comprobación era una práctica obligatoria que se realizaba sobre todo en los dormitorios de las escuelas públicas. La prueba de la virginidad, indispensable para contraer matrimonio, contaba y sigue contando con el apoyo de gran parte de la población, especialmente el de los conservadores islámicos.

Una de las consecuencias directas de esta práctica es el suicidio de adolescentes temerosas de la reacción familiar cuando se descubra que han mantenido relaciones sexuales sin estar casadas. Además, tampoco es infrecuente que las propias familias, sobre todo en el sudeste del país -de mayoría conservadora- y en las zonas rurales efectúen la comprobación de la virginidad de sus familiares solteras y decidan matarlas si en el examen se descubre que el himen no permanece intacto.

El ministro de Salud Pública, Osman Durmus, ha justificado la puesta en marcha de la medida asegurando que de este modo se protegerá a las menores de la prostitución. La medida, que sólo se aplicará a las estudiantes de las facultades de Medicina, en las que también se cursan estudios de Enfermería, supondrá la inmediata expulsión de las alumnas que hayan mantenido relaciones sexuales.

Las representantes de las enfermeras se entrevistaron con el ministro Durmus para expresarle su oposición a una medida que atenta, según le hicieron saber, contra la libertad y los derechos humanos.

La justicia turca también contribuye a mantener la discriminación por motivo de sexo que caracteriza a esta sociedad. Amnistía Internacional ha denunciado en numerosas ocasiones la casi total impunidad de que gozan quienes deciden matar a una mujer adúltera, pese a que desde 1999 el adulterio femenino no está castigado por la ley. La misma impunidad que protege a quienes ejercer violencia sobre las mujeres, incluida la policía. En Turquía la justicia está del lado de los hombres, entre otros motivos porque éstos son los representantes legales de sus mujeres.  


Bullet1.gif (898 bytes) Descenso en los niveles de espermatozoides

Fuente: La Nación on Line, 03/07/01

Valeria Shapira. De la Redacción de La Nación

Según un investigador dinamarqués, químicos, radiaciones y hormonas en los alimentos determinan este y otros síntomas

LAUSANA (Suiza).- Preocupados por la creciente influencia de los factores ambientales sobre la salud reproductiva, los 4000 médicos reunidos en el XVII Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (Eshre), que se inició ayer en esta ciudad ubicada en el corazón de los Alpes suizos, escucharon ayer una conferencia en la que se habló de una entidad que desde hace poco tiempo tiene nombre propio: el síndrome de disgenesia testicular (TDS, según sus siglas en inglés).

La palabra disgenesia define una alteración de las gónadas en su formación; el síndrome, descripto por el experto dinamarqués Neil Skakkebaek, reúne una serie de antiguas patologías que en los últimos años crecieron a paso firme, como el cáncer testicular y las deficiencias en la producción espermática.

"Uno de cada cien dinamarqueses recibe tratamiento debido a un cáncer testicular, el 5% de los chicos en edad escolar tiene testículos no descendidos, uno de cada 100 varones presenta anormalidades en el pene al nacer y el 40% de los hombres tiene bajos niveles de espermatozoides", afirmó Skakkebaek, profesor del Hospital Universitario de Copenhague, en una conferencia especialmente dedicada al tema.

Aunque el número de hombres afectados varía según los países, la alta incidencia de estos problemas tendría un denominador común: "Creemos que existen factores genéticos en su desarrollo, pero en los últimos años también hemos observando que la influencia de los factores ambientales, como el uso de químicos, las radiaciones, las hormonas presentes en muchos alimentos de origen animal o la exposición al humo del cigarrillo podrían ser determinantes".

Agregó el especialista: "Aunque todavía necesitamos más pruebas, los estudios biológicos y epidemiológicos indican que el TDS puede deberse a una interrupción en la programación embrionaria y el desarrollo de los órganos sexuales en el feto. Además, como la incidencia de varios de los síntomas ha subido rápidamente en las nuevas generaciones, debemos considerar que los factores ambientales adversos inciden en la actividad hormonal, probablemente actuando sobre la susceptibilidad genética".

Problemas de fertilidad

El descenso de las tasas de natalidad en los países desarrollados también se considera una muestra del avance del TDS. En estos países, debido a diferentes problemas de fertilidad el 5% de los nacimientos se produce por medio de técnicas de reproducción asistida.

Actualmente, una de cada seis parejas en el mundo sufre problemas de fertilidad. "Sabemos que el avance en las técnicas de fertilización asistida está dando grandes oportunidades a estas parejas, pero no debemos olvidarnos de investigar las causas de la infertilidad", dijo el especialista. Y reconoció que "si bien los hombres tienen la responsabilidad de desarrollar una vida saludable, evitando el cigarrillo o realizando actividad física, hay otros factores, como las altas temperaturas planetarias o las radiaciones, que requieren medidas globales para evitar sus consecuencias sobre la salud reproductiva del varón".

Skakkebaek concluyó que "acuñar esta nueva denominación -TDS- será fundamental para dar un enfoque integrador a la problemática, ya que hasta hoy las diferentes patologías han sido abordadas en forma independiente por urológos, andrólogos, endocrinólogos infantiles y otros especialistas sin reparar en que muchas de ellas pueden tener factores predisponentes comunes."

Los avatares de la vida moderna también hacen foco en los tratamientos de fertilización asistida y pueden llegar a alterar sus resultados. Centrando sus investigaciones en mujeres sometidas a técnicas de fertilización in vitro (IVF), expertos del Centre Hospitalier Intercommunal de Sevres, Francia, descubrieron que las mujeres que fuman más de diez cigarrillos por día sólo tienen una posibilidad del 15 % de conseguir la implantación del embrión en su útero, a diferencia de las no fumadoras, en las que el éxito de este proceso luego de la fertilización in vitro alcanza el 23 por ciento.

Tabaco y alimentación

Las cifras surgen de un trabajo sobre 1186 pacientes en el que los científicos concluyeron que las diferencias entre las usuarias de tabaco probablemente se producen porque el cigarrillo causa problemas vasculares que inhiben la posibilidad de implantación del embrión en las paredes uterinas.

Por otra parte, se indicó que la incidencia negativa de los malos hábitos alimentarios y el exceso de peso pueden resultar determinantes en la evolución de los tratamientos. Una investigación sobre 5086 pacientes sometidas a IVF indicó que las que presentaban sobrepeso tenían aumentadas en un 50% las posibilidades de sufrir un aborto luego de una IVF.

La investigación fue realizada por el profesor Robert Noramna, del Centro de Medicina Reproductiva del Queen Elizabeth Hospital de Adelaide y en sus conclusiones, presentadas ayer, advierte que "la obesidad no sólo aumenta el riesgo de aborto, sino que además limita el éxito de las técnicas de reproducción asistida, mucho menos efectivas en mujeres excedidas de peso".


Bullet1.gif (898 bytes) Las geishas

Fuente: Tertulia* No. 28 .-30-VI-2001

 

Madrid, 26 de junio del 2001 (prensamujer/Tertulia). En el origen, hacia el siglo XI, un geisha era una persona que desarrollaba habilidades artísticas. De hecho, la palabra ‘geisha’ está formada por "arte" y "persona", es decir, que no se refiere en un principio al sexo de la persona. Sin embargo, con el paso del tiempo las mujeres pasaron a desempeñar esta profesión ya prácticamente desaparecida en Japón.

Las niñas, reclutadas previo pago de una importante suma a su familia, vivían durante años enclaustradas en escuelas especializadas donde se les enseñaba a agradar a los hombres con su comportamiento discreto y sumiso, el aprendizaje de la técnica tradicional de servir el té y el dominio de un instrumento musical. Casi siempre se las destinaba a un hombre, su comprador, que las instalaba en una casa de té donde la mujer ofrecía su encanto a los hombres invitados. Este escenario suponía un lugar tranquilo, sin tensiones, para el descanso del amo, que además gozaba de los favores sexuales de la geisha.

A pesar de la evidente esclavitud del oficio, de los sacrificios que las niñas debían realizar para aprender las complicadas danzas y cantos, de los años de encierro en la férrea disciplina de las escuelas, la vida de las geishas podía ser más libre que la de sus contemporáneas japonesas unidas a una familia convencional.

Con el paso del tiempo, las geishas japonesas han dado paso a mujeres que se dedican a la prostitución, normalmente en bares de alterne. Sin embargo, parece que el hombre japonés sigue añorando a esas mujeres que se les entregaban en cuerpo y alma, que consagraban su vida entera a agradarles, unas esclavas de lujo, formadas durante años para proporcionar placer y tranquilidad que, además, eran una muestra del prestigio del amo.

Estas mujeres anónimas, que perdían su identidad para pasar a identificarse por su profesión, se han convertido ahora en seres virtuales que los hombres japoneses visitan en la red. Las geishas infográficas ya no sirven el té para sus invitados masculinos, pero siguen presentándose modosas, sometidas, sin identidad, etéreas, sin carácter ni personalidad, dispuestas a satisfacer los deseos de los japoneses con la mente en blanco.


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