Un monstruo sin mañana

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Luis Chataing "renunció" al programa juvenil líder de la radio. Pero una juez le prohibió trabajar en cualquier otra emisora. Pleito con final incierto y clientes fuera del aire

 

 

Todo comenzó cuando el gerente general del circuito Unión Radio, Sergio Gómez ­harto de que su emisora 107.3 (La Mega) perdiera todas las mañanas contra 92.9 por casi 27 puntos de share­ planeó una maldad: invitó a almorzar al monstruo que lo tenía atormentado y le hizo una oferta de trabajo. "Vente conmigo chico", tentó Gómez al locutor Luis Chataing y le puso por delante una zanahoria demasiado apetecible: ir simultáneamente al aire vía satélite en 14 ciudades (por la 92.9 sale sólo en Caracas) y ganar casi 30 millones por mes, si el programa lograba 15 anunciantes. Eran 12 millones más que lo que el Grupo 1BC le daba por hacer diariamente El Monstruo de la Mañana: un magazine deliciosamente loco, que cautiva a jóvenes adolescentes y preadolescentes de clase media y alta, entre las 6 y las 9 am de lunes a viernes. Y que suma una docena de clientes.

Quizá decidido a renunciar, Chataing quedó en pensarlo. No contaba con que un periodista indiscreto ­valga la redundancia­ se interpusiera en su camino. Aquilino José Mata publicó en El Mundo del lunes 31 de mayo la noticia de la oferta (que no conoció por vía de Chataing, como piensan los maliciosos, sino por una infidencia de allegados a Gómez) y fue el acabose: el martes 1° de junio El Monstruo salió sin el monstruo.

Los oyentes de Chataing se quedaron esperando. Y lo mismo el miércoles. Y así hasta el viernes 4, cuando tampoco salió por 92.9 pero, por consejos de sus abogados, dio una rueda de prensa a última hora de la tarde. Dijo: "Renuncié". Y sin embargo le contó enseguida a PRODUCTO que no había salido del aire por propia voluntad, sino porque las autoridades de 92.9 le impidieron hacer el programa. "No firmé ningún contrato con nadie ni me fui a ningún lado, pero cuando me acerqué al gerente de producción, Guillermo Zambrano, para comentarle la propuesta, fui víctima de este atropello", relató. Y enseguida dio un formidable sic: "No hay trabajo alguno que pueda pasar por sobre mi dignidad... antes prefiero ser albañil". ¡Rataplán!

Sin embargo, el abogado Jaime Nestares, accionista del Grupo 1BC y gerente general de Radio Caracas Radio y 92.9, negó esa especie. Luego de asegurar ­como extrañado­ que "ningún medio, salvo PRODUCTO, me ha venido a entrevistar por este tema", aseguró: "nadie sacó a Luis Chataing del aire, eso es falso... al contrario, repetidamente le pedimos que se reincorporara u ofreciera una explicación, pero no fue sino hasta el viernes (4 de junio) cuando trajo su carta de renuncia. Y no hay que confundirse, el señor decidió dejar de trabajar aquí. Si fue por cansancio o por otra oferta, no lo sabemos".

Nestares recordó que Chataing tiene contrato firmado con 92.9 hasta el año 2004 y que "deberá probar que ese convenio no lo vincula con esta emisora y también que la radio le prohibió la entrada a la cabina de transmisión". Dijo además que "los abogados de la corporación se ocuparán del caso".

Así fue. 92.9 recurrió a los tribunales y la juez Maritza López Conde publicó una prohibición expresa a Luis Chataing y a su empresa Chataing Producciones para "explotar, producir, comunicar, reproducir, comercializar, distribuir o difundir a través del Circuito Unión Radio o cualquier otra emisora radial, empresa, persona o institución, el programa El Monstruo de la Mañana o cualquier otro de esencia, características o formato similares a éste, donde Luis Chataing preste su voz o imagen".

La acción legal deja claro, en todo caso, que 92.9 ­a pesar de lo declarado por Nestares a PRODUCTO­ conoce y ha tomado muy en cuenta la oferta que el Circuito Unión Radio le hizo a Chataing. Otro asunto sintomático es que el edicto acciona no sólo sobre El Monstruo de la Mañana, como marca (que pertenece a 92.9) sino sobre el formato del programa. Esto es subjetivo porque el formato, como tal, es un genérico. Por lo tanto, la decisión podría hacerle un flaco favor al Grupo 1BC al inferir que el tal formato pudiera pertenecer a Chataing o a su empresa. En ese caso Chataing podría reclamar los derechos de autor. ¡Qué lío!

La notificación llegó por supuesto a las oficinas de Sergio Gómez en Unión Radio, quien recibió feliz a PRODUCTO: "Lo que yo hice no tiene nada de malo ni de particular, porque es lo más común en este medio hacer ofertas a talentos exitosos. Actué de buena fe, igual que Luis... y es una lástima que ahora quieran truncarle la carrera".

No olvidó recordar que "para Chataing nuestras puertas siempre estarán abiertas" y se aceleró con su filoso humor: "Yo estoy tranquilo, mirando los toros desde la barrera, más ahora cuando veo los nuevos numeritos del rating..." ­Gómez saca un papel con las cifras de junio y pela los ojos: "fíjese que ahora", sonríe, "la diferencia en la mañana es sólo de 4 puntos: 92.9 tiene 18 y nosotros casi 14". En cristiano, que la pura oferta le habría bastado para acabar con su tormento verdadero: esos 27 puntos que no lo dejaban dormir.

 

Luis Chataing en persona

A los 32 años, divorciado y sin hijos, Luis Chataing es tal como se le ve en su programa de televisión y como era en la radio: un hiperkinético total, gesticulador, juguetón y creativo, sin profesión conocida fuera de la de locutor y con ese aura de éxito que tienen los que actúan como llevándose todo por delante.

Sin embargo, se confiesa sensible y prudente ("muchas veces prefiero escuchar antes que hablar") y demuestra un excelente manejo profesional con 6 años en radio, siempre en 92.9, "porque soy constante en mis cosas". Antes fabricaba las franelas And & And, famosas a comienzos de la década entre jóvenes de clase media. Chataing entró en 92.9 en 1993 y fue figura de los programas Tarde o temprano y Primera y Ultima. Empezó El Monstruo de la Mañana en 1995 y al salir hace un mes tenía una audiencia imbatible y 14 clientes.

El año pasado tuvo un paso fugaz por RCTV (del mismo grupo de 92.9) con el programa Nunca en Domingo, que iba 4 veces por semana a las 7 pm, pero no duró ni 15 días. Hace poco inició Ni Tan Tarde, por Televen, de lunes a jueves de 11:30 a 12 de la noche. El canal buscaba audiencia juvenil y está feliz, aunque ahora el programa está "en período de prueba" para subir a una hora.

Dice que lo sucedido en 92.9 no cambia para nada su personalidad radial y televisiva "que es siempre la misma, porque fui, soy y seré el monstruo, lo mismo ante el micrófono que en mi casa, en un bar o en la playa". Y exagera: "si alguna vez relato o comento beisbol sería el monstruo deportivo".

 

-¿Pero la gente lo llama así, el monstruo?

-Lo que las personas perciben es que soy Luis Chataing, así me llamen engendro, asteroide, taburete, ridículo, sarcástico.

 

-¿Cómo ha vivido su salida de 92.9?

-No quiero pensar que la radio juvenil está en manos de gente que quiere poner techo al ascenso de la carrera de los jóvenes. Esto es lamentable en un país que quiere salir adelante y que ya está asqueado de ese tipo de manejos. Si yo fuera gerente de 92.9 jamás buscaría debilitar la fórmula del éxito, un proyecto imbatible que logró abrirse paso, debilitar a la competencia y ubicarse en primer lugar de sintonía.

 

-Una juez le prohibió salir al aire en otras radios, ¿cree que le demandarán también por incumplimiento del contrato?

-Quedaría muy mal parada la emisora. Una acción legal de ese tipo no le convendría a nadie.

 

-¿Está resentido con el equipo de producción de El Monstruo de la mañana, que sigue en el programa?

-No, para nada. Yo tenía un rato largo en radio cuando los recibí, los entendí talentosos, los llevé a mi lado y poco a poco los fui formando hasta el último día. Hoy les deseo mucho éxito.

 

-¿La propuesta de Sergio Gómez, del grupo Unión Radio, es para hacer un programa igual a El Monstruo de la Mañana?

-Yo sólo quiero hacer radio de 6 a 9 de la mañana. Y mi regreso será muy original. No pretendo engañar al público con una propuesta que no sea mía. Siempre desarrollé productos impregnados de mi personalidad. No puedo hacer un programa de radio que no transmita lo que soy. Seguiré haciendo a Luis Chataing, y eso sonará a lo que la gente entienda.

 

-¿Tiene muchos enemigos?

-No me gusta ser agua tibia, me aman o me odian.

 

-¿Qué es la creatividad?

-Algo que me a veces me atormenta y no me deja dormir. Las ideas me surgen en cualquier lugar y me angustio mucho porque no quiero perderlas. Por eso siempre cargo un pequeño grabador para almacenar ideas.

 

-Autodefínase profesionalmente.

-Me considero un científico de la radiodifusión. La emisora es mi laboratorio y allí experimento con mis socios, que son los oyentes, para obtener un resultado que llamamos sintonía.

 

-¿Su mejor experimento en ese laboratorio es o fue El Monstruo de la Mañana?

-Sin duda. El Monstruo es mi producto. Su concepto y desarrollo son míos desde el primer día hasta el último (31 de mayo de 1999). Lo que suceda ahora con el programa me permitirá realizar anotaciones para continuar con mi investigación (sonríe y pone los ojos en blanco).

 

-De algún modo usted es también un empresario.

-Para ser creativo debes ser una persona sensible. Para ser empresario hay que ser muy rígido. Es una mezcla difícil de lograr.

 

-¿Considera que su estilo es único?

-No. Pertenezco a un grupo de personas que deseamos innovar en este medio.

 

-¿Quiénes son los otros?

-Eli Bravo y Carlos Sicilia, por ejemplo. Sin copiar ni imitar estilos, buscamos destacarnos y generar opinión. Yo, para no contaminarme, escucho muy poca radio, me meto en mi laboratorio, uso mis ideas y autenticidad para crear un buen producto. Luego lo voy puliendo de acuerdo con las críticas y mi propio criterio... no a lo que me ordenen personas que por falta de talento pretenden obstaculizar mi camino.

 

-¿Tiene modelos a seguir?

-Si, dos: Renny Ottolina y David Letterman (N. de la R: showman norteamericano que le ha inspirado varios gags de El Monstruo). Renny era un hombre adelantadísimo para su época, que se preocupó por salir de Venezuela para conocer lo que pasaba en el mundo. Yo tomo muy en cuenta su interés en desarrollarse y su férrea disciplina.

Letterman es capaz de manejar con inteligencia el humor y tratar la actualidad mediante el entretenimiento. Yo me arriesgo, si la gente lo aprueba, bien, si no es así, tampoco estoy para complacer a nadie.

 

-¿El programa Ni tan tarde llegó para quedarse?

-Estamos saliendo adelante con este programa porque creemos en nosotros y porque contamos con Televen, que entendió cómo se maneja y se siembra una idea; a diferencia de otros canales, que en apenas ocho o nueve programas te sacan del aire, como lo que me pasó en RCTV con Nunca en domingo. Se trata de tener cojones y arriesgarse.

 

-¿Comercialmente va bien?

-Ya tenemos más de 70 programas transmitidos y tres anunciantes: Maltín Polar, el champú Ella Line y Graffiti, en presentación y despedida. Y como soy un científico, experimento a diario con la forma de dar el mensaje de los anunciantes.

 

-¿Hay guión o se improvisa?

-Se maneja en caliente. Erika de la Vega y yo no tenemos guión, sino una fórmula de trabajo en equipo con el productor Carlos Sicilia.

 

-¿Otro "loco" igual a usted?

-Durante seis años busqué desesperadamente un alma gemela creativa. Hoy la encontré. Nunca pude dormir tranquilo pensando que otro escribiera mis guiones o pensara por mí. Pero con Carlos Sicilia en el equipo de producción, duermo como un bebé.

 

-¿Qué aportes cree que le hacen a la televisión?

-Rompemos las barreras que históricamente han existido entre los canales de televisión. Por ejemplo, traemos invitados de otros canales, que siempre ha sido tabú en la televisión. Nunca he comprendido por qué los canales no se promocionan entre sí. Debe haber más apertura intelectual para que el público sea el gran beneficiado.

 

-¿Creará alguna vez su propia radio?

-Ojalá la gente me dé algún día el poder de crear una microuniversidad de la radio. Sí, la llamaría así: "Universidad de la radio".

 

-¿Practica para gesticular tanto?

-(Se ríe) No, siempre fui muy expresivo... y a la vez muy observador. Me encanta nutrirme de otras personas. Y además es muy importante para mí el feedback que recibo del público, bueno o malo. Así descubro el resultado de mi esfuerzo tanto en una colegiala como en un magistrado de la Corte Suprema de Justicia.

 

-Usted ha hecho por radio parodias del presidente Chávez. ¿Cree que él lo escucha?

-Si lo hace o no, es un acertijo como el de Daniel Sarcos.

 

Números y clientes

El gerente general de 92.9, Jaime Nestares, negó enfáticamente la supuesta caída de sus números de audiencia. Contradijo así a Sergio Gómez, su colega de Unión Radio, quien adujo ­según encuestas propias en automóviles­ que la versión sin Chataing de El Monstruo de la Mañana había perdido puntos (ver "Un monstruo sin mañana").

Lo que sí perdió el programa de la 92.9 fueron anunciantes. Al salir Chataing había 9 clientes: Supercable ­empresa para la cual Chataing grabó también dos cuñas televisivas­, Snickers, Casiolandia, Cinamonn Rolls, Mach 3 de Gillette, Lubriderm, Raid-Max, Movilnet y Wendy's. De ellos, sólo quedaban los 4 últimos al cierre de esta nota. Y se había sumado Acnex. Cada uno pagaría unos 8 millones mensuales por participación. En la lista PRODUCTO no consideró los anunciantes del break de la estación, por entender que no son clientes exclusivos de El Monstruo de la Mañana.

Imprescindible no vino

Un viejo lugar común dice que el espectáculo debe continuar. Por eso, ante la salida del locutor Luis Chataing, los directivos de 92.9 decidieron desafiar el mito del hombre insustituible y proseguir El Monstruo de la Mañana sin el monstruo. Para reemplazar a Chataing no se creó una figura nueva, sino tres: Quique Vallés, Vanessa Archila y Noliyú Rodríguez. Todos estaban en el equipo de producción, que se mantuvo completo. Ellas hacían antes la sección Las Cuaimas y él aparecía de vez en cuando. Pero la sustitución no fue sencilla: coincidió con el reemplazo de Erika de la Vega (paternaire de Chataing en la radio y en Ni tan Tarde, por Canal 10), quien pocos días antes de este lío dejó el programa, aunque sigue en 92.9.

"La marca es propiedad de la radio, no de individuos; y contamos con un equipo maravilloso capaz de producir más valor agregado que un solo talento", dijo a PRODUCTO el gerente general de 92.9, Jaime Nestares. El reto de los nuevos locutores es vencer la relación Chataing­Monstruo, propuesta y defendida ante el público por la propia emisora durante los últimos 4 años. El tiempo dirá si el equipo gana y el éxito del espacio sobrevive a quien fuera su modelador y conductor. Nada fácil, si se tiene en cuenta el peso de Chataing en el público del cual es ídolo y la incidencia de esa relación en las cifras de audiencia.

"Hay que entender que no hay gente imprescindible", insiste Nestares, "porque los productos y las marcas en una empresa no son las personas, sino el conjunto de un esfuerzo de toda una organización, coordinada y orientada al éxito". Verdad relativa: en el negocio del espectáculo las estrellas suelen ser determinantes en el producto final.

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