En el lado norte del claustro, un alero mudéjar, muy desarrollado,
cubre la portada de la iglesia y abarca a la discreta entrada de la vicaría. Los coros de
las Clarisas, al cubrir la puerta de la iglesia, obligaron a construir una nave lateral de
acceso. Con su alfarje policromado, en que aparecen los símbolos de Isabel y Fernando,
servida por una bella portada gótica de la escuela de Guás.
En el coro bajo, interesantes frescos del siglo XVI.
La capilla mayor que está cubierta por una armadura limas moamares, ochavada, con decoración de lazo de
diez, Ataujerado y con chillas decoradas.
La decoración, policromados y doradas, que es muy rica: piñas en el almizate, frisos con
ricas tracerías, pechinas trabajadas.
Tiene elementos adosados a los frisos, la heráldica de Enrique IV, con su símbolo, desde
1457, del ramo de granadas.
En la nave, bóvedas barrocas que hechas en 1730, quisieron enriquecer lo que debió ser
armadura de madera.
Sobre el muro sur, el importantísimo retablo flamenco
policromado de la pasión.
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