El refectorio ocupa el lado oeste del claustro, iniciando un edificio que en su
prolongación con la cocina y la cilla, llega hasta el patio del nogal.
Su techo que es un magnífico alfarje agramillado, con la heráldica en las tabicas.
En los muros pinturas repintadas. Empotrado, un bello púlpito con decoración mudejar.
Dos grandes salas de dormitorio se desarrollan en la planta alta, sobre las sacristías y
el refectorio.
Al partir del siglo XVI se distribuyeron en celdas individuales con techo en bóveda
vaída, organizadas sobre el eje de un pasillo con bóvedas de cañón, lunetos y
dispuesta decoración pintada. Sobre las bóvedas tabicadas, restos importantes de las
iniciales armadas, bellamente decoradas.
This page hosted by Get your own Free Homepage