Para contarlo
Para Layín
Debes saberlo
pequeño
cascabel:
la vida aquí termina.
Cuando caigan
las últimas arenas
-no importan las obras
truncas-
se empezarán a
cerrar los horizontes.
Cuando se seque la garganta
no habrá ya más
acción de la palabra.
Cuando el quehacer
se paralice
no habrá ya más
espacios
para otorgarle sentido.
Cuando se ahogue
el grito
ya no estaré
en esta hora
para contarte la experiencia.
Tendrás que ir
haciendo
la parte de historia
que te toque.
Despedida
Cuando alguna vez no llegue
a casa
no podrás soportarlo.
Si alguna vez no llego,
puedes estar segura
que decidí amar
hasta la libertad
o hasta la muerte.