Repaso de la vida, Ediciones de la
Universidad Autónoma de Coahuila,
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Andante
Para Jaime Sabines, por enseñarnos
que es válido intentar definiciones.
Los creadores son andantes sempiternos.
El andante recorre senderos, siempre
en búsqueda constante e insatisfecha, sin ocultar flaquezas. Carga
sus obsesiones y fantasmas. Lleva siempre su verdad a cuestas. Nómada
del amor y encendedor de fuegos; descubridor de estrellas; artífice
de espacios infinitos. Se toma de la mano con los dioses y recorre con
ellos senderos celestiales a donde no pueden llegar los satisfechos.
Los andantes aprenden de la vida y de las aves, del canto de las olas marinas y del silencio de los desfiladeros; el viento corre con ellos y la lluvia susurra a su oído un canto eterno de amor.
Los andantes no cantan porque sus propios pasos son un canto. Sus ojos observan y encuentran la belleza agazapada en cualquier rincón perdido.
Los andantes hacen de cada noche
un arco iris.
Y aman...
Les acompaña el tiempo y a cada paso saben que están fabricando sus recuerdos para invocarlos en alguno de los senderos del futuro.
Aman y gozan.
Disfrutan cada segundo.
Convierten el instante en infinito.
Los andantes aman, porque saben
que sólo el amor
podrá iluminar sus equinoccios.