"Quebracho" (poesía)

Me meto en medio del monte
y un quebracho grande elijo,
tenso mi espalda y mis brazos
y el hacha hunde su filo.

Siento temblar al quebracho
mi cuerpo tiembla también,
mientras el filo del hacha
va lastimando su piel.

Golpe a golpe lo lastimo
con mis brazos doloridos
y va abriéndose de a poco
un surco en su cuerpo herido.

Estoy matando al quebracho,
mi alma se muere con él,
perdoname, hermano árbol,
yo no lo quisiera hacer.

Tengo en el rancho los changos,
les debo dar de comer,
sino no te mataría...
si yo te he visto crecer!

Con tu cadáver vencido
un poste yo tallaré
para entregárselo al gringo
a cambio de no sé qué.

Y con mi cuerpo curtido
de tanto matar quebrachos
voy muriéndome de a poco
y solo me estoy quedando.

Estamos ya condenados,
otra cosa no sé hacer
y cuando el monte se muera
yo también me moriré.

Molina también muestra interés por la ecología con esta hermosa y triste poesía del hachero del monte santiagueño. Molina añade lo siguiente:

Con la depredación de nuestros montes y bosques, impulsada en un comienzo por los ingleses y sus socios nativos, la ausencia de una campaña de reforestación y el desinterés de nuestras autoridades políticas de procurar un mejoramiento cultural y de las condiciones de vida de nuestros sufridos habitantes del interior provincial, se están dando las condiciones para la muerte del monte santiagueño...y de los que viven en él.
Pensar que para hacer un poste se corta un quebracho de 50 años de vida...!