En la Fundación González Allende (vinculada a la Institución Libre de Enseñanza) de Toro ha recibido ya sus primeras clases de dibujo y encuadernación.
Aparece su primera ilustración, que firma como Adela Tejero, en «El Noticiero», periódico toresano. Enseguida colaborará en otros de Toro y Zamora.
En este año envía a la prensa madrileña una ilustración, la primera que se le acepta, para un relato de Sánchez Manher. Es su primer trabajo retribuido.
 
 
Una de sus primeras ilustraciones (1924)