Son cinco, se llaman KIRTA, KULINDA, RABINA, TARUJA Y PITOCHA. Tienen un hijo de todas, pequeñín como ellas, que se llama KARIKO. KIRTA: es la mayor. Los árboles son fáciles para ella, es como una ardilla, con un manto camuflado que la hace invisible, como los camaleones. Con sus zapatos de gato escarba el suelo y en menos de unos segundos hace entradas al fondo de la tierra, por lo que ésta no tiene secretos para ella.

KIRTA es literata (Letras). Lava mis pinceles.

KULINDA: sus pies grandes y ligeros la hacen la más pegada a la Tierra que existe. Con su veletita en la cabeza para ver de dónde viene el aire y con sus ruedas es la moto más ligera. Es tan ligera como la luz. KULINDA es astronauta (Ciencia). Me trae el agua.

TARUJA: Receptora de los más pequeños sonidos. Con sus orejotas recoge los ruidos más lejanos. Aviación (Arte). Saca la punta al lápiz. RABINA: Las montañas son fáciles para ella como para una corza. Su rabito y trenza le sirven para trepar. Domina en un instante los más altos picos. Alpinista (Deporte). Con la goma borra mis trazos.

PITOCHA: Nada y bucea. Un deseo nada más y se vuelve sirena. Con sus estrellitas alumbra las noches oscuras. Es la chinche. Sostiene mi papel. Marina (Política).

Sólo les faltaba una cosa para ser completamente dominadoras de todo el planeta. Decidieron tener un hijo que reuniera todo cuanto les faltaba y le hicieron los ojos giratorios con vista hasta el infinito, viendo a través de los cuerpos opacos y el fondo de la Tierra. Es KARIKO, el hijo de todas. No necesitó papá y a todas sirve como hijo cariñoso.

Prohíjan a los animales pequeños: la araña teje por ellas y todos los bichitos las obedecen. Mueren solamente por propia voluntad, siempre que estén todas de acuerdo para celebrar las muchísimas ceremonias que hacen falta. Se mueren deshaciéndose en su propio elemento.

Por ejemplo, Pitocha se exprime haciéndose una gota de agua que las otras beben para quedarse con su sustancia y poder. De esa manera, en ellas viven todas las generaciones sin tener que empezar, progresando desde el punto que las dejan hasta que un día en una sola se concentra todo el poder inimaginable.

Taruja se convertiría en un vientecillo. Rabina en un copo de nieve. Kulinda en una flor. Kirta en un granito de arena.

¿Cómo viven? Cada una tiene una casita dentro de su elemento. Kirta en el fondo de la Tierra; Kulinda sobre la tierra, hecha de ramitas como nidos o hecha de luz, tejida con rayitos de sol; Rabina, de nieve y cristales de hielo, en las montañas; Taruja en el aire, con niebla y nubes; Pitocha en el fondo del agua, con escaleritas, jardines de corales y otras plantas. Viven a temporadas, según el clima.

¿Cómo se alumbran? Kirta con luz de ojo de gato. Kulinda con luciérnagas. Rabina con luz de lucero. Taruja con luz de luna. Pitocha con peces fosforescentes. Estos como elementos naturales y primitivos. Además, disponen de electricidad, gas, etc. ¿Cómo se transportan? Kirta forma un pasillo en rampa y baja en tobogán. Kulinda sobre los insectos. Rabina con el rabo y unas escaleritas en las peñas. Taruja en los milanos que quedan sueltos (los sopla) o en una nube que ella misma guía. Pitocha con un dedo hace pompas en el agua, se mete y desde dentro sopla hacia la orilla que desea o hacia el fondo de lagos y mares.

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