Muchos árboles silvestres debido a las condiciones adversas de su hábitat, no lograron desarrollar en tamaño como sus congéneres, pero si conservaron todas las características de su especie. Es así como la naturaleza hostil forja los primeros bonsai. El hombre, al contemplar la elegancia de éstos pequeños árboles, decide llevarlos a su morada y colocarlos en macetas para contemplarlos; y así compensar en cierta forma su alejamiento de la naturaleza.

Al principio el hombre sólo se dedicó a recolectar éstos árboles y colocarlos en macetas, posteriormente surgió en él la idea de cultivarlos en su hogar, para tal propósito debió combinar dos aspectos fundamentales arte y técnica.

El arte en el bonsai, consiste en transmitir todas las características de un árbol desarrollado en la naturaleza a un árbol pequeño cultivado en maceta, miniaturizándolo.

A fin de lograr su objetivo, el cultor de éste arte deberá ser agudo observador del paisaje natural, para así poder captar la belleza y elegancia de los árboles; éstas últimas, características fundamentales en un bonsai.

El bonsai como técnica requiere de conocimientos sobre el cultivo de plantas en maceta, siembra de semillas, estacas, replantado, abonado, etc., y todo lo referente al diseño del árbol; alambrado, poda, etc.. Todo lo anterior sumado a la dedicación y paciencia, es necesario para lograr nuestros bonsai.