La cura para el Sida

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Había un vez un hombre que tenía todo
lo que había deseado tener a esa edad;
esposa, hijos, trabajo, salud, dinero,
y miles de sueños todavía por cumplir.
Cierto día cayó gravemente enfermo.
Nadie sabía lo que le pasaba, hasta que
un doctor le dijo que tenía Sida debido a
una transfusión de una antigua operación.
El hombre, angustiado, enfrentó la cruel
expresión de la enfermedad por más de un año,
 pero finalmente ésta lo venció.
Al morir, se enfrentó cara a cara con Dios
y molesto le dijo:
"Señor, tú que has enviado la cura para
tantas enfermedades que han azotado a la
humanidad a lo largo de la historia.
¿Por que no has hecho nada respecto al Sida?
Ya llevamos muchos años luchando con esta
enfermedad sin llegar a una cura significativa.
Ya ha muerto más gente por Sida que por
las dos guerras mundiales juntas."
Entonces Dios respondió:
Hijo mío, te equivocas. Hace muchísimos
años planté entre los bosques una hierba
cuya escencia erradicaría el Sida.
Luego mandé a un niño destinado a descubrirla.
Pero ustedes, los hombres, abortaron al niño,
y luego, arrazaron con el bosque nativo
extinguiendo para siempre la hierba