Cuando
sentimos un respeto sano por nosotros mismos, no existen límites
para nuestros éxitos. Cuando creemos que todo es posible para
nosotros, los logros se transforman en algo natural.
Nadie sabe
mejor que nosotros mismos lo que es importante para nuestro
crecimiento y felicidad. Aquellos que dirijan sus propias vidas
no dependen de gnomos, adivinos o de una alineación favorable
de los planetas ... Utilizan el conocimiento, la experiencia,
el trabajo duro, la autoestima y el optimismo para lograr sus
objetivos.
Creo que
no existirían barreras para nuestros sueños, siempre que creamos
que nosotros mismos somos la fuente de nuestra felicidad. Sólo
estaremos en camino a tener algo que deseamos, cuando creamos
que podemos lograrlo... Nunca antes...
Me gustaría
terminar la reflexión con una frase de Henry Ford: "SIEMPRE
QUE CREAS QUE PUEDES O QUE NO PUEDES, TENDRÁS RAZÓN..."
|