Había un vendedor de globos es una esquina de Nueva
York.
El sabía cómo atraer a una multitud antes de
ofrecer su
mercancía a la venta. Tomó un globo blanco,
lo infló y lo
dejó elevarse.Después infló uno rojo
y uno amarillo.
Al ver que el globo blanco, el amarillo y el
rojo flotando por
encima de su cabeza, varios niños pequeños se
agruparon a su
alrededor llenos de entusiasmo e interés. Un meditabundo
niño
negro miró los globos y finalmente preguntó:
Si inflara un
globo negro, ¿también se elevaría?
El hombre miró al pequeño y dijo: Pero,
¡claro! Lo que
cuenta no es el color del globo, sino lo que tiene dentro.
Muy bien, podrá decir tu,pero, ¿cómo
aprendo yo (o mi
esposa(o),hijos o amigos) a apreciar y sentirnos orgullosos
de
lo que está dentro? ¿Cómo se construye
el autoestima?, recuerda
quién y qué eres tu: hijo de Dios, hecho a su
imagen y semejanza,
¡Dios no hace porquerías!,decídete
que hoy vas a ser feliz.
Autor
Desconocido