Por elogio muere el hombre

Herbert Casson escribe en naturaleza humana: "Los hombres trabajan por el dinero, pero, mueren por elogio."

Esto es muy cierto; y sin embargo, pocos de nosotros valoran el significado de esta decclaración y sus inmensas posibilidades:

Aquellos que se la impusieron llegaron a ser caudillos triunfantes, ricos hombres de negocios y padres felices, por que se dieron cuenta de que las llaves del corazón humano son el amor y su hermano gemelo el elogio o el cariño.

El elogio pronta y prudentemente concedido, llega al verdadero fondo del corazón humano y actua como un poderoso estímulo, puede animar al indolente, avivar al triste, afirma al vacilante, y da valor al anhelante para un nuevo esfuerzo mayor y alcanzar el éxito...

Un alma abatida, de rodillas la cabeza inclinó, "He fallado" fue el lamento. Pero el Maestro así le habló: "Tú hiciste lo que pudiste, éso se llama triunfar"

Autor desconocido