Quien te está viendo?

 

Ayer me fui de tu casa en la noche, no me dirigía precisamente a mi casa,
lo que hice fue encontrarme con unos amigos, para después ir a una disco
en la cual solo basta con mirar a una mujer, pagarle unas bebidas y
listo. Pero resulta que en ese lugar, y justamente cuando me encontraba
ya con esa mujer en mi mesa, llegó un amigo que hace tiempo no veía, me
paré de la mesa para darle un abrazo, platicamos un rato y al despedirnos
me dijo:
* ¡Oye!, ¿Y esa chava qué? ¿Es una movida?
* Claro, a eso vengo.
* Pues ten cuidado porque te pueden estar viendo y luego le llevan el
chisme a tu novia.
* No te preocupes, ya inspeccioné el lugar y no hay nadie conocido.
* ¡Ah, bueno!, si ya checaste que no hay nadie, estas salvado. Una
hora mas tarde mi amigo volvió a la mesa un poco apresurado y nervioso.
* ¿Qué te pasa?, le pregunté
* Te vengo a decir que te están viendo alguien que conoce muy bien a tu
novia y a ti también.
* ¿Quién hombre?, no te estoy diciendo que revisé el lugar y no hay
nadie.
* Yo nomás te aviso para que luego no me eches la culpa de que no te
dije.
* En ese momento mi amigo se retiró dejándome un poco intranquilo, y eso
* se notaba ya que no dejaba de voltear a todas partes para ver quien era
* el que me estaba viendo, mientras la mujer de mi mesa preguntaba
* ¿Qué te pasa?, ¿estas nervioso o que?
* No... es solo que tengo mucho calor, pero nada más. Media hora más
tarde mi amigo se acerca a la mesa, pero esta vez no me habló, me gritó:
* ¿Todavía estas aquí? ¿no entendiste lo que te dije?, te están viendo y
saben muy bien tu intención con esta mujer
* Ya no me molestes, ¡Aquí no hay nadie conocido!, así que no me
interesa que me estén viendo.
* ¿quieres que te lo diga?
* Sí, dime ¿quien me esta viendo?
* Bueno amigo: Te estas viendo tú, y eso es más que suficiente.
Cuando escuché esa respuesta, sentí un escalofrío por todo el cuerpo,
jamás me imaginé que me contestaría eso. Fue entonces cuando mi mente
comenzó a recordarte, mis manos torpes comenzaron a buscarte, del impacto
que sentí por estarte traicionando, me impulsé para atrás y, sin querer,
tiré toda la mesa y, entre un sentimiento de ansiedad, remordimiento,
miedo y hasta alegría, corrí hacia un teléfono público y marqué tu
número. contestaste con voz dormida, pero con ese timbre tierno que solo
tu posees y que siempre me recibe. Fue por eso que lleno de lágrimas, a
las 3 de la mañana solo quiero decirte: TE AMO MUCHO...

CUANDO YA NO EXISTA NINGÚN TESTIGO QUE PUEDA DAR TESTIMONIO DE NUESTROS
ARRANQUES DESLEALES, ESTARAN NUESTROS OJOS, NUESTROS RECUERDOS, NUESTRA
CONCIENCIA DÁNDONOS LA ÚNICA CAPACIDAD DE RECAPACITAR, PARA NO HERIR A
LA
PERSONA QUE AMAMOS, PARA NO JUGAR CON SUS SENTIMIENTOS... PARA NO
TERMINAR CON ALGO QUE HA SIDO TAN HERMOSO ....

Autor desconocido