Soy un niño

 


Soy un niño!!! Con un nombre que me sustenta: llámame por mi nombre.

Acéptame como soy: no me compares. Yo soy como tu un individuo único con únicas maneras de percibir, interpretar y expresarse.

Aprender es agradable. No lo eches a perder con castigos, tareas y amenazas.

Preemíteme expresarme libremente: no termines mi frase, ni culmines mis trazos, ni rellenes mis dibujos.

Intercambia conmigo opiniones. Así me ayudas a aceptar las críticas ajenas.

Mírame a los ojos cuando me hables. De ser posible, colócate a la altura de mi vista. A veces me duele el cuello de mirar hacia arriba.

El silencio me abruma. Permíteme hablar, yo sé hablar!

Permíteme reír, yo sé reír.. Permíteme llorar, yo sé llorar!

Te digo algo: me interesan sólo mis intereses. Lo demás no puede entrar en mi pensamiento.

Lo cotidiano es importante para mí. De allí extraigo las comparaciones y los contrastes para entender el mundo.

Sé discreto con mis asuntos: mis piojos, mi zurdera, mi tartamudez o mis rabietas no van a desaparecer por el hecho de que tu las pregones!

Déjame tomar decisiones. Sugiéreme y plantéame alternativas pero enséñame a ser
independiente: a prescindir de ti.

Estimúlame para mantener despiertos mis sentidos. Con ellos puedo hacer y rehacer el universo!

Necesito tu confianza y comprensión para aceptar que (no sé) o que (no puedo).

Así podré ganar en seguridad, confianza y comprensión.

Si me gritas, me siento como un pájaro desplumado. Si yo grito y me hablas en voz baja, entenderé mejor que no debo hacerlo.

Valora mis esfuerzos más que los resultados de mis actos. Así tendré ánimo para seguir adelante y ese será nuestro triunfo!!

Ten conciencia de tus sentimientos para que puedas entender y respetar los míos.

Si asumes que yo soy un individuo en proceso de transformación, y tu también, podremos ser solidarios en la creación.

Necesito límites y está bien que ejerzas el control pero hazlo con firmeza, congruencia, perseverancia y cariño.

No me culpes: mis errores no son mis fracasos ni los tuyos; son nuestro aprendizaje responsable.

No me margines ante mis tropiezos; sería como abandonarme a inicio de camino.

No hagas de mí. un conforme o perderás activos para el futuro.

No temas decepcionarme al admitir que te equivocas. Piensa más bien en que me muestras una realidad que necesito.

No me pidas que me quede "quieto" por mucho rato. Tengo muchos barcos, trenes, aviones, caballos y mariposas por dentro!

No me ridiculices: podría convertirme en un caracol que nunca saldrá de su caparazón.

No me tiranices. Terminaré temiéndote pero no respetándote.

No te hagas el mártir o tendré lástima de ti.

No me sermonees continuamente pues a la larga quedaré sordo!

No me acorrales a preguntas porque me estarás alejando o me entrenarás para mentir.

No me resuelvas las cosas porque me harás un desvalido.

No supongas lo que me pasa: indágalo. Así nos ayudaremos.

No te asustes ante mis asombros... ¡Compártelos!

Ponte en mi lugar: el mundo guarda mil incógnitas para mí.

Un dato para sobrevivir el mañana: enséñame a cooperar antes que a competir.

Enséñame a defenderme sin venganza, sin retaliación o perderemos todos.

Enséñame también cómo aprender pero quiero aprender explorando, haciendo, viviendo!

Demuéstrame con tu actitud que los problemas, los riesgos, los cambios y las incertidumbres también son parte de la felicidad.

Ten presente siempre que afecto, juego y fantasía son los nutrientes que me hacen falta para crecer por dentro.

Si me enseñas que mis acciones tienen consecuencias transformadoras podré vivir en paz, en libertad y en esperanza.

Anímame a inventar la mañana sin olvidar el justo valor de la noche.

Necesito amar y ser amado.

¡Vamos pues! ¡No olvides que tan solo soy un niño!

Autor desconocido.

 

 


  www.geocities.com/j_viviana