Sumergete hasta lo profundo

 

Hoy ha sido un día gris. Sí un día gris, el sol no ha salido, las nubes han poblado el cielo y el azul del mismo no ha podido mostrar su esplendor profundo y apacible. Pero aun con ello la vida sigue y sigue sin parar. Desde la última ocasión muchas cosas han pasado, cosas buenas y cosas malas, pero a pesar de todo, el planeta dio las mismas vueltas de siempre. Las noches y los días pasaron sin apenas percibir un ligero cambio en el clima. La vida pasa y sin darnos apenas cuenta se nos acaba. No podemos devolver el tiempo, tenemos que aceptar que se marcha y se pierde a lo lejos, como el tren que en su lejanía nos saca una lágrima de tristeza porque se marcha con él, alguien al cual extrañaremos. Extrañaremos algunos momentos gratos, pero sólo será eso y nada más. Nos preguntaremos cientos de veces, por qué cometimos el error que pudimos evitar, diremos: Por qué lo hice?? Y la respuesta será: Ya es parte del pasado, remóntate al porvenir. Toma un segundo y dile adiós a esos momentos felices y tristes, aprendamos de ellos y sigamos adelante, que aun hay mucho que caminar.

Podemos recordar los momentos bellos, pero no debemos vivir y depender de ellos. Allí, en medio de tanto ruido, movimiento y desconcierto, es cuando nos tratamos de ocultar. Nos ocultamos a la realidad, por qué? porque nos da miedo enfrentarla. Las razones pueden ser muchas, pero sea cual sea, nunca serán lo suficientemente validas para justificar que huyamos y a la misma vez nos consumamos lenta y solitariamente. Cuando nos sentimos solos, no hay como el poder disfrutar una dulce melodía que nos aliente el alma y vigorice el espíritu, y ver la flor que revive y se abre tal cual lo haría nuestro propio corazón.

Tanta gente a nuestro alrededor, y a la vez tan solos!!. Nos topamos con cientos y miles de caras, pero no logramos evitar que en el momento de levantar la vista no encontremos a nadie y sentirnos más solos que una luz en medio del espacio sideral. Te has sentido alguna vez solo ó sola? Yo sí muchas veces, pero aun sigo aquí tratando de luchar por mantenerme de pie. Pero la soledad, no siempre es mala, depende de la forma en que la uses. Meditar es de definitivamente un aliento, para poder seguir en medio de nuestras ambiguedades. Toma asiento, y coméntate a ti mismo, que es lo que te tiene abatido hoy día. Estas decepcionado? ánimo! Todo mejorará, pero necesitas tenerte un poco de fe. Visita tu desierto interior, allí donde sólo podes encontrarte tu mismo, a tus pensamientos y a Dios para llorar frente a él. Puedes sentarte frente al mar.......y buscar allí tu propio desierto interior

O tal vez prefieras ir a un lugar seco y árido......

En verdad no importa que vayas a algún lugar en particular, lo indispensable es que encuentres ese desierto interior, ese lugar donde puedas estar a solas para meditar. Tal vez lo encuentres sin tener que salir de tu propia recámara. Vamos! ! inicia esa búsqueda ya! No podemos perder más tiempo, no podemos seguir consumiéndonos por dentro sin gritar con todas nuestras fuerzas que estamos necesitados!. Necesitados de poder expresar nuestro corazón, y no quedarnos callados con el alma cauterizada por el silencio.