Tu padre te ama

Había un hombre muy rico que poseía muchos bienes,
el tenía un solo hijo a quien le gustaban las farras y estar con sus
amigos. El padre siempre le advertía que algunos de sus amigos sólo
estarían a su lado en cuanto tuviera

algo que ofrecerles, después lo abandonarían.

Un día el viejo padre ordenó a sus empleados que construyeran una pequeña
pieza y dentro de ella construyó un lugar para ahorcarse, junto a ella,
colocó una placa con estas palabras: "Para que nunca desperdicies las
palabras de tu padre".

Mira, hijo, yo estoy viejo y cuando yo parta, tu tomarás cuenta de todo lo
que es mío y cuál será tu futuro... dejarás la hacienda en las manos de los

empleados y cuando no tengas más dinero, tus amigos van a apartarse de ti
y

te vas a arrepentir amargamente de no haber escuchado mis consejos, por
eso, construí este lugar. Quiero que me prometas que si ocurre lo que te
estoy advirtiendo, tú te ahorcaras en ella.

El tiempo pasó, el padre murió y su hijo, tal como lo había previsto, gastó

todo, perdió a sus amigos y la propia dignidad, desesperado se dirigió a la

pieza del fondo:

- Yo nunca seguí las palabras de mi padre, pero esta vez voy a realizar su
voluntad. Subió a las pequeñas gradas, colocó la cuerda alrededor de su
cuello y dijo: - Ah, si yo tuviese una nueva oportunidad... Entonces dio un

salto, por unos instantes sintió que la cuerda le apretaba la garganta,
pero la madera a la cual estaba atada la soga, era hueca y se rompió con
facilidad. El joven cayó en el suelo y sobre el cayeron joyas, esmeraldas,
perlas y diamantes. Cayó también una pequeña cartita que decía:

- Esta es tu nueva oportunidad. Te amo mucho. Tu padre.

MORALEJA: ¡¡¡NUNCA DESPERDICIES LAS PALABRAS SABIAS DE TU PADRE!!!