ANARQUIA  

¿Dónde está ese ser extraño

que me tortura después que río?
¡Bah! qué sueño.
cuántas hojas acumuladas
en este bosque de espumas,
y mi sol de arena, y este aire
de luces.
¡Ay! y éste, mi edificio metálico,
si tan sólo pudiera
tocar la punta de tus dedos
y dibujar mis manos.
Podríamos dirigir nuestro coro
desafinando, desafinando
DESAFINANDO
a Dios

Carlos Saavedra

 
 
 
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